Bosque de Sherwood

Observe cada movimiento hecho por el desconocido, terminando de comer mi manzana, vi como llevaba su mano a la empuñadura de su espada, suspirando un poco. Al terminar de comer toda la carne que la manzana me ofrecía, me agache apoyándola en el suelo y haciendo que la tierra la envolviera.

-Amenos dentro de algunos años abra un nuevo árbol aquí...

Susurre con una mueca de sonrisa en la cara, volví a erguirme, quite la daga con la que mi madre me desterró, para arrojarla al suelo junto al desconocido en señal de que no venia a pelear.
Reí suavemente cubriendo mi boca con mi mano libre ante la sorpresa del contrario. Era normal que las personas con las que se cruzaba pusieran esa cara, y aun así le seguía haciendo gracia.

-Solo algunos meses... Yo llevo aquí algo mas de 9 décadas, y aunque vi a muchos seres aquí, es raro que no me halla cruzado contigo... Tal vez sera porque suelo mantenerme en lo mas profundo del bosque...

Me encogí un poco de hombros al decir esto ultimo, lo cual fue mas para mi misma que para el chico frente a mi.

-Es un gusto conocerte Jarkko...

Sonreí abiertamente para hacer una ligera reverencia.

-Soy una Drow... Aun no he visto a un elfo aun... Cuando lo vea te diré si me parezco a uno o no... Aunque dudo que podamos ser parecidos...

Mirándolo siempre a los ojos y con una sonrisa en el rostro. Aunque era algo desconfiada el no me había atacado aun, y si lo hacia podría defenderse sin necesidad de su vieja daga.

Me llamó la atencion aquel gesto de enterrar el hueso de la manzana a fin de que tuviera mas posibilidades de crecer un arbol nuevo a partir de las semillas. Eran pequeñas pistas sobre su persona que iba recopilando

Me sobresalté inevitablemente cuando agarro su daga, aunque el sobresalto duró poco puesto que la arrojó a mis pies "en son de paz" o eso quise suponer. Aflojé mis dedos alrededor de mi espada, hasta soltarla finalmente.

-No pretendia mostrarme arisco

Le dije, de modo bastante arisco, a pesar de mis palabras. No podia evitarlo, era desconfiado por naturaleza. Ademas una parte de mi mismo pensaba que...una daga no era la unica arma de una criatura magica, como era el caso de ella, o el mio propio.

-Para llevar aqui tanto tiempo...no te habia visto nunca. - le dije manteniendo la mirada, poniendo mi pie bajo la daga que habia dejado en el suelo frente a mi para de una breve patada, levantarla y que dicha daga fuese a caer a mi mano izquierda. Se la extendí hacia ella, par aque la recuperase si queria. -has escapado a la vista de todos los ojos del bosque, o quiza el bosque en si no te considera enemiga. Si no mas bien amiga. Pertenezco al clan de los hijos de Fenrir. Quiza te hayas topado con algun miembro mas antiguo durante este tiempo.

Le devolví torpemente aquella reverencia que me dedicó, aunque no asi la sonrisa, pues permanecia serio, en contraste con su vibrante sonrisa.

-Drow? Nunca....no habia oido sobre esa raza. Si pareces como un elfo por las...orejas. -las señalé con algo de timidez. -Los rasgos . Una vez vi una elfa, pero tenia el pelo negro y la piel muy pálida, y los ojos verdes. Y sus pasos eran como los tuyos, leves y casi imperceptibles.

En esos instantes me sentia un tanto ignorante por no tener conocimientos de la raza de la muchacha, y me pregunte si en algun momento del pasado alguien me habria contado algo sobre ellos. Era posible. Seguramenet lo habria olvidado, y aunque intenté hurgar en busca de algo de informacion en mi cabeza, ésta no me la dio.
-Perteneces a algun clan? Bando...? familia?

"espera, dijo 9 decadas?"

-Cuantos años tienes?

Pude ver claramente como aflojo el agarre de la empuñadura luego de haberle ''entregado'' mi daga, a lo que en verdad me sentía mas tranquila. Aunque en ningún momento me sentí intimidada.

-No te preocupes...Supongo que en estos tiempos en normal que las personas sean desconfiadas y ariscas...

Me sorprendí un poco al ver el movimiento que hizo para levantar la vieja daga del suelo, me gustaría poder hacerlo también, tal vez luego le pediría al castaño que me enseñe a hacerlo. Si es que a él no le molestaba.

-El haber vivido tanto tiempo en el bosque hizo que los animales ya me tomaran confianza, después de todo, siempre me encargue de defenderlos y ayudarlos con lo que podía... Creo haber escuchado una historia, hace mucho tiempo, contada por un hombre de ese clan... Oh si, lo recuerdo, aunque dudo que aquel hombre aun siga con vida... Fue hace mucho tiempo y el ya era algo mayor cuando me contó su historia...

