Recuerdo del primer mensaje :
El trabajo es muy duro, y algun mago puede acabar agotado o herido. Como es impensable trasladar a un prisionero hasta el hospital de la ciudad, se les atiende en el propio centro. Aunque aqui los cientificos tambien llevan a cabo algun que otro experimento de dudosa calidad moral.
Nota: en los temas de enfermería los personajes recuperan 20 PS por día (off rol, reales) que pasen aquí, contados desde el momento en que posteen o que otro personaje les traiga, explicitando en su post que están aquí.
Nota: en los temas de enfermería los personajes recuperan 20 PS por día (off rol, reales) que pasen aquí, contados desde el momento en que posteen o que otro personaje les traiga, explicitando en su post que están aquí.
Blair O'Connell
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Cómo cada mañana se había despertado con la luz del sol, ocho horas de sueño reparador cómo mínimo, la belleza no se mantiene sola, se viste, se arregla, le tira la comida a la criada al suelo y la hace recogerlo con la lengua... era nueva, se ve que no sabía aún como le gustaba el desayuno, a su hora y bajo en calorías. Siguió con su rutina, hoy saldría con las arpías de sus "amigas", mujeres de los otros altos cargos de la alianza, esas zorras eran casi tan falsas como sus pechos, eran aburridas y se ponian colonia barata, que asco.
Las horas fueron pasando y gracias a dios después de la hora de comer estaba libre para hacer lo que le apetecía, por suerte su marido y Andreas le habían dado un pase para ir a los campos de concentración, tenía venenos nuevos que probar en algún pobre desgraciado, preferiblemente alguna muchacha bonita sus gritos de agonía y sus caras desfiguradas por el dolor eran sin duda sus favoritas.
En cuanto llega al recinto, muchos de los guardias no pueden resistir echarle un buen vistazo, amaba esa sensación, los hombres eran tan idiotas, uno de los científicos que la conocía pidió escolta para ella y la condujo hasta su destino, la enfermería, al parecer su marido se encontraba con un paciente, le ofrecieron anunciarla pero se negó -No te preocupes querido, lo haré yo misma, ya soy mayorcita y hasta sé atarme yo misma los zapatos, le daré una sorpresa a mi querido esposo...-pasa una mano por la mejilla del científico en modo de caricia hasta su barbilla antes de entrar a la enfermería.
La escena era de lo más asquerosa, ahí estaba él, metiendole mano a una de esas jovencitas... "¿me pregunto que será?" pensó antes de llamar su atención desde la puerta -Toc, Toc querido, interrumpo algo interesante? parece que tus gustos son cada vez más raros... adelante, no te cortes por mi, continúa...- dice casi en tono de burla, poco le importaba lo que hacía pero los gustos de su marido por las chicas de raza mágica serían la delicia de la prensa.
Las horas fueron pasando y gracias a dios después de la hora de comer estaba libre para hacer lo que le apetecía, por suerte su marido y Andreas le habían dado un pase para ir a los campos de concentración, tenía venenos nuevos que probar en algún pobre desgraciado, preferiblemente alguna muchacha bonita sus gritos de agonía y sus caras desfiguradas por el dolor eran sin duda sus favoritas.
En cuanto llega al recinto, muchos de los guardias no pueden resistir echarle un buen vistazo, amaba esa sensación, los hombres eran tan idiotas, uno de los científicos que la conocía pidió escolta para ella y la condujo hasta su destino, la enfermería, al parecer su marido se encontraba con un paciente, le ofrecieron anunciarla pero se negó -No te preocupes querido, lo haré yo misma, ya soy mayorcita y hasta sé atarme yo misma los zapatos, le daré una sorpresa a mi querido esposo...-pasa una mano por la mejilla del científico en modo de caricia hasta su barbilla antes de entrar a la enfermería.
La escena era de lo más asquerosa, ahí estaba él, metiendole mano a una de esas jovencitas... "¿me pregunto que será?" pensó antes de llamar su atención desde la puerta -Toc, Toc querido, interrumpo algo interesante? parece que tus gustos son cada vez más raros... adelante, no te cortes por mi, continúa...- dice casi en tono de burla, poco le importaba lo que hacía pero los gustos de su marido por las chicas de raza mágica serían la delicia de la prensa.
Aunque por dentro se sentía desesperada por una respuesta, por exprimir su cerebro para encontrar una solución, no podía evitar poner su rostro en blanco. Era algo ya interiorizado, el no mostrar ningún sentimiento en las situaciones más comprometidas. Por mucho que trató de no enlazarse con él, al final le dejaba un cigarrillo en la mesilla y ese era un "favor", que aunque no lo había solicitado lo pagaría, aunque fuera con mal karma.
Negó suavemente cuando Éamon preguntó implícitamente si eran iguales. No lo eran, pero no por los motivos que él consideraba, sino simplemente porque estaba amarrada y si no iba a poder darle un buen golpe mejor le valía no moverse ni intentar nada. Por otro lado, las palabras de Éamon no eran tan cuidadosas y develaron algo que ya tenía prvisto, como que al menos esa ejecutora no se encontraba en buenos términos con la Alianza. Asintió, de cualquier manera, para darle su dosis de sumisión, que parecía necesitarla para vivir. No tardó mucho en obligarle a levantar el rostro. No es que le hubiera dejado de mirar en todo ese tiempo, pero era su manera de reafirmar la situación de poder.
Se mantuvo de igual manera en silencio por un instante. Cuando iba a empezar a hablar, sintió como la mano del moreno bajaba lenta y suavemente por su cuello hasta llegar a un lugar en el que nunca debió encontrarse. No pudo evitar huir de su mirada, no por pena, sino para abstraerse un poco de la situación y tratar de evadirse.- No para esto, pero quizás tengo otras habilidades...- Pasó un trago amargo por la garganta, obligándose entonces a mirarle de vuelta cuando una voz desconocida llamó su atención. Clavó sus ojos en la voluptuosa mujer, deteniendo su mente cuando la palabra "querido" salió de su boca. ¿Sería algo así como... su esposa? Había visto mujeres ya que no se inmutaban de las infidelidades de sus maridos, pero ¿dónde...? Sacó el pensamiento de su cabeza, pasando a otro más práctico, pues viendo bien a Éamon, no parecía de aquellos a los que les gustaban las mujeres tan curvilíneas... o quizás era que tenía toda el porte para plantarle cara e importarle un bledo lo que él pensara, ignorando su autoridad... Alzó una ceja de manera muy sutil, haciendo poco evidente sus dudas internas mientras continuaba con la mirada clavada en la mujer.
Negó suavemente cuando Éamon preguntó implícitamente si eran iguales. No lo eran, pero no por los motivos que él consideraba, sino simplemente porque estaba amarrada y si no iba a poder darle un buen golpe mejor le valía no moverse ni intentar nada. Por otro lado, las palabras de Éamon no eran tan cuidadosas y develaron algo que ya tenía prvisto, como que al menos esa ejecutora no se encontraba en buenos términos con la Alianza. Asintió, de cualquier manera, para darle su dosis de sumisión, que parecía necesitarla para vivir. No tardó mucho en obligarle a levantar el rostro. No es que le hubiera dejado de mirar en todo ese tiempo, pero era su manera de reafirmar la situación de poder.
Se mantuvo de igual manera en silencio por un instante. Cuando iba a empezar a hablar, sintió como la mano del moreno bajaba lenta y suavemente por su cuello hasta llegar a un lugar en el que nunca debió encontrarse. No pudo evitar huir de su mirada, no por pena, sino para abstraerse un poco de la situación y tratar de evadirse.- No para esto, pero quizás tengo otras habilidades...- Pasó un trago amargo por la garganta, obligándose entonces a mirarle de vuelta cuando una voz desconocida llamó su atención. Clavó sus ojos en la voluptuosa mujer, deteniendo su mente cuando la palabra "querido" salió de su boca. ¿Sería algo así como... su esposa? Había visto mujeres ya que no se inmutaban de las infidelidades de sus maridos, pero ¿dónde...? Sacó el pensamiento de su cabeza, pasando a otro más práctico, pues viendo bien a Éamon, no parecía de aquellos a los que les gustaban las mujeres tan curvilíneas... o quizás era que tenía toda el porte para plantarle cara e importarle un bledo lo que él pensara, ignorando su autoridad... Alzó una ceja de manera muy sutil, haciendo poco evidente sus dudas internas mientras continuaba con la mirada clavada en la mujer.