Me acerque para tomar la daga cuidadosamente y devolverla a su funda que colgaba en la parte trasera de mi cinturón. Escuche atentamente lo que el chico decía sobre la elfa.

-No te preocupes, no eres el único que no sabe sobre los Drows... Y los que conocen mi raza, nunca me ven con buenos ojos... Al menos no hasta el momento en que se dan cuenta que no soy como los otros Drows... Si quieres puedo contarte un poco sobre mi raza, o bueno, como normalmente son los de mi raza... Creo que entre Elfos y Drows no tenemos mucha diferencia, aunque tal vez no vean tan bien en la oscuridad y seguro pueden estar en el sol sin que este los lastime...

Suponía que la charla seria algo larga e interesante por lo que decidió levantar dos montículos de tierra a modo de asientos.

-Pertenecí a una tribu hace mucho tiempo... Me desterraron al no querer seguir con el legado de mi familia... No me agradaba el como trataban a los demás que no sean de la tribu, tanto Drows como cualquier otro ser... Es una larga historia... Oh, tengo ciento... Ciento... Oh si, ciento doce años...Para ustedes alguien con esa edad debe ser un anciano..

Reí ante mi ultimo comentario, sabiendo como se ven los humanos con tan solo 90 años, si es que llegaban a esa edad.

- Por desgracia. Los incautos caen antes.

Respondi asi a Azazel, quiza en un intento por justificar mi propia desconfianza. Ella me contó algo mas, parecia...algo similar a un druida. Yo no tenia conocimiento de los drow, o no los recordaba al menos, asi que en ese sentido, estaba libre de prejucios contra ellos por su raza. Para mi era mas similar a un elfo que otra cosa. Tenia las desconfianzas que tendria de cualquier otra criatura magica,....

- Somos un clan pacífico. Siempre y cuando no pretendan destruir nuestro hogar y a nuestra gente.

Podria decirse que entre los hijos de Fenrir habia encontrado un "hogar". Azazel me explicó que su raza no tenia buena fama, y yo mientras me entretuve en estudiar sus ojos rojos. Parecian brillantes en la oscuridad, y mi ceño estaba fruncido mientras los examinaba.
-Es decir que el sol te lastima...como a los...vampiros? - vampiros. A esos si que no los podia soportar. No pregunteis por qué. Asentí pues pese a ese embrollo de toscos modales mios, era un alma muy curiosa, una curiosidad casi infantil. Azazel controló la tierra, pues esa parecia su habilidad, y yo hice uso de uno de los monticulos que alzó a modo de asiento.

-Una tribu. Donde vivia esa tribu? Puedes contarme tu historia, si quieres. La noche es larga....

"Y ya no me apetece intentar seguir meditando"


Mis cejas se alzaron por la sorpresa. Ciento doce años? Y nueve decadas aqui....entonces se escapó...
- No tan anciana. Los hombres lobo y los magos pueden vivir una media de....ciento y algo años. Huiste de tu clan muy joven. -reflexioné mirando brevemente hacia el suelo antes de volver a clavar mis pupilas en ella. -¿mereció la pena?

-Como la mayoría de los clanes... Aunque tu clan los ayuda a controlarse, poder controlar sus transformaciones...Al menos eso fue lo que me contó aquel hombre..Es interesante...

Recordando aquella, de hace mucho tiempo atrás. Desenganche mi capa de mi pechera, para poder estar mas cómoda, colocandola en el suelo junto a mi. Maniobrando solo con una mano.

-Podría decirse... Aunque el sol solo nos debilita, y nos ciega... Somos una raza de oscuridad, por esa razón nos vemos tan afectados y debemos ir tan cubiertos...

Dije para luego tomar una de las moras que aun tenia en mi mano y llevarla a mi boca, sintiendo el dulce sabor.

-Esta escondida bajo tierra... Mi madre quería desposarme con uno de los mejores guerreros de mi tribu, para poder seguir con el legado de mi familia, y colocarme a la cabeza de la tribu... Pero me negué, no conocía a aquel hombre, y tampoco pretendía ser igual de malvados que los Drows... Se lo conté a mi madre y le dije que me iría de la tribu... No le gusto nada que yo me negara a ser desposada y que no quisiera ser la que liderara a mi gente, por lo que me ataco y me desterró, mal herida y con esa vieja daga...

Volví a reír por la sorpresa del contrario, para devorar otro fruto.

-Sabia que vivían mas que los humanos pero no sabia que tanto... Tenia tan solo 16 años cuando fui desterrada...¿Si mereció la pena? Claro que mereció la pena..Vivir en la tranquilidad de este hermoso bosque, conociendo a nuevas personas...Conocer nuevas historias y razas...No se tu...Pero para mi, valió mucho la pena... Y no me importaría el volver a ser herida si puedo volver a tener esta vida aquí...

Haciendo varios gestos con mi mano libre al hablar, con algo de emoción y entusiasmo, mirándolo a los ojos con una gran sonrisa en el rostro.

-la mayoria, tu lo has dicho. No todos son asi...ni de lejos. - asenti a lo que ella dijo acerca de nuestro clan, pues asi era. - Se sabe que es posible. Aspiramos a ello. No se trata de...negar esa parte de nosotros mismos, si no a armonizar con ella y...eso, lograr controlarla.

Miré a otro lado al decir eso, visiblemente incomodo...me quedaba mucho para lograr controlar mi forma de lobo. Ya me costaba armonizar con mi parte humana y controlarme de normal, como para lograrlo con la bestia nocturna. Parecia un objetivo casi imposible. Quedé mas tranquilo al oir que no compartian esa similitud de quemarse bajo el sol con los vampiros, alivio que debio hacerse evidente en el quedo resoplido que dejé ir.

"deben de ver bien en la oscuridad entonces...por eso no tuvo problemas localizandome"

Escuché su historia con atencion...era algo digno de ser contado, sin duda. No era una historia precisamente alegre pero parecia haber acabado bien. No dejaba de parecerme que habia tenido una infancia y juventud dura. Aquello sin duda no habia sido justo. Pero nada lo era, verdad?
-Entonces...me alegro por ti. Aqui arriba....tienes familia? O vives siempre sola?

Miré a su daga y mi rostro se endureció. -Madre es el nombre que dan a dios  los labios y los corazones  de los niños. Aquella no merecía ser llamada asi si te hizo eso.

Mi seriedad del momento contrastaba con su gran sonrisa. Era ella la que habia contado esa historia y sin embargo era yo quien me habia quedado serio. Azazel parecia haberlo superado.
-Ojalá yo tuviese todo tan claro como tú...

Pude ver la incomodidad del chico al contarme sobre su clan, entendía perfectamente el porque de su actitud.

-Puede ser difícil pero con esfuerzo y dedicación puedes lograr el control... Después de todo, tu elegiste a tu clan por algo... Asique ánimos con eso, y puede que aun no confíes para nada en mi, pero si necesitas algo puedes puedes pedírmelo y hace todo lo que este en mis manos para ayudarte...

Le di ánimos para luego mirar, mi mano llena de moras y mirar hacia todos lados, hasta que suspire y metí todas las pequeñas frutas a mi boca, masticándolas como podía en lo que me quitaba los guantes de su armadura, y seguir con las hombreras, dejando todo sobre la capa colocada en el suelo, dejando completamente al descubierto sus brazos llenos de aquellos dibujos hechos hace mucho tiempo atrás. Termino de tragar al momento que el muchacho hizo su pregunta.

-El bosque es mi familia... Aunque si eso no cuenta... Puees... Vivo sola, pocos se confían cien por ciento de un Drow, y mi ''familia'' me obligo a alejarme asique técnicamente estoy sola...

Haciendo comillas con mis dedos al momento de decir familia, pero siempre con una sonrisa en los labios, ahora algo manchados de morado. Me sorprendí al momento de escucharlo, en parte tenia razón, esa mujer me había hecho daño. Me hizo algo que una verdadera madre no le hacia a sus hijos. Quedando seria por unos momentos mirando al suelo, pensando en lo que el contrario había dicho, para volver a levantar la mirada y volver a poner una sonrisa en mi rostro.

-Yo no tengo las cosas claras, tengo muchas dudas sobre todo... Dudo que alguien en el mundo tenga las cosas claras en algún momento... Pero ir respondiendo esas preguntas con sucesos de la vida, tanto buenos como malos, hace que todo sea mas divertido... Aunque siempre habrá algo que haga que nunca sepamos todo... Así es la vida... No hay que entenderá o buscar solamente respuestas... Hay que disfrutarla y las preguntas se responderán solas como también se crearan nuevas...

Hablaba, corriendo mi vista del chico solo cuando no encontraba los enganches de los hombros de mi armadura, para así poder quitarlo sin problema quedando solo con el corset. Estirándome un poco luego de quitarme el peso de la incomoda vestimenta de mis brazos.

- Los elegí precisamente por eso. Se supone que se puede lograr. Yo aun no lo he visto...

"me pregunto si no serán falacias"

-- Y también se supone que no hay que dudar acerca de si se puede conseguir o no.

Cuando me ofrecio ayuda la miré directamente a los ojos, un poco con cara de "en serio?"
-Y por que ibas a ayudar a un desconocido?

No era yo muy confiado con aquel asunto sobre el buen samaritano. La gente ayudaba porque queria algo a cambio. En el caso de ella...¿que podria ser? Me quedé un tanto distraido cuando se retiró tambien los guantes, viendo todos los tatuajes que recorrian sus oscuros brazos. En verdad, casi todo en ella me llamaba la atencion. Sus rasgos, su piel, sus ojos, su pelo y sus tatuajes ahora..... por el contrario, mis brazos (en verdad solo uno de ellos, en el otro se limitaba a la mano) iban envueltos en vendajes rojos y nada mas.