Éamon O'Connell
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El autocontrol de la chica no deja de sorprenderme, pues ya no sólo es capaz de evitar insultarme como el salvaje de Kyllian, sino que además apenas varía el gesto ni se queja cuando empiezo a meterle mano bajo el camisón de manera descarada. Precisamente por eso decidí provocarla un poco más para ver si saltaba, pero nada. Lo único que hizo para llevarme mínimamente la contraria fue proponerme otras habilidades en lugar de las relacionadas con lo que podía ofrecerme su cuerpo, en el sentido más carnal de la palabra. - Pues si no me sirves para luchar por mí, ni me sirves para otras actividades más placenteras, ni para obtener información...no veo por qué ibas a resultarme útil. Tal vez me equivoqué contigo, y lo que vi en la arena fue un espejismo. Cuando algo no me sirve, lo tiro. - murmuro volviendo a acercar mi rostro al suyo, a pesar de que Juliet ha girado la cabeza hacia otro lado como si esto no fuese con ella. - Diría que no tienes ni ganas de luchar por tu vida. O eso es lo que parece. ¿Ya ni siquiera te importa tu "futuro" hijo, o lo que sea eso? - sonrío de lado y con suficiencia, por eso de sentirme conocedor de todo lo relacionado.
- Si permiten que esa cosa siga ahí es sólo porque los científicos quieren hacer sus mierdas de estudios, a ver qué descubren. Yo diría que te lo arrancasen sin más, pero ellos tienen sus motivos...ya veremos. Al final la última palabra la tengo yo. Seguramente ni quieras tenerlo. ¿Quién querría en una situación así? - casi sueno comprensivo por un instante, aunque luego añado, susurrando. - Aunque me lo plantearía, teniendo en cuenta que seguramente sea lo último que te quede de él. El Black murió...no sobrevivió a todas las heridas acumuladas. - . justo en ese momento una voz que odio y reconozco aparece tras nuestras espaldas. Me pilla con la mano en todo el pecho de la pelirroja, por lo que emito un sonido de fastidio, apartándome lentamente de la chica, sin aspavientos. Me giro para quedar cara a cara con mi señora esposa, con cara de pocos amigos.
- Querida... - saludo entre dientes de la manera más falsa posible, hecho a propósito. - Cómo me gusta que vengas a verme al trabajo. Podría seguir, pero ya he terminado con ella. Por ahora. - una última mirada de advertencia a Juliet, ya vendré luego a ver si se puede obtener algo o si la doy por perdida. Camino hacia mi esposa, cogiéndola por la muñeca para separarnos de las camas lo suficiente como para que no nos escuche la chica. - Se ve que te aburres mucho como para tener que venir aquí a molestarme. Soy una persona ocupada, al contrario que tú. ¿Qué, no tienes ninguna criada a la que escupirle o ningún idiota con el que acostarte? ¿o sólo vienes a por más dinero? - en realidad ambos sabemos ya que nuestro matrimonio no es más que fachada, sabemos lo que hace el otro, al menos buena parte de ello, porque hablamos poco y casi no nos vemos, más allá de lo imprescindible.
- Podías hacer algo útil en lugar de cotillear todo el día con las furcias de tus amigas. Si no me das mucho el coñazo incluso podría colocarte a dedo en el ministerio que ahora ocupamos Andreas y yo a medias. - le pongo el caramelo en los labios, a mi no me viene mal que controle un ministerio mientras no interfiera en mis asuntos. - Ahora ve al grano. ¿A qué se debe tu insufrible visita?
- Si permiten que esa cosa siga ahí es sólo porque los científicos quieren hacer sus mierdas de estudios, a ver qué descubren. Yo diría que te lo arrancasen sin más, pero ellos tienen sus motivos...ya veremos. Al final la última palabra la tengo yo. Seguramente ni quieras tenerlo. ¿Quién querría en una situación así? - casi sueno comprensivo por un instante, aunque luego añado, susurrando. - Aunque me lo plantearía, teniendo en cuenta que seguramente sea lo último que te quede de él. El Black murió...no sobrevivió a todas las heridas acumuladas. - . justo en ese momento una voz que odio y reconozco aparece tras nuestras espaldas. Me pilla con la mano en todo el pecho de la pelirroja, por lo que emito un sonido de fastidio, apartándome lentamente de la chica, sin aspavientos. Me giro para quedar cara a cara con mi señora esposa, con cara de pocos amigos.
- Querida... - saludo entre dientes de la manera más falsa posible, hecho a propósito. - Cómo me gusta que vengas a verme al trabajo. Podría seguir, pero ya he terminado con ella. Por ahora. - una última mirada de advertencia a Juliet, ya vendré luego a ver si se puede obtener algo o si la doy por perdida. Camino hacia mi esposa, cogiéndola por la muñeca para separarnos de las camas lo suficiente como para que no nos escuche la chica. - Se ve que te aburres mucho como para tener que venir aquí a molestarme. Soy una persona ocupada, al contrario que tú. ¿Qué, no tienes ninguna criada a la que escupirle o ningún idiota con el que acostarte? ¿o sólo vienes a por más dinero? - en realidad ambos sabemos ya que nuestro matrimonio no es más que fachada, sabemos lo que hace el otro, al menos buena parte de ello, porque hablamos poco y casi no nos vemos, más allá de lo imprescindible.
- Podías hacer algo útil en lugar de cotillear todo el día con las furcias de tus amigas. Si no me das mucho el coñazo incluso podría colocarte a dedo en el ministerio que ahora ocupamos Andreas y yo a medias. - le pongo el caramelo en los labios, a mi no me viene mal que controle un ministerio mientras no interfiera en mis asuntos. - Ahora ve al grano. ¿A qué se debe tu insufrible visita?
Blair O'Connell
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no espera una respuesta de su marido, se acerca a la cama de la chica y toma el historial con la información de la chica, le echa un vistazo rápido y luego la mira a la pelirroja, sonriendole aparentemente con "amabilidad", cuando su marido se la lleva de la muñeca le sigue sin oponer resistencia, acababa de hacerse la manicura, no quería romperse una uña con él, al menos podría hacer eso porque las pequeñas láminas de oro que le habían puesto las pagaba el rubio.
cruza un brazo bajo su pecho apoyando el codo sobre la mano y así con la otra poder apoyar suavemente su barbilla, sonriendo de forma burlona -¿Ahora tienes un fetiche por las muchachas embarazadas? te ha despertado el instinto paternal? te recuerdo que aún tienes dos hijos a los que ni siquiera prestas atención, no me extraña que te guste tanto el trabajo, con tantos juguetes a tu disposición... espero que uses protección, no quiero que te salgan ladillas mágicas o algo por el estilo, que asco.-
Se acerca a él y le roba el tabaco que estaba fumando, da una calada y echa el humo hacia arriba antes de quitárselo de la boca y tirarlo al suelo para apagarlo con sus tacones, abraza a su marido por el cuello pegándose a él como si quisiera darle un beso -¿qué te ocurre? pareces tenso,¿ es que no has podido hacer nada porque he llegado yo? si sabes que me aburro ,¿para qué preguntas? las zorras de mis amigas son demasiado aburridas, no hacen más que cacarear como putas gallinas y asfixiarme con sus colonias baratas.- -Se separa de él y se sienta en un taburete cercano cruzando las piernas
Las siguientes palabras si que le sorprenden, ¿ponerla en un alto cargo? debía estar soñando, hacer y deshacer a su antojo, se lo estaba entregando en bandeja de plata y así tendría una excusa para ir a ver a Andreas, por ciertos intereses personales, se levanta sonriendo como un niño el día de navidad, le planta un beso en los labios y los lame en cuando se separa de él -Me gusta que al menos sepas como hacerme feliz de vez en cuando, es una lástima que seamos tan incompatibles- le limpia el carmín que le ha dejado y contesta a la última pregunta -Solo he venido a divertirme, tengo un par de cosas nuevas que le encargué a tus científicos, he venido para probarlas, ya sabes, juguetes nuevos... ¿si has acabado con ella me la dejas un ratito? a lo mejor puedo persuadirla mejor que tu, ya sabes que me gusta jugar con las niñas de cara bonita~~-
cruza un brazo bajo su pecho apoyando el codo sobre la mano y así con la otra poder apoyar suavemente su barbilla, sonriendo de forma burlona -¿Ahora tienes un fetiche por las muchachas embarazadas? te ha despertado el instinto paternal? te recuerdo que aún tienes dos hijos a los que ni siquiera prestas atención, no me extraña que te guste tanto el trabajo, con tantos juguetes a tu disposición... espero que uses protección, no quiero que te salgan ladillas mágicas o algo por el estilo, que asco.-
Se acerca a él y le roba el tabaco que estaba fumando, da una calada y echa el humo hacia arriba antes de quitárselo de la boca y tirarlo al suelo para apagarlo con sus tacones, abraza a su marido por el cuello pegándose a él como si quisiera darle un beso -¿qué te ocurre? pareces tenso,¿ es que no has podido hacer nada porque he llegado yo? si sabes que me aburro ,¿para qué preguntas? las zorras de mis amigas son demasiado aburridas, no hacen más que cacarear como putas gallinas y asfixiarme con sus colonias baratas.- -Se separa de él y se sienta en un taburete cercano cruzando las piernas
Las siguientes palabras si que le sorprenden, ¿ponerla en un alto cargo? debía estar soñando, hacer y deshacer a su antojo, se lo estaba entregando en bandeja de plata y así tendría una excusa para ir a ver a Andreas, por ciertos intereses personales, se levanta sonriendo como un niño el día de navidad, le planta un beso en los labios y los lame en cuando se separa de él -Me gusta que al menos sepas como hacerme feliz de vez en cuando, es una lástima que seamos tan incompatibles- le limpia el carmín que le ha dejado y contesta a la última pregunta -Solo he venido a divertirme, tengo un par de cosas nuevas que le encargué a tus científicos, he venido para probarlas, ya sabes, juguetes nuevos... ¿si has acabado con ella me la dejas un ratito? a lo mejor puedo persuadirla mejor que tu, ya sabes que me gusta jugar con las niñas de cara bonita~~-
No pudo negar que las cosas no le habían salido como había planeado. El rubio tenía menos autocontrol de lo que esperaba para ser alguien de una organización bélica tan importante, y eso no dejaba de sorprenderla. No perdió la compostura mientras él hablaba de nuevo, tratando de amedrentarla amenazando con desecharla, poniendo un poco de amor paternal al recordarle a su posible futuro hijo... si es que salía de ahí... Parecía hasta que se hacía el bueno. Con lo del cigarro y lo del bebé que pronto se volvió en amenaza no sabía decir lo que el rubio trataba de hacer jugando tantas caras a la vez.
Sí le impactó lo que dijo de Reiv, pero tenía que ser mentira. No se enfadó por lo mismo, porque de ser verdad ya lo habría sentido, había un vínculo y él no iba a venir a romperlo de buenas a primeras. Él estaba bien, y aunque tuvo que morderse la lengua para mantenerse apasible, su mente seguía pensando en que el rubio estaba equivocado. La aparición de la esposa vino a salvarle, aunque a saber por la manera en que se expresaban no parecía que el matrimonio fuera viento en popa. Se tomó un segundo para recomponerse de la idea misma de que Reiv pudiera estar muerto. Su corazón subió un par de latidos por minuto, cosa que le sorprendió pues normalmente controlaba sus sentimientos a la perfección, y después continuó con su observación distante, entrecerrando los ojos para que pareciera dormida y no que estaba espiando.
Sí le impactó lo que dijo de Reiv, pero tenía que ser mentira. No se enfadó por lo mismo, porque de ser verdad ya lo habría sentido, había un vínculo y él no iba a venir a romperlo de buenas a primeras. Él estaba bien, y aunque tuvo que morderse la lengua para mantenerse apasible, su mente seguía pensando en que el rubio estaba equivocado. La aparición de la esposa vino a salvarle, aunque a saber por la manera en que se expresaban no parecía que el matrimonio fuera viento en popa. Se tomó un segundo para recomponerse de la idea misma de que Reiv pudiera estar muerto. Su corazón subió un par de latidos por minuto, cosa que le sorprendió pues normalmente controlaba sus sentimientos a la perfección, y después continuó con su observación distante, entrecerrando los ojos para que pareciera dormida y no que estaba espiando.
Éamon O'Connell
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Mi cara de disgusto al escucharla hablar es más que evidente, más cuando se pone a hacerme reproches sobre nuestros hijos y el poco caso que les hago. Hipócrita por su parte, ella tampoco es que sea la mejor madre del mundo. Miro de reojo a Juliet cuando dice eso del fetiche, observando que no parece nada afectada por lo que le he dicho. O está medio traumada o todo se la pela bastante. Ya veremos. Después vuelvo a mirar a mi mujer, haciendo una mueca de desagrado. - Tú misma te has encargado de poner a nuestros hijos en mi contra. Los veo poco, pero cuando los veo es como si fuésemos desconocidos. A saber qué ideas les metes en la cabeza. - protesto cuando me quiere echar a mi toda la culpa del asunto hijos, soltando un sonido irónico cuando hace ese comentario sobre lo que me pueden pegar por ahí. - Tranquila, que si me pegasen algo a ti no se te iba a pegar nada, si ni tenemos contacto. - no sé ni el tiempo que hace que no estamos juntos en la misma cama como pareja, si le pegan algo seguro que es por otro lado.
Le lanzo una mirada asesina cuando me roba el tabaco, si yo no lo ofrezco no aguanto que me lo quiten sin pedir. Después me quedo inmóvil cuando me abraza, con actitud fría y distante. - No, si quisiera podría terminar, incluso podría invitarte a unirte, que seguro que has estado en camas con más gente. - replico simplemente por provocar, bufando por lo de sus amigas. No las aguanto, ni quiero que pongan sus absurdos culos en mi casa. - Yo qué sé, pues las acusas de colaborar con los renegados y las mandamos a la hoguera. - estando en el poder es lo más sencillo, una falsa acusación y fuera. Su beso en los labios me pilla bastante de sorpresa, sólo hace ese tipo de cosas cuando quiere más dinero o cuando recibe un regalo, como la caprichosa que es. - En el fondo te conozco un poco mejor de lo que crees. - susurro cuando se separa, alzando la barbilla. Sé lo mucho que le gusta el lujo y mandar, además de abusar de su posición, tal y como me pide ahora para usar sus "juguetes" con la prisionera. - Yo ya he terminado con ella, toda tuya, pero no me la rompas todavía. Ya sabes lo lloricas que se ponen los científicos cuando les dejas la investigación a medias. - me acerco a su oído para darle un par de directrices más, señalando con la cabeza al muchacho que hay en la cama de al lado, dormido y apartado con un biombo de donde está Juliet. - Si se te pone tonta...puedes probar a amenazar también a ese. Por las risas...- termino de susurrar, separándome de ella definitivamente para empezar a caminar hacia la puerta.
- Nos vemos después en el despacho de Wilhelm para hablar de tu nuevo ministerio. Habrá que avisar a la prensa y hacer una puesta en escena. - me despido de ella mientras vuelvo a sacar otro cigarro, que la muy cabrona me lo había dejado a medias. Después salgo de la zona de enfermería, pronto tocará hacerle visita al gato.
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PS JULIET: 49 + 80 (4 días off rol en enfermería)= 129
Le lanzo una mirada asesina cuando me roba el tabaco, si yo no lo ofrezco no aguanto que me lo quiten sin pedir. Después me quedo inmóvil cuando me abraza, con actitud fría y distante. - No, si quisiera podría terminar, incluso podría invitarte a unirte, que seguro que has estado en camas con más gente. - replico simplemente por provocar, bufando por lo de sus amigas. No las aguanto, ni quiero que pongan sus absurdos culos en mi casa. - Yo qué sé, pues las acusas de colaborar con los renegados y las mandamos a la hoguera. - estando en el poder es lo más sencillo, una falsa acusación y fuera. Su beso en los labios me pilla bastante de sorpresa, sólo hace ese tipo de cosas cuando quiere más dinero o cuando recibe un regalo, como la caprichosa que es. - En el fondo te conozco un poco mejor de lo que crees. - susurro cuando se separa, alzando la barbilla. Sé lo mucho que le gusta el lujo y mandar, además de abusar de su posición, tal y como me pide ahora para usar sus "juguetes" con la prisionera. - Yo ya he terminado con ella, toda tuya, pero no me la rompas todavía. Ya sabes lo lloricas que se ponen los científicos cuando les dejas la investigación a medias. - me acerco a su oído para darle un par de directrices más, señalando con la cabeza al muchacho que hay en la cama de al lado, dormido y apartado con un biombo de donde está Juliet. - Si se te pone tonta...puedes probar a amenazar también a ese. Por las risas...- termino de susurrar, separándome de ella definitivamente para empezar a caminar hacia la puerta.
- Nos vemos después en el despacho de Wilhelm para hablar de tu nuevo ministerio. Habrá que avisar a la prensa y hacer una puesta en escena. - me despido de ella mientras vuelvo a sacar otro cigarro, que la muy cabrona me lo había dejado a medias. Después salgo de la zona de enfermería, pronto tocará hacerle visita al gato.
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PS JULIET: 49 + 80 (4 días off rol en enfermería)= 129
Blair O'Connell
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Al parecer su marido tenía alguna que otra cosa que reprocharle, no lo culpaba, no sabía ni la mitad de cosas que hacía en su tiempo libre, con lo de los niños... bueno, alguna cosa si que les había dicho pero si cada vez que se aparece por casa tiene esa cara de perro rabioso no es de extrañar que no les caiga muy bien -Oh, vamos cariño, los niños tienen que estar del lado de su madre, si me quedo con ellos en el momento del divorcio pienso desplumarte- lo dice tan tranquila, como quien habla del tiempo, total, estaba claro que su marido lo sabía, lo del contacto entre ellos también era cierto pero no es que ella se negase a cumplir los deberes conyugales, si su marido no pasaba por casa tenía que buscar fuera lo que no tenía y últimamente tenía un "juguete" estable, sonríe solo de pensar en ello porque estaba segura de que Éamon no tenía ni idea de quién se trataba, ¿que cara pondría si se enterase? solo de pensarlo le recorre un escalofrío por la espalda que le da cierto placer.