-Te entiendo. No todos confian tampoco en los licántropos. Por mi parte...eres la primera drow que conozco, y de momento me estas causando una buena impresion sobre tu raza entera.

A continuacion escuché su breve discurso. Era optimista, la drow....quiza demasiado? Se podia ser demasiado optimista? Por mucho que dijera que no tenia las cosas claras, a mi no me daba esa impresion. Al menos SI que tenia claro quien era ella, su autentico ser. Y estaba en paz con eso.
-No lo tengo tan claro..... -le dije pasando una mano por mi cuello y desviando la vista. - sigues pareciendome muy determinada. Pero puedo equivocarme. Lo que si que tengo claro es que la vida no siempre se puede disfrutar. -ya se encargan algunos de impedirnoslo.- Aunque me gusta...tu modo de ver las cosas. Me recuerdas a alguien, y no sé a quien exactamente. Si te vas a quedar por aqui....podriamos hablar mas a menudo. - se quitó las hombreras dejando a la vista unos bonitos hombros, bien delineados. Ofrecía una imagen digna de ser observada, pero entonces me di cuenta de que quiza estuviese incomodándola, y aparté la vista. -Perdón. ¿Quieres que te...uhm...te enseñe algo del bosque?

"que tonteria, lleva muchos mas años que tu viviendo aqui"

-No, vale, mala idea. Ya lo conoces. Cuantas veces te has aventurado fuera de aqui? Has tomado parte en la guerra de algun modo?

-Puede que el único que lo logro hasta ahora haya sido solo ese tal Fenrir... Y puede que cueste creer ciegamente en algo, pero tal vez si lo haces podrías llegar a controlar completamente tus transformaciones al igual que él...

Me sentí un poco avergonzada al momento que me miro de esa forma al ofrecerle mi ayuda.

-¿Y porque no hacerlo? Si puedo ayudarte lo haré...Solo te ofrezco mi ayuda, y si esperas que pida algo a cambio, solo te pediré que me cuentes tu historia, si es que eso no te molesta y si no quieres hacerlo, entonces mi ayuda sera gratuita.

Podía llegar a sonar un poco estúpida esa petición, pero no había nada que ese chico pudiera hacer por mi, y las historias era lo que mas me gustaba sobre cualquier otra cosa material. Desvié unos segundos mi mirada a los llamativos vendajes, para volver a los dorados ojos del joven.

-Dudo que los demás de mi raza sean iguales a mi... Suelen ser algo...Malos...

Escuche atentamente al castaño, no quería interrumpirlo ya que después de todo era su punto de vista y lo respetaba.
-Siempre estoy aquí, aunque normalmente suelo estar en lo mas profundo del bosque... Me agradaría poder seguir hablando contigo Jarkko...

Dije con una gran sonrisa en la cara. Un leve color rojizo casi imperceptible se deposito en mis mejillas al sentir la mirada del licantropo sobre mi al momento de quitarme las hombreras. Reí un poco por su petición de enseñarme el bosque.

-La ultima vez que salí de aquí los humanos aun usaban carruajes jalados por caballos... Y por los años que pasaron de eso, dudo que siga siendo así. La única posición que tome cuando la guerra inicio fue la de brindar ayuda a quienes entraran a este bosque buscando refugio y ayuda al bosque mismo... Después de todo, la guerra no es mas que las ansias de poder de los humanos, una discusión sin fin por ver quien tiene la razón... Al menos, así es como yo lo veo.

Me levante del montículo de tierra, que había creado anteriormente, estirándome un poco y mirando al chico con una sonrisa.

-¿Quieres caminar?... ¿Ya viste el lago? Es de mis lugares favoritos en el bosque

Envolví en mi capa la parte de la armadura que se había quitado, colgandomela al hombro.

-Puede ser. Pero de lograrlo, seria un gran avance para los licántropos. No todos lo ven asi no obstante....has oido hablar del otro clan, los Luna Roja?

Pregunté a Azazel algo dudoso, no creia que estuviese dando demasiada informacion, no...? Encogi levemente mis hombros cuando me respondio asi a aquello de por qué iba aquerer ayudarme. Al parecer se trataba de altruismo puro y duro.

-Estoy acostumbrado a esperar poco de la gente. Asi no me decepcionan nunca. Lo ves? - le sonrei por vez primera, como si lo que yo acaba de decir fuese positivo. Para mi lo era al menos. -Mi historia...está bien. Lo que vaya recordando de ella.