-No me interesa verte hacerlo con tus muñecas hinchables, para eso me pongo una porno de las malas... y deberías probar lo de hacerlo con varios a la vez, es excitante tener a varias personas lamiendote los pies, te encantaría.- dice ante la respuesta del otro sobre estar en más camas con más gente, efectivamente, no se equivocaba y tampoco se avergonzaba de ello. La siguiente idea si que le gustaba, mandar a sus amigas a la hoguera, sería tan delicioso, pero poco práctico, muchas de ellas se dedicaban a criticar a sus maridos y eran la mejor fuente de información para tener controlados a otros altos cargos de la alianza, pero la idea era sin duda alguna exquisita -Me gusta como funciona esa cabecita retorcida tuya, por eso me casé contigo y no con el idiota de los cementos- puede que en el fondo hasta se tengan algo de aprecio el uno por el otro, después de todo ella lo había visto ascender desde aquella vez que se conocieron en el banco de Boston, traicionando, engañando, coaccionando, sobornando, toda clase de delitos para llegar hasta su posición actual, en cierto modo hasta lo admiraba, pero solo un poco, tampoco había que pasarse.
Ante la afirmativa de poder quedarse con la muchacha vuelve a sonreír, la mira mientras este le susurra lo que puede y no puede hacer... así que el chico que le gustaba se encontraba a su lado, perfecto, ya eran dos conejillos de indias y encima podría disfrutar de su sufrimiento con permiso de su esposo -¿que su chico está al lado? ¿y quieres que use su amor en su contra? eres tan retorcido... ahora mismo hasta te daría un par de hijos más, nos vemos luego querido- nuevamente le besa pero esta vez en la mejilla a modo de despedida, camina hacia la chica y se sienta en el lugar que ocupaba Éamon unos minutos antes, de nuevo cruza las piernas y se quita los guantes de terciopelo que llevaba puestos, dejando a la vista su perfecta manicura, uñas rojas como la sangre con toques dorados en las puntas, de nuevo lee el historial esta vez con más detalle.
-Despierta querida, no puedes haberte dormido tan pronto, te he visto hablar con el buenazo de mi marido, es demasiado gentil con las niñas lindas como tu, pero temo que se te ha acabado la suerte- dice sin apartar la mirada del informe con una cara tan apacible como la de una dulce anciana haciendo galletas para sus nietos -sin embargo no me deja ser demasiado cruel, los científicos quieren experimentar contigo y la rata que llevas en el vientre... hmmm... vamos a ver, ya llevas dos meses de gestación, puede que no deba inyectarte la nueva toxina pero quizás... chasquea los dedos y en un abrir y cerrar de ojos dos guardias se encontraban a su lado, les señala el biombo que separa la cama de Juliet de la contigua, dejando ver así a Reiv, estaba amordazado y atado para que no pudiera hablar, se levanta y echa un vistazo al castaño de arriba a abajo, tomando una tijera para cortar la bata que llevaba, no la iba a necesitar, pasa la mano por la piel del chico palpando su torso bien definido, mirando después a juliet -Para ser una mosquita muerta has cazado una buena pieza, es un chico muy guapo, y valiente por lo que me han dicho, pero cuanto puede resistir el dolor? tu que dices Juliet, cuanto crees que tardará en desmayarse?.
-No me interesa verte hacerlo con tus muñecas hinchables, para eso me pongo una porno de las malas... y deberías probar lo de hacerlo con varios a la vez, es excitante tener a varias personas lamiendote los pies, te encantaría.- dice ante la respuesta del otro sobre estar en más camas con más gente, efectivamente, no se equivocaba y tampoco se avergonzaba de ello. La siguiente idea si que le gustaba, mandar a sus amigas a la hoguera, sería tan delicioso, pero poco práctico, muchas de ellas se dedicaban a criticar a sus maridos y eran la mejor fuente de información para tener controlados a otros altos cargos de la alianza, pero la idea era sin duda alguna exquisita -Me gusta como funciona esa cabecita retorcida tuya, por eso me casé contigo y no con el idiota de los cementos- puede que en el fondo hasta se tengan algo de aprecio el uno por el otro, después de todo ella lo había visto ascender desde aquella vez que se conocieron en el banco de Boston, traicionando, engañando, coaccionando, sobornando, toda clase de delitos para llegar hasta su posición actual, en cierto modo hasta lo admiraba, pero solo un poco, tampoco había que pasarse.
Ante la afirmativa de poder quedarse con la muchacha vuelve a sonreír, la mira mientras este le susurra lo que puede y no puede hacer... así que el chico que le gustaba se encontraba a su lado, perfecto, ya eran dos conejillos de indias y encima podría disfrutar de su sufrimiento con permiso de su esposo -¿que su chico está al lado? ¿y quieres que use su amor en su contra? eres tan retorcido... ahora mismo hasta te daría un par de hijos más, nos vemos luego querido- nuevamente le besa pero esta vez en la mejilla a modo de despedida, camina hacia la chica y se sienta en el lugar que ocupaba Éamon unos minutos antes, de nuevo cruza las piernas y se quita los guantes de terciopelo que llevaba puestos, dejando a la vista su perfecta manicura, uñas rojas como la sangre con toques dorados en las puntas, de nuevo lee el historial esta vez con más detalle.
-Despierta querida, no puedes haberte dormido tan pronto, te he visto hablar con el buenazo de mi marido, es demasiado gentil con las niñas lindas como tu, pero temo que se te ha acabado la suerte- dice sin apartar la mirada del informe con una cara tan apacible como la de una dulce anciana haciendo galletas para sus nietos -sin embargo no me deja ser demasiado cruel, los científicos quieren experimentar contigo y la rata que llevas en el vientre... hmmm... vamos a ver, ya llevas dos meses de gestación, puede que no deba inyectarte la nueva toxina pero quizás... chasquea los dedos y en un abrir y cerrar de ojos dos guardias se encontraban a su lado, les señala el biombo que separa la cama de Juliet de la contigua, dejando ver así a Reiv, estaba amordazado y atado para que no pudiera hablar, se levanta y echa un vistazo al castaño de arriba a abajo, tomando una tijera para cortar la bata que llevaba, no la iba a necesitar, pasa la mano por la piel del chico palpando su torso bien definido, mirando después a juliet -Para ser una mosquita muerta has cazado una buena pieza, es un chico muy guapo, y valiente por lo que me han dicho, pero cuanto puede resistir el dolor? tu que dices Juliet, cuanto crees que tardará en desmayarse?.
No tengo ningún recuerdo después de haber caído en la arena, a excepción de alguna imagen suelta y borrosa siendo arrastrado desde la arena a la enfermería. Durante los siguientes días ya no fui consciente de nada, perdí la noción del tiempo y de todo lo que sucedía a mi alrededor, así hasta que mi mente comienza a despertar lentamente. A mis oídos llegan murmullos amortiguados que no logro entender, como si estuviesen muy lejanos. Ahora empiezo a ser consciente de cada dolor de mi cuerpo, de heridas más y menos recientes tratando de curar. No consigo abrir los ojos todavía, me siento demasiado débil todavía debido a la fiebre que llevo arrastrando desde los disparos de los soldados, ya que los médicos no terminaron de hacer su trabajo y dejaron dentro la bala del costado y la de la pierna, cosiendo sin sacarlas.
Tras varios minutos más consigo abrir los ojos, todavía sin ubicar muy bien dónde estoy ni recordar qué hago aquí. Cuando intento moverme noto que tengo las manos atadas por las muñecas, y además la boca tapada, por lo que no puedo hacer prácticamente nada. Lo primero que me encuentro es a una mujer morena que no he visto en la vida, cortándome la ropa por delante y pasando después su mano sobre mi pecho de manera descarada. La miro totalmente confundido, haciendo una mueca de molestia cuando llega a la parte de la venda que cruza parte del torso, por el zarpazo del licántropo. Precisamente es esa imagen la que se me viene a la mente, la que me hace despertar por completo al ser golpeado por ese recuerdo.
Giro la cabeza hacia un lado rápidamente, nada más escuchar el nombre de Juliet, que está en la cama de al lado. El corazón me da un vuelco al verla así, también ha acabado bastante mal. De repente lo entiendo todo, y vuelvo a tener presente la puta realidad. Le lanzo una mirada de preocupación al verla también en una cama de hospital, recordando que al final la dejé sola en la arena de combate. Gruño de manera ahogada al tener algo que me impide decir nada, tirando de las ataduras para ver si ceden un poco, incluso tratando de incorporarme por puro instinto de supervivencia.
"No le digas nada, ignórala, no le des el gusto."
Ojalá pudiese hacerle entender a Juliet lo que estoy pensando, que no le dejen usarme para manipularla, aunque sé que a mi también me costaría muchísimo no decir ni hacer nada si estuviese en su lugar. La cabeza me da vueltas y no consigo pensar en algo que pueda cambiar la situación, no quiero pensar que lo único que me queda hacer es resignarme y aguantar lo que sea.
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PS: 8
Blair O'Connell
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Le cuesta un poco despertar a Reiv, lo estaba haciendo de forma gentil, susurrándole al oído, acariciando su cara y finalmente abre los ojos cuando menciona el nombre de la chica pelirroja, eso es una buena señal, quiere decir que haga lo que haga al menos uno de los dos se pondrá nervioso -¡Has despertado! buenos días dormilón, estabas tardando en unirte a la fiesta- le da un besito en la frente dejando su carmín marcado el la piel del castaño pero se da cuenta de algo, su temperatura corporal es muy alta, examina sus vendajes, alguno parecía supurar, si iba a jugar con él no sería divertido que se muriera mientras trabajaba, se separa de él y de nuevo llama a alguien, uno de los científicos se acerca para ver que necesita -¿Qué clase de chapuza es esta? por qué no está curado como se debe, no se puede interrogar a los muertos inéptos! su cara de bella señora pasa a ser de basilisco con hemorroides, por poco le escupe al científico y no le ponía la mano encima porque a Éamon se disgustaría y aún no era la jefa de esa sección, aún.
-Ahora quiero que me traigas una bata, guantes y todo lo necesario para curar al guaperas, pero no me traigas anestesia, no la va a necesitar... oh! y lo más importante, traedme un ecógrafo para la chica, vamos a enseñar al futuro padre su nuevo bebé- pellizca la mejilla de Reiv para seguidamente darle un par de palmaditas, el científico se apresura a hacer lo que le han pedido teniendo todo listo en tiempo récord, ella se pone la bata y se recoge la larga melena negra en una coleta alta poniéndose un par de guantes para no tocar a directamente la piel de Juliet, pide a los soldados que le levanten la bata para dejar su vientre al descubierto mientras otro se asegura de que Reiv mire a la pantalla pone el gel frío en la zona que es necesaria sin avisar y luego hace fuerza con el aparatejo para poder ver lo que se estaba gestando ahí, quizás con un poco más de fuerza de la que necesitaba, cuando por fin localiza el útero, allí estaba, no era más que una bolita pequeña pero al ampliar la imagen se veía como algo del tamaño de una lenteja palpitaba con fuerza -Aquí está! mirad el pequeño trocito de amor que habeis creado, casi hasta me dan ganas de vomitar, felicidades futuro papá! no os puedo decir si es niño o niña hasta el tercer mes pero... quién sabe si llegaréis tan lejos, puede que si nos dais algo que valga la pena el blando de mi marido os deje vivir en los campos y criar a vuestro alien, pero para eso hay que colaborar- se quita los guantes y hace que se lleven la máquina, pasando ahora a ocuparse de Reiv.
Sus caras no tenían desperdicio, sobretodo la de él, al parecer no sabía nada de eso, pero era otra razón más para salir de ahí y suplicar por sus vidas, quita los vendajes y efectivamente, las heridas supuraban, tenía una buena infección y lo raro era que no se hubiese muerto ya, deshace la costura que habían hecho los científicos y presiona la herida para limpiar el pus que albergaba, casi le da una arcada pues el olor era un tanto desagradable, por suerte llevaba guantes, con in bisturí abre lo poco que haya podido cerrar la herida del costado he introduce una pinza para hurgar con saña en ella, seguro que le dolería un montón y cuanto más re revolviera en la cama sería peor, despues de un rato consigue extraer la bala dejándola en la mesita con el instrumental, hecha desinfectante sobre la herida de los que escuecen y echa un vistazo a juliet -Dime querida, has pensado ya en lo que te ha dicho mi marido? creo que cuando he llegado te estaba proponiendo marranadas, pobre Reiv, él aquí sufriendo y tu al lado dejando que te toquen los pechos, que descocada- dice sonriendo empezando a suturar de nuevo la herida.
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30dado + 10 hab= 40 curación para Reiv
-Ahora quiero que me traigas una bata, guantes y todo lo necesario para curar al guaperas, pero no me traigas anestesia, no la va a necesitar... oh! y lo más importante, traedme un ecógrafo para la chica, vamos a enseñar al futuro padre su nuevo bebé- pellizca la mejilla de Reiv para seguidamente darle un par de palmaditas, el científico se apresura a hacer lo que le han pedido teniendo todo listo en tiempo récord, ella se pone la bata y se recoge la larga melena negra en una coleta alta poniéndose un par de guantes para no tocar a directamente la piel de Juliet, pide a los soldados que le levanten la bata para dejar su vientre al descubierto mientras otro se asegura de que Reiv mire a la pantalla pone el gel frío en la zona que es necesaria sin avisar y luego hace fuerza con el aparatejo para poder ver lo que se estaba gestando ahí, quizás con un poco más de fuerza de la que necesitaba, cuando por fin localiza el útero, allí estaba, no era más que una bolita pequeña pero al ampliar la imagen se veía como algo del tamaño de una lenteja palpitaba con fuerza -Aquí está! mirad el pequeño trocito de amor que habeis creado, casi hasta me dan ganas de vomitar, felicidades futuro papá! no os puedo decir si es niño o niña hasta el tercer mes pero... quién sabe si llegaréis tan lejos, puede que si nos dais algo que valga la pena el blando de mi marido os deje vivir en los campos y criar a vuestro alien, pero para eso hay que colaborar- se quita los guantes y hace que se lleven la máquina, pasando ahora a ocuparse de Reiv.
Sus caras no tenían desperdicio, sobretodo la de él, al parecer no sabía nada de eso, pero era otra razón más para salir de ahí y suplicar por sus vidas, quita los vendajes y efectivamente, las heridas supuraban, tenía una buena infección y lo raro era que no se hubiese muerto ya, deshace la costura que habían hecho los científicos y presiona la herida para limpiar el pus que albergaba, casi le da una arcada pues el olor era un tanto desagradable, por suerte llevaba guantes, con in bisturí abre lo poco que haya podido cerrar la herida del costado he introduce una pinza para hurgar con saña en ella, seguro que le dolería un montón y cuanto más re revolviera en la cama sería peor, despues de un rato consigue extraer la bala dejándola en la mesita con el instrumental, hecha desinfectante sobre la herida de los que escuecen y echa un vistazo a juliet -Dime querida, has pensado ya en lo que te ha dicho mi marido? creo que cuando he llegado te estaba proponiendo marranadas, pobre Reiv, él aquí sufriendo y tu al lado dejando que te toquen los pechos, que descocada- dice sonriendo empezando a suturar de nuevo la herida.
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El miembro 'Blair O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
La conversación entre el par de tortolitos era cada vez más inquietante, sobre todo cuando comenzaron a mencionar a Reiv, que supuestamente se encontraba del otro lado del biombo. No abrió los ojos, intentó quedarse quieta, tranquila, con la mente en blanco, porque lo que había del otro lado podía ser tan bueno como verlo vivo o tan malo como verlo herido y maltrecho como nunca antes. Abrió los ojos al escucharle llamarle, encontrándola sentada en el banco que otrora ocupara su marido.Algo tenían los O'Connell con decirle que era linda, y no le gustaba el tono en que lo hacían. Del mismo modo, no reaccionó con sus menciones sobre la toxina. Nada podía hacer. Si quería inyectársela lo haría y no había nada que hacerle. Menos mal que parecía desistir.
Por fin, la separación entre ellos se deshizo. Se sintió un poco culpable de no haber sabido que él se encontraba tan cerca, como si por ser tan cercanos debieran reconocerse en el otro en todo momento. No pudo negar que le molestó algo que la morena tocara el torso de Reiv. La pregunta le sacó un poco de contexto, frunciendo un poco el ceño mientras examinaba la situación. Reiv se veía en mal estado. Le sorprendía el hecho de que pudiera abrir siquiera los ojos y gruñir de aquel modo. Si bien sentía compasión, en su rostro había dureza, pues la Alianza solo estaba buscando un momento de debilidad para hundir la herida en la llaga.