Pegue una patadita a una piedra de modo distraido, al terminar de decir eso ultimo. Luego me aparté un poco el pelo de la cara para poder verla mejor. Los de su raza, malos...? Lo tendria en cuenta si encontraba a otro como ella, aunque antes le daria el beneficio de la duda a cualquiera.

No percibi que se sonrojó por mi mirada, pero si vi su sonrisa y que aceptó a eso de hablar mas. En ese momento, yo tambien me puse en pie. Me quedé bastante serio al oir todo el tiempo que habia pasado alli...sabia de la guerra, pero no de los avances que habian tenido los humanos, ni nada de aquello. Se limitaba a ayudar alas almas perdidas que por aqui acababan. Mi oferta entonces no era nada alentadora...

- La ultima vez que yo estuve por alli...te aseguro que los carros no iban tirados por caballos. Si quieres ver como ha cambiado el mundo, puedo enseñártelo. Pero no va a ser bonito. Hace falta valor....

Gruñí un poco y perdi mi mirada por los limites del bosque, hasta oirla hacer aquella sugerencia. Asentí acercandome un poco a ella.
-No he estado. Puedes enseñármelo...¿vamos? Yo te sigo.

Negué con la cabeza al escuchar de ese otro clan, aunque por el nombre no sonaba muy bien. Aunque su sonrisa no encajaba mucho con lo que acababa de decir, seguía siendo algo bonita. Me sorprendí un poco al escuchar que no recordaba toda su historia, lo que lo volvía aun mas interesante.

-Espero que conmigo te acostumbres a recibir un poco mas de ayuda... Con al menos una pequeña parte de tu historia me conformo, para poder recordarla en un futuro...

Dije con una sonrisa en el rostro. Aquel chico se le hacia muy interesante y su curiosidad hacia que quisiera saber mas de él.
La propuesta de ver el exterior del bosque le intereso, siempre le había dado curiosidad de lo que habría afuera, pero nunca se atrevió a salir sola.

-Hay muchas cosas que no son bonitas y aun deben ser vistas... ¿Podrías enseñármelo algún día?

Después de todo, pasar tiempo con el castaño significaba conocerlo mas. Poder saber como era tanto el como las costumbres de su clan.

-Claro, vamos.

Deshice los dos montículos de tierra que había creado, dejando el terreno como estaba antes de que llegaran. Para así comenzar a caminar hacia la oscuridad del bosque.

-Y ¿que edad tienes? Te ves joven...

''Claro que se ve joven, comparado con tu edad, cualquiera es joven''
Era una pregunta algo tonta, como, seguramente, la mayoría de las que haría, aunque después de todo serian parecidas a las que el licantropo le había hecho.

-Cierto, apartar la mirada no ayuda demasiado. Si aceptas, te guiaré por los alrededores de Londres...por las noticias que el clan ha recibido, no es seguro adentrarse en el corazon de la ciudad. Pertenece a los humanos. Y....iremos por la noche, mejor. Ya sabes, a ti la luz del dia te molesta. Y a mi la oscuridad no me importa.

Eché a caminar al lado de ella dejando que fuese la guia de viaje. Me alegré de que quisiera hacer una pequeña excursion al exterior. Por mucho que me gustase mi nuevo hogar en Llangoed, seguia gustandome salir afuera tambien. Era una mezcla entre recuerdos y....y vete a saber que. Ni yo mismo lo tenia claro.

Su pregunta me hizo fruncir el ceño pensativo, echando despues la vista hacia arriba, echando cuentas.

-Esa es una de las cosas que no recuerdo con exactitud. Debo de estar entre los 25 y los 30. Tenia mi fecha de nacimiento apuntada en un papel, porque un mago me la dijo...pero no la he traido aqui asi que no la recuerdo. Creo que tampoco es demasiado importante.  Sí que se que mi nombre de verdad es Jarkko, aunque antes solían llamarme Strider. No recuerdo cuando ni cómo me convertí en licántropo, pero sé que fue hace mucho, siendo niño. Tampoco recuerdo la cara de mis padres. Sé sus nombres. Y sé que están muertos, desde hace mucho tambien. Por fortuna, tengo un par de amigos que me ayudan con esto de la informacion.....son cosas que sé porque me las han contado, pero que no recuerdo. En el clan hay algunos...guias espirituales, chamanes, que estan intentando ayudarme a que pueda recordar por mi mismo. Hasta que no conecte del todo conmigo mismo no podré hacerlo con el lobo.

Habia hablado bastante para tratarse de mi. Avanzaba a su lado a buen paso, con pisadas firmes que se hundian en el barro del bosque, pues habia comenzado a caer una lluvia fina. Aun asi, no levantaba demasiado ruido al moverme. No sabia la ruta que ella iba a marcar, pero esperaba que pudiesemos llegar al lago pronto. La miré un poco de reojo, fijandome en la armadura que iba cargando.
- No tienes...frio?