Si bien no es tanto él lo que le molesta, sino ella tocándolo, trató de mantenerse calma, pensando en las ganas que tenía de fumarse el cigarrillo y apagárselo en el ojo. Mucho mas... Sacarle los ojos al ser ella el que de repente lanza aquella noticia, que aún no decidía del todo si era buena o era mala. ¡De nada serviría su esfuerzo por ignorarle si el estúpido de Reiv caía en el cebo del nuevo bebé! Prefería casi que se enojara, que la situación fuera desagradable para él más que añadirle una preocupación.- No tengo ninguna certeza de que él sea el padre. Preferiría no obligarle a la paternidad de manera tan prematura.- Aclaró a la chica, girando el rostro como aburrida hacia ella. Se le daba bien mentir, pero esperaba que aún no hubieran hecho los exámenes de adn, que era pronto para hacerlos.
No puedo negar que las cosas se hicieron de manera demasiado rápida. Al no haber visto nunca nada como el aparatejo que traían, era complicado saber si dolería, si ardería... pero al final solo sintió algo de frío, raro en ella, y una presión extraña en el vientre, incluso hasta dolorosa, que a su gusto no se veía abultado ni diferente de lo normal. El extraño examen no duró nada. Al parecer fue más teatro que show, tratando de bajar las barreras de Reiv ante lo que seguía, que era la morena limpiando las heridas de Reiv al modo brusco. Las palabras de la morena, una vez más, no dejan de ser venenosas. Se sentía fatal por dentro, pero parecía ser un poco más fácil hablar con ella que con Éamon, a pesar de ser sumamente igual a ese tipo.- A fin de cuentas es un sufrimiento diferente. Un poco como el tuyo, pero sin cargar con sus hijos y con los millones...
Por fin, la separación entre ellos se deshizo. Se sintió un poco culpable de no haber sabido que él se encontraba tan cerca, como si por ser tan cercanos debieran reconocerse en el otro en todo momento. No pudo negar que le molestó algo que la morena tocara el torso de Reiv. La pregunta le sacó un poco de contexto, frunciendo un poco el ceño mientras examinaba la situación. Reiv se veía en mal estado. Le sorprendía el hecho de que pudiera abrir siquiera los ojos y gruñir de aquel modo. Si bien sentía compasión, en su rostro había dureza, pues la Alianza solo estaba buscando un momento de debilidad para hundir la herida en la llaga.
Si bien no es tanto él lo que le molesta, sino ella tocándolo, trató de mantenerse calma, pensando en las ganas que tenía de fumarse el cigarrillo y apagárselo en el ojo. Mucho mas... Sacarle los ojos al ser ella el que de repente lanza aquella noticia, que aún no decidía del todo si era buena o era mala. ¡De nada serviría su esfuerzo por ignorarle si el estúpido de Reiv caía en el cebo del nuevo bebé! Prefería casi que se enojara, que la situación fuera desagradable para él más que añadirle una preocupación.- No tengo ninguna certeza de que él sea el padre. Preferiría no obligarle a la paternidad de manera tan prematura.- Aclaró a la chica, girando el rostro como aburrida hacia ella. Se le daba bien mentir, pero esperaba que aún no hubieran hecho los exámenes de adn, que era pronto para hacerlos.
No puedo negar que las cosas se hicieron de manera demasiado rápida. Al no haber visto nunca nada como el aparatejo que traían, era complicado saber si dolería, si ardería... pero al final solo sintió algo de frío, raro en ella, y una presión extraña en el vientre, incluso hasta dolorosa, que a su gusto no se veía abultado ni diferente de lo normal. El extraño examen no duró nada. Al parecer fue más teatro que show, tratando de bajar las barreras de Reiv ante lo que seguía, que era la morena limpiando las heridas de Reiv al modo brusco. Las palabras de la morena, una vez más, no dejan de ser venenosas. Se sentía fatal por dentro, pero parecía ser un poco más fácil hablar con ella que con Éamon, a pesar de ser sumamente igual a ese tipo.- A fin de cuentas es un sufrimiento diferente. Un poco como el tuyo, pero sin cargar con sus hijos y con los millones...
El cinismo de la morena y la forma de tratarme hace que consiga empezar a odiarla en muy poco tiempo, y eso que me acabo de despertar. No entiendo su rollo ni sé de qué va, mucho menos cuando se queja a los científicos de que me han curado mal y pide material para arreglarlo ella misma. Total...ya que me hagan lo que sea, no creo que empeore mucho mi estado. Si al menos tuviese fuerzas intentaría arrancar las ataduras de un tirón para agarrarla por el cuello y estamparla contra la esquina de la mesa. Me recreo en esa imagen mental, hasta que dice las palabras ecógrafo, padre, bebé. La cara que se me queda es de incredulidad total, y no me queda otra que pensar que debe de estar mintiendo y siguiendo ese estúpido juego con el que me ha despertado. Busco rápidamente la mirada de Juliet como interrogándola con preocupación, buscando una pista para saber si lo que dice la loca es una farsa, o si por el contrario es real. No tardan mucho en traer el aparato ese que ha pedido, empezando con el circo que parece querer montar.
Trato de evitar que el soldado me sujete la cabeza para obligarme a mirar en esa dirección, aunque en cuanto pone en funcionamiento el aparato me quedo quieto. A Juliet no se le nota nada a simple vista, al menos desde la posición en la que estoy, pero toda duda queda fuera de lugar con lo que aparece en la pantalla del aparato. Me quedo completamente paralizado durante un instante, sin poder creerme lo que tengo delante. Apenas se ve, pero lo del latido es inequívoco.
"no...joder, no... aquí no. En el peor lugar, en el peor momento, con esta mierda de gente alrededor...es culpa nuestra"
El corazón se me acelera bastante por la certeza que da la prueba, haciendo que mi respiración se vuelva también más irregular por el impacto de la noticia. Evidentemente no puedo decir nada al tener la boca tapada, pero la expresión de mis ojos lo dice todo. Sorpresa, miedo y desesperación. Me entra todo el agobio del mundo sólo de pensar el peligro en el que está ella en este estado, y también de pensar lo egoísta que es que podamos traer a alguien al mundo en un sitio como el que estamos. Ahora hay "algo" más a lo que pueden amenazar, y ni siquiera sé cómo sentirme. Es más, seguro que aprovecharán esto para chantajearnos y jodernos todo lo que puedan. Lanzo una mirada hostil y de odio profundo hacia Blair, sus felicitaciones destilan veneno a cada palabra. Juliet sin embargo parece más o menos tranquila, utilizando un gesto casi de aburrimiento mientras menciona que no está segura de que yo sea el padre. Ambos sabemos que sí lo soy...sabemos dónde estábamos hace dos meses, justo antes de que nos trajesen aquí. Intuyo que sigue con la técnica que acordamos nada más entrar, mostrar indiferencia ante lo que pudiesen decirnos para tratar de manipularnos, pero es que esto ya es un caso extremo. No creo que sirva de mucho llegados a este punto. Suelto el aire lentamente por la nariz, intentando calmarme para mirar hacia otro lado, aunque me muera de ganas de poder comunicarme con ella.
Cierro fuertemente los ojos cuando, tras quitarme el vendaje del costado, reabre la herida infectada del costado y comienza hurgar sin anestesia y sin ninguna delicadeza. Es como una tortura, pues se nota que se está ensañando todo lo que puede y más. Dejo escapar ahogados gruñidos de dolor, retorciéndome y moviéndome todo lo que me permiten las ataduras, que no es mucho. En algún momento casi siento que voy a perder el conocimiento, aunque aguanto hasta que acaba con lo del costado y echa desinfectante en la herida. Quedo con la cabeza apoyada sobre la almohada, con la respiración alterada y sin abrir los ojos por el momento, hasta que escucho eso de que Éamon ha tocado a Juliet y le ha propuesto "marranadas". Noto como si me ardiese la cabeza, y ya no es sólo por la fiebre, sino por la rabia que me entra. Si las miradas matasen ahora mismo Blair estaría muerta, incluso aunque se lo esté inventando para ponerme furioso. Basta con la insinuación de que pueda haberle hecho algo. ¿Qué le habría dicho el hijo puta de Éamon a Juliet? ¿qué tendría que pensar? Creo que realmente no quieren nada de nosotros, sólo joder por joder. Trato de quitarme la puta mordaza para poder decir algo, pero no hay manera. Es frustrante no poder hacer ni decir nada, más que estar a su merced.
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dado éxito/fallo para ver si se quita la mordaza
PS: 8 + 40 (curación Blair, dado y +10 por habilidad de ficha)= 48
Trato de evitar que el soldado me sujete la cabeza para obligarme a mirar en esa dirección, aunque en cuanto pone en funcionamiento el aparato me quedo quieto. A Juliet no se le nota nada a simple vista, al menos desde la posición en la que estoy, pero toda duda queda fuera de lugar con lo que aparece en la pantalla del aparato. Me quedo completamente paralizado durante un instante, sin poder creerme lo que tengo delante. Apenas se ve, pero lo del latido es inequívoco.
"no...joder, no... aquí no. En el peor lugar, en el peor momento, con esta mierda de gente alrededor...es culpa nuestra"
El corazón se me acelera bastante por la certeza que da la prueba, haciendo que mi respiración se vuelva también más irregular por el impacto de la noticia. Evidentemente no puedo decir nada al tener la boca tapada, pero la expresión de mis ojos lo dice todo. Sorpresa, miedo y desesperación. Me entra todo el agobio del mundo sólo de pensar el peligro en el que está ella en este estado, y también de pensar lo egoísta que es que podamos traer a alguien al mundo en un sitio como el que estamos. Ahora hay "algo" más a lo que pueden amenazar, y ni siquiera sé cómo sentirme. Es más, seguro que aprovecharán esto para chantajearnos y jodernos todo lo que puedan. Lanzo una mirada hostil y de odio profundo hacia Blair, sus felicitaciones destilan veneno a cada palabra. Juliet sin embargo parece más o menos tranquila, utilizando un gesto casi de aburrimiento mientras menciona que no está segura de que yo sea el padre. Ambos sabemos que sí lo soy...sabemos dónde estábamos hace dos meses, justo antes de que nos trajesen aquí. Intuyo que sigue con la técnica que acordamos nada más entrar, mostrar indiferencia ante lo que pudiesen decirnos para tratar de manipularnos, pero es que esto ya es un caso extremo. No creo que sirva de mucho llegados a este punto. Suelto el aire lentamente por la nariz, intentando calmarme para mirar hacia otro lado, aunque me muera de ganas de poder comunicarme con ella.
Cierro fuertemente los ojos cuando, tras quitarme el vendaje del costado, reabre la herida infectada del costado y comienza hurgar sin anestesia y sin ninguna delicadeza. Es como una tortura, pues se nota que se está ensañando todo lo que puede y más. Dejo escapar ahogados gruñidos de dolor, retorciéndome y moviéndome todo lo que me permiten las ataduras, que no es mucho. En algún momento casi siento que voy a perder el conocimiento, aunque aguanto hasta que acaba con lo del costado y echa desinfectante en la herida. Quedo con la cabeza apoyada sobre la almohada, con la respiración alterada y sin abrir los ojos por el momento, hasta que escucho eso de que Éamon ha tocado a Juliet y le ha propuesto "marranadas". Noto como si me ardiese la cabeza, y ya no es sólo por la fiebre, sino por la rabia que me entra. Si las miradas matasen ahora mismo Blair estaría muerta, incluso aunque se lo esté inventando para ponerme furioso. Basta con la insinuación de que pueda haberle hecho algo. ¿Qué le habría dicho el hijo puta de Éamon a Juliet? ¿qué tendría que pensar? Creo que realmente no quieren nada de nosotros, sólo joder por joder. Trato de quitarme la puta mordaza para poder decir algo, pero no hay manera. Es frustrante no poder hacer ni decir nada, más que estar a su merced.
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dado éxito/fallo para ver si se quita la mordaza
PS: 8 + 40 (curación Blair, dado y +10 por habilidad de ficha)= 48
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El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Blair O'Connell
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la cosa se estaba poniendo interesante, ella parecía mantener la calma en todo momento pero él... podía leer sus expresiones como se de un libro abierto se tratara, en el momento de la ecografía estaba claro que ella mentía pues solo con ver la cara del futuro padre se podía saber que esa cosa que estaban viendo en el monitor era de ambos -¿Qué no es el padre? oh bueno, entonces no tiene sentido que sigamos viendo esto y tu pareces muy tranquila, quizás podamos sacarte esta cosa y meterla en un tarro con formol, mi marido estará encantado de violarte y hacer uno nuevo para que los científicos experimenten con él, ¿Tu que dices cielo? ¿te parece bien querido Reiv? su cara era sin duda alguna una delicia.
Después de haber limpiado la herida del costado, pasa a echar un vistazo a la pierna del moreno, una sábana cubría sus genitales ya que se había deshecho de la bata con las tijeras, desliza su mano desde el vientre del chico suavemente hasta que su mano se pierde bajo el trozo de tela blanco -Vamos a ver que tenemos aquí, como es que un muchacho tan guapo no puede ser el padre de esa alimaña de ahí... su mano sigue bajando hasta que llega al miembro del chico, no estaba mal dotado la verdad, pero pagando se ven algunas mucho mejores, sonríe y se muerde el labio para echar un vistazo a Juliet como si estuviera sorprendida, sin dejar de palpar en todo momento al moreno -Vaya, el autentico padre debe ser todo un semental porque lo que hay aquí abajo es carne de primera calidad, eres una viciosa chica! como no puedes conformarte con esto!?- su autentica intención era provocar otra expresión que no fuera la cara de poker que tenía la chica, pero había venido a divertirse y las partes del castaño no la habían dejado indiferente.
Pasa a curar la pierna de Reiv siguiendo el mismo procedimiento que antes, descubre la herida, presiona para que la gran mayoría del pus infectado salga, después abre con un bisturí para acto seguido meter las pinzas y moverlas dentro sin ningún cuidado para sacar la bala, mientras Reiv grita y forcejea, sigue hablando con la pelirroja como quien habla con sus amigas en la peluquería. El chiste se hace solo, las palabras de la chica comparando su "sufrimiento" con su dinero y tener que cargar con Éamon sin duda le sacaron una carcajada, punto para ella. -Eres graciosa, eso está bien, pero hacerte la listilla no va a funcionar, así que cuéntame que te ha ofrecido mi marido, tal vez yo pueda mejorar la oferta- dice mientras extrae la segunda bala dejándola en la mesa, pasando a desinfectar y suturar, hecho esto le inyecta antibióticos a Reiv pero con premio, al inyectarlos pincha en uno de los sitiós de presión del cuerpo, uno de sus ganglios para ser más exactos, esto no le causaba un daño real pero enviaba una señal de intenso dolor a su cerebro. -Aunque tienes tiempo hasta que este muchachhote tan guapo se desmaye por el dolor, tic tac querida, tic tac- se lame los labios sonríe con maldad, iba a disfrutar mucho su nuevo trabajo.
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curación
0 dado + 10 hab = 10 a Reiv
Después de haber limpiado la herida del costado, pasa a echar un vistazo a la pierna del moreno, una sábana cubría sus genitales ya que se había deshecho de la bata con las tijeras, desliza su mano desde el vientre del chico suavemente hasta que su mano se pierde bajo el trozo de tela blanco -Vamos a ver que tenemos aquí, como es que un muchacho tan guapo no puede ser el padre de esa alimaña de ahí... su mano sigue bajando hasta que llega al miembro del chico, no estaba mal dotado la verdad, pero pagando se ven algunas mucho mejores, sonríe y se muerde el labio para echar un vistazo a Juliet como si estuviera sorprendida, sin dejar de palpar en todo momento al moreno -Vaya, el autentico padre debe ser todo un semental porque lo que hay aquí abajo es carne de primera calidad, eres una viciosa chica! como no puedes conformarte con esto!?- su autentica intención era provocar otra expresión que no fuera la cara de poker que tenía la chica, pero había venido a divertirse y las partes del castaño no la habían dejado indiferente.
Pasa a curar la pierna de Reiv siguiendo el mismo procedimiento que antes, descubre la herida, presiona para que la gran mayoría del pus infectado salga, después abre con un bisturí para acto seguido meter las pinzas y moverlas dentro sin ningún cuidado para sacar la bala, mientras Reiv grita y forcejea, sigue hablando con la pelirroja como quien habla con sus amigas en la peluquería. El chiste se hace solo, las palabras de la chica comparando su "sufrimiento" con su dinero y tener que cargar con Éamon sin duda le sacaron una carcajada, punto para ella. -Eres graciosa, eso está bien, pero hacerte la listilla no va a funcionar, así que cuéntame que te ha ofrecido mi marido, tal vez yo pueda mejorar la oferta- dice mientras extrae la segunda bala dejándola en la mesa, pasando a desinfectar y suturar, hecho esto le inyecta antibióticos a Reiv pero con premio, al inyectarlos pincha en uno de los sitiós de presión del cuerpo, uno de sus ganglios para ser más exactos, esto no le causaba un daño real pero enviaba una señal de intenso dolor a su cerebro. -Aunque tienes tiempo hasta que este muchachhote tan guapo se desmaye por el dolor, tic tac querida, tic tac- se lame los labios sonríe con maldad, iba a disfrutar mucho su nuevo trabajo.