-Me encantaría que me enseñaras como es allá afuera... Tu debes saber mas de lo que son aquellas maquinas... Gracias...

Era muy considerado de su parte el ir a recorrer los alrededores de Londres de noche, aunque seguramente era para no llamar demasiado la atención. Bajo la mirada sonriendo abiertamente al momento de agradecerle.
Lo oía atentamente, aunque no debía ser muy lindo olvidar de donde vienes, tal vez era mejor. Así no abría lamentos en vano y tal vez lo recordaría cuando lograra, como el dice, conectar con el lobo.

-Aunque no lo recuerdes eres joven...Y...¿Cuales son los rituales para conectarte con aquel lobo?

No faltaba mucho para llegar al lago, pero el suelo comenzaba a volverse mas irregular, las raíces de algunos arboles sobresalían del la tierra y habían algunas ramas rotas tiradas, sentí la llovizna refrescante sobre mi cuerpo, seguí con la mirada al frente para evitar cualquier posible caída.

-Para nada, después de pasar todo el día cubierta con tantas cosas, esto es el paraíso...

Dije riendo un poco pasándome una mano por el cabello tirándolo hacia atrás y acomodando mejor la armadura envuelta en la capa que llevaba al hombro.

-Ten cuidado al pisar, si no estas acostumbrado puedes llegar a tropezar...

La humedad del suelo se hacia cada ves mayor, estaban a unos pocos metros del lago, por lo que acelero un poco el paso hasta llegar al bello lugar con un gran lago, grandes arboles que parecían protegerlo y bajo aquellos arboles. La cristalina agua del lago reflejaba el cielo nocturno. Mire a mi alrededor revisando que no había ningún invitado inesperado.
Dejo la improvisada bolsa bajo uno de los arboles frente al lago para acercarse al agua, agachándose para poder mojarse las manos admirando el lugar como lo hacia siembre que iba allí.

-Algo asi. Las he visto alguna vez. Hay unas maquinas asesinas....a esas es mejor que no nos las encontremos. Por eso te llevare solo por las afueras de la ciudad. Mejor que esta la veamos de lejos.

La lluvia no me molestaba en absoluto, al contrario, me resultaba agradable. Me movia con seguridad por aquel terreno. No con tanta ligereza como ella, pero con un equilibrio digno de alguien de mi tipo, acostumbrado ademas a ese tipo de vida. No habia pasado tanto tiempo como ella aqui, pero en contrapunto, me adaptaba muy rapido al habitat.

-Tengo tiempo para recordar. Los rituales....? De momento...meditar, meditar y.....meditar. A veces se hacen meditaciones guiadas pero la mayor parte del tiempo debo intentarlo solo.... -por como lo decia, se notaba que era algo que me frustraba bastante. Lo intentaba y practicaba mucho pero no se me daba demasiado bien. - Tu sabes meditar?

Salté una raiz especialmente prominente, y apoyé mi mano sobre uno de los troncos. La lluvia, si bien me agradaba, me robaba parte de mi mejor sentido: el olfato. Todos los olores desaparecian y se volvian confusos para mi... asi que mi ceño se arrugó y olisquee el aire un par de veces, algo incomodo. Y luego segui avanzando

-Tranquila...estoy acostumbrado.

Por fin llegamos a aquel lugar que para mi aun era desconocido. Mi vista se encontró con algo realmente hermoso. Un lago protegido por los arboles, con la oscura superficie del lago perturbada por las ondas que creaban las gotas de lluvia al caer sobre el. Y las estrellas y la luna reflejadas en ésta. Ella se acerco antes, mientras yo quede atras distraido por la imagen. Por fin cuando ella se agacho terminé yo de avanzar a su puesto, quedando a su lado mientras mojaba sus manos.

-Este parece un buen sitio para intentar practicar.... - dije en voz baja y algo ronca. Me aparté un poco de ella, sentandome sobre un tronco humedo, para quitarme las botas, poniendo mis pies descalzos sobre la tierra mojada. Era mejor sentirlo asi directamente en la piel. Luego sacudi mi cabeza cual perro mojado quitandome agua del pelo. Luego me puse en pie y caminé hacia la orilla hasta que el agua llegó a mis tobillos.

-¿Crearon eso para la guerra?...Llévame por donde creas seguro, por mi esta bien... Me enseñaron a meditar una vez, pero nunca supe en que debía focalizarme por lo que siempre terminaba dormida...

Dije un poco avergonzada por lo ultimo, nunca había terminado de comprender realmente como se hacia ni para que, aunque las veces que lo había intentado había acabado por quedarse dormida muy rápido.
Al momento de ya estar en el lago, pude sentir sus pasos hasta llegar a mi lado y al escucharlo mi sonrisa se amplio aun mas. Seguí los movimientos del castaño hasta que metió sus pies descalzos en el agua.

-Eres el primero al que traigo aquí... Disfrútalo.

Sentándome en la orilla del lago mirando al chico, la lluvia se fue deteniendo lentamente hasta que ceso. Aun jugaba un poco con el agua salpicando al contrario sin siquiera darme cuenta. Subí mi vista al cielo y suspire, la noche estaba despejada y tranquila.
Lleve mis rodillas a mi pecho abrazándome las piernas mirando el paisaje, pasando mi vista por el chico varias veces. Mi edad no había cambiado mi madurez, por tener tantos años era bastante inmadura en algunas cosas y eso se reflejaba en las ganas que tenia de empujar al licantropo al agua. Tal vez se enojaría, pero me gustaba imaginar que el muchacho me seguiría el tonto juego.
Me quite las botas, lo mas rápido que pude, para caminar junto al chico de orbes dorados, empujándolo tan solo un poco para desestabilizarlo.

-Asi es. Esas maquinas son capaces de leernos y saber si somos seres magicos o no. Daria igual aunque nos disfrazasemos...no se les puede engañar. -algo parecido a una pequeña sonrisa asomo a mi boca cuando dijo que ella tampoco habia aprendido a meditar en condiciones. ¿Se acababa durmiendo? - Que casualidad. A mi me pasa justo lo mismo...

La lluvia cesó e hice un ruido breve de satisfaccion cuando me dijo que era la primera persona que traia al lugar, paseando mi vista por la superficie del lago que poco a poco iba asemejandose mas a un espejo. Los pies se me estaban hundiendo en el fondo embarrado del lago, y el frio subia por mis piernas.

Escuché a la drow moverse, pero en ningun momento esperé que fuese a empujarme, la verdad. La sorpresa pudo conmigo. Su empujon, unido a que tenia los pies atrapados y hundidos en el barro, hicieron que perdiese el equilibrio y me cayese de bruces al agua.

"pero que...?"

Me habia caido con todo el equipo (menos las botas) espada incluida. Me incorpore rapidamente,a cuatro patas, con todos mis largos pelos chuchurridos tapandome la cara, respirando muy bruscamente porque el agua estaba helada. La miré a ella primero queriendo comprobar que no me estaba intentando ahogar, ni nada por el estilo, y al ver su inocente sonrisa me di cuenta de que habia sido...eso, una broma. Dejé de respirar cual chucho hidrofóbico y la agarré a ella para tirarla tambien al agua conmigo, acompañandolo de una sonrisa que pretendia ser maligna pero no lo era.
-ahora estamos empate!!!!

Quede asombrada ante la explicación de esas maquinas, nunca habría imaginado que lograran hacer cosas que lograran ser tan inteligente que pudiera distinguir entre un ser mágico con uno que no lo es.

-¿Quien invento esas nuevas maquinarias?... Lo raro es que no halla mas personas que se duerman al intentar meditar

Ríe un poco diciendo esto ultimo.
Al darle aquel empujón no pude evitar reír al verlo caer al agua. Me esperaba algún regaño o algo, pero lo que recibí fue mas frió. El chico me tiro al agua, jadeando un poco por lo fría que estaba el agua, con el cabello pegado a la cara, para mirarlo y largar una carcajada. Al ver su sonrisa y escucharlo le sonreí de vuelta, me quite los cabellos de la cara para luego salpicarle la cara, impulsando el agua con sus manos.

-Esto no quedara así...

Dije riendo en lo que lo salpicaba con agua, para sumergirme en el agua, solo unos segundos para salir mirándolo con una sonrisa en la cara. Lo que le quedaba de armadura hacia que se le dificultase un poco nadar con normalidad, pero eso no evitaría que se divirtiera.

Conseguí tirar a la elfa al agua, pero era de esperar que fuese a devolver la jugada. Ya estaba empapado asi que algunas salpicaduras mas me  daban igual....  se sumergió volviendo a salir al poco.

-Consideraste que necesitaba un baño o algo asi...? Te advierto que soy un hombre lobo muy limpio...

"lo suficientemente limpio, eh"

El agua no cubria demasiado, a mi me llegaba poco mas arriba de la cintura. A ella le cubria algo mas. Me quedé callado unos instantes, pensando en lo que me habia dicho antes sobre las maquinas. La miraba a los ojos con demasiada firmeza, y comencé a acercarme a ella muy despacio. Su pelo blanco mojado pegado a su rostro y cayendo en cascada sobre uno de sus hombros... me parecio que aquello acentuaba su belleza y lo brillante de sus ojos. De hecho, me estaba acercando a ella de modo un poco inconsciente.

-Es curioso cuando sonríes. La mayoria d ela gente lo hace solo así...con los labios. - dije acercando una mano a su mejilla, pero antes de rozarla, la volvi a bajar. - Pero tú lo haces con los ojos también.

Dejé de acercarme al darme cuenta de que me habia pasado y de que quiza habia invadido su espacio demasiado. Asi que aparté la mirada rapido, algo...avergonzado. Y miré al centro del lago, señalando en aquella direccion y cambiando de tema rapidamente.

-Has buceado hasta el centro? Cómo de profundo es? - tras mi interrumpcion me aparté, dandole algo de espacio.  -Y esas maquinas....las inventaron los humanos, los seres no mágicos

-No, es solo que te veías perfecto para ser empujado...

Vi como el chico me observaba, y no pude evitar hacer lo mismo, aunque su cabello cubría parte de su cara se seguía viendo bien, aquellos bellos ojos resaltaban aun mas. Al verlo acercarse solo me quede en mi lugar, me daba curiosidad lo que pensaba hacer, si es que hacia algo.

''Tal vez solo tengo algo en el cabello''

Aunque ese pensamiento se desvaneció al escucharlo. No supe que decir, podía sentir nuevamente el calor en mis mejillas. No se porque lo hice, pero tome la mano del chico, y levante mi mano libre para correrle suavemente algunos cabellos de la cara para poder verlo mejor.
Baje la mirada, mi rostro prácticamente emanaba calor. Mirando hacia donde él señalaba, el centro del lago. Sin darse cuenta de que aun seguía tomándolo de la mano

-Nade muchas por ahí, es mas de dos veces mi altura, el fondo es algo peligroso, el barro en ese lugar es como arenas movedizas, cuanto mas te mueves mas rápido te atrapa... Si te atrapan es difícil escaparse...Si es que lo logras...

Me quede pensando sobre lo de las maquinas un rato en silencio.

-¿Como es... Que se volvieron tan... crueles?... ¿Todos son así?

Esas preguntas eran mas para mi que para que el contrario me las responda. Nunca creí que llegarían a hacer esas cosas. Llegar al punto de terminar con vidas ajenas...Después de todo era la guerra, aunque era una guerra estúpida, sin sentido. La sonrisa en mi rostro se borro completamente, con la mirada algo perdida en el reflejo que el agua producía, comenzando a temblar levemente por el frío que comenzaba a sentir.

Quedé sorprendido por aquella respuesta fisica de ella al sujetar mi mano y apartarme algo de pelo mojado de la cara. No reaccioné demasiado a aquello, salvo por algun movimiento rapido de mis ojos que indicaban algo cercano a la vergüenza. Aunque no pude ver como se sonrojaba porque en gran medida la oscuridad de la noche y de su piel prevenian de aquello, si que pude apreciar por su modo de desviar la mirada que ella no andaba en un estado demasiado diferente del mio. Estaba absurdamente nervioso...pero tampoco hice por soltar su mano

-Lo tendré en cuenta ...por si alguna vez me da por volver para bucear hasta el fondo. Morir atrapado por barro bajo un lago muy frio no es una muerte que suene demasiado bien

Ella se quedó por primera vez seria en mucho tiempo, haciendo una pregunta que parecia para si misma. Mi ceño se frunció y apreté levemente mis labios.

-Yo creo que ya eran crueles, es solo que ahora tienen más medios. Pero no....no todos son asi. No, que va. No tenemos que hacer como aquellos, que nos meten a todos en un mismo saco por tener magia.

Parecia temblar y se habia quedado totalmente seria, sin rastro de sus sonrisas. Asi que me acerqué y le puse mis manos sobre sus hombros buscando su mirada perdida. Tanto tiempo sin salir del bosque, sin ver en qué se habia convertido el mundo....quizá era mejor que no saliera, que preservase su optimismo.
- Quizá lo de salir a mostrarte las afueras de la ciudad no sea buena idea. Y ademas...estás temblando. Vamos para afuera.

Deberiamos hacer una hoguera para secar nuestras ropas, pero con toda la madera mojada, iba a ser complicado. Y sabia que a Llangoed no podia llevarla...aunque tambien estaba casi seguro de que no representaba ningun peligro para el clan. Tiré de su mano para que saliesemos del lago, acercandome a donde habiamos dejado nuestras pertenencias. La solté para ir a por su capa, que afortunadamente, estaba medio seca, al lado de la armadura. La retiré de ahi y volvi a su lado para echarle la capa sobre los hombros y cubrirla, frotando un poco sus brazos con mis manos. Aunque no tenia tacto en ellas (por culpa de los vendajes y de que bueno, no estaban hechas de tejidos normales) , no podia saber a que temperatura estaba así... Yo no llevaba mas ropa que la que traia encima, y ya estaba empapada por el chapuzón. A falta de poder notar su temperatura con mis manos acerqué mis labios a su frente. No estaba heladisima pero si bastante fria.
-Oye, que tal si la proxima vez que me empujas al agua sea en un dia soleado? Asi mi venganza no te dejará cerca de una hipotermia. Deberias buscar refugio. Vives en algun lugar concreto del bosque...?