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curación
0 dado + 10 hab = 10 a Reiv
Dados
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mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
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El miembro 'Blair O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
Si bien ella logró mantener la calma en todo momento, bastó un segundo de ver de reojo a Reiv para darse cuenta de que se iba por la borda todo aquel intento de aparentar que no le importaba. Él no tenía autocontrol, ni tampoco manejaba muy bien las sorpresas, por lo que su cara de miedo y sorpresa misma no le sorprendió. Más bien era algo que ya sabía que pasaría y se sentía devastada de que hubiera caído el teatro tan pronto. La mujer, a pesar de parecer sofisticada y elegante, tiene ciertos gustos demasiado retorcidos en lo sexual, proponiendo una violación. Se mantuvo callada solo porque la pregunta no era para ella, sino para Reiv, que cada vez se veía más furioso. Se le vino a la cabeza la idea de que ya no podía protegerlo, y que el único as bajo la manga que podían guardar ya era algo más que confirmado. Ni los científicos ni nadie seguirían creyendo su actuación, ahora solo lo harían para ver hasta donde llegaba.
Ni en sus más retorcidos pensamientos creyó que podrían abusar de manera sexual de Reiv. Su mirada se volvió inquisitiva, no con la furia de Reiv, sino rozando la incredulidad de que ella, que se daba de fina y altanera le estuviera sobando el miembro a... a alguien que consideraba inferior en muchos sentidos. Dejó entonces que intentara su curación. La verdad era que tenía miedo de que le dejara peor si no sabía lo que estaba haciendo. Al menos le hizo reír encontrando su punto en común con el manoseador de Éamon.- Tu marido me ha ofrecido ser ejecutora. Traté de disuadirlo pero pasó directamente a... bueno, ya lo viste. No es que sea un mal puesto, pero el salario es poco. Gano más a sueldo. Reiv era mi equipo para eso... Aunque parece que tu serías una jefa un poco menos... aprehensiva.- No se hacía ilusiones, si estaba toqueteando a Reiv tan pública e impúdicamente, lo más seguro sería que fuera una desgraciada.- Lo que sí extraño es fumar. Me dejó un cigarrillo sabiendo bien que no podía tomarlo.- Alegó, levantando los brazos los cinco centímetros que podía moverlos, mostrando que su movilidad era limitada. Quizás si hacía como que el bebé no le importara... No sabía mucho de embarazos, pero sí sabía que no debía fumarse ni beber de más... Ya no sabía que más hacer. Eso era lo único seguro.
Ni en sus más retorcidos pensamientos creyó que podrían abusar de manera sexual de Reiv. Su mirada se volvió inquisitiva, no con la furia de Reiv, sino rozando la incredulidad de que ella, que se daba de fina y altanera le estuviera sobando el miembro a... a alguien que consideraba inferior en muchos sentidos. Dejó entonces que intentara su curación. La verdad era que tenía miedo de que le dejara peor si no sabía lo que estaba haciendo. Al menos le hizo reír encontrando su punto en común con el manoseador de Éamon.- Tu marido me ha ofrecido ser ejecutora. Traté de disuadirlo pero pasó directamente a... bueno, ya lo viste. No es que sea un mal puesto, pero el salario es poco. Gano más a sueldo. Reiv era mi equipo para eso... Aunque parece que tu serías una jefa un poco menos... aprehensiva.- No se hacía ilusiones, si estaba toqueteando a Reiv tan pública e impúdicamente, lo más seguro sería que fuera una desgraciada.- Lo que sí extraño es fumar. Me dejó un cigarrillo sabiendo bien que no podía tomarlo.- Alegó, levantando los brazos los cinco centímetros que podía moverlos, mostrando que su movilidad era limitada. Quizás si hacía como que el bebé no le importara... No sabía mucho de embarazos, pero sí sabía que no debía fumarse ni beber de más... Ya no sabía que más hacer. Eso era lo único seguro.
Sé que la mujer dice todas esas cosas para provocarme, pero también sé de sobra que son completamente capaces de hacer todo eso, que no son simples faroles para que nos acobardemos y hagamos lo que dicen. Si quieren hacerlo, lo harán, finjamos estar tranquilos o no. No controlamos una mierda de la situación, por mucho que pensemos que podemos hacerlo. Por eso no entiendo cómo Juliet consigue estar aparentemente tan calmada cuando mencionan todo eso de la violación de Éamon y demás. Yo no puedo, estando en una situación tan límite no consigo ya ni disimular, y probablemente ella esté odiándome por eso. Siempre me lo ha dicho. Por lo que sé, según Kyllian, es probable que Éamon abusase de la chica por la cual el feral ha acabado atrapado, Leila. De nada sirve que finja que me importa un bledo lo que le hagan, porque la que juega es sólo la retorcida mujer, a mi no me han invitado a esta partida.
La situación se vuelve de repente más y más comprometida, no puedo creerme que la tía me esté metiendo mano por debajo de la sábana, provocando una situación tan surrealista que jamás la hubiese imaginado. Cuando noto que mi cuerpo reacciona al toqueteo, trato de girar bruscamente la cadera hacia un lado para que se aparte, totalmente molesto con la situación. Encima lanza comentarios obscenos interpelando a Juliet, lo que lo hace todavía peor. Por suerte sus manoseos no duran mucho, aunque lo justo para ser humillantes. Lo que viene a continuación provoca tal dolor que casi me olvido de lo anterior, deseando que acabe de una maldita vez de hurgar en la pierna y de apretar. Grito y gruño de manera ahogada por culpa de la mordaza, forcejeando todo lo posible dentro de que estoy atado de pies y manos. No consigo regular la respiración a un ritmo normal, sólo jadeos y respiraciones entrecortadas, estando a punto de desmayarme cuando inyecta no sé qué cosa en un punto muy doloroso.
Ojalá hubiese perdido el conocimiento para no tener que seguir escuchando lo de la propuesta de Éamon. Juliet, en el cuerpo de Ejecutores. No se sale así como así de ese sitio, mucho menos con el chip que les implantan y les localiza. Lo único bueno de eso sería que tal vez consiguiese salir de aquí, y tal vez la ayudarían los renegados. Pero son todo suposiciones. Niego con la cabeza a lo de la propuesta, como queriendo decirle que no lo haga sólo porque la amenacen. La opción de aguantar hasta que venga alguien cada vez es más difícil. Bien porque no venga nadie, o bien porque no aguantemos tanto. La estrategia de Juliet no sé si dará resultado, tal vez sólo nos quede morir...en realidad no costaría tanto fingirlo, teniendo en cuenta las condiciones de mierda en las que estamos. Ya que quiere ver cosas levantadas, lo que hago es levantarle a Blair el dedo corazón de una de mis manos, que es de lo poco que puedo hacer para decir un 'que te jodan' sin palabras.
Finalmente cierro los ojos, como si fuese incapaz de seguir despierto mucho más tiempo. No dejo de repetirme mentalmente que debemos luchar, la pregunta es el cómo, si con la simple resistencia a todo lo que pase, o tal vez optando por darles lo que quieren o simplemente fingirlo.
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PS: 48 + 10=58
dado probabilidad
-éxito: no se desmaya
-fallo: se desmaya
La situación se vuelve de repente más y más comprometida, no puedo creerme que la tía me esté metiendo mano por debajo de la sábana, provocando una situación tan surrealista que jamás la hubiese imaginado. Cuando noto que mi cuerpo reacciona al toqueteo, trato de girar bruscamente la cadera hacia un lado para que se aparte, totalmente molesto con la situación. Encima lanza comentarios obscenos interpelando a Juliet, lo que lo hace todavía peor. Por suerte sus manoseos no duran mucho, aunque lo justo para ser humillantes. Lo que viene a continuación provoca tal dolor que casi me olvido de lo anterior, deseando que acabe de una maldita vez de hurgar en la pierna y de apretar. Grito y gruño de manera ahogada por culpa de la mordaza, forcejeando todo lo posible dentro de que estoy atado de pies y manos. No consigo regular la respiración a un ritmo normal, sólo jadeos y respiraciones entrecortadas, estando a punto de desmayarme cuando inyecta no sé qué cosa en un punto muy doloroso.
Ojalá hubiese perdido el conocimiento para no tener que seguir escuchando lo de la propuesta de Éamon. Juliet, en el cuerpo de Ejecutores. No se sale así como así de ese sitio, mucho menos con el chip que les implantan y les localiza. Lo único bueno de eso sería que tal vez consiguiese salir de aquí, y tal vez la ayudarían los renegados. Pero son todo suposiciones. Niego con la cabeza a lo de la propuesta, como queriendo decirle que no lo haga sólo porque la amenacen. La opción de aguantar hasta que venga alguien cada vez es más difícil. Bien porque no venga nadie, o bien porque no aguantemos tanto. La estrategia de Juliet no sé si dará resultado, tal vez sólo nos quede morir...en realidad no costaría tanto fingirlo, teniendo en cuenta las condiciones de mierda en las que estamos. Ya que quiere ver cosas levantadas, lo que hago es levantarle a Blair el dedo corazón de una de mis manos, que es de lo poco que puedo hacer para decir un 'que te jodan' sin palabras.
Finalmente cierro los ojos, como si fuese incapaz de seguir despierto mucho más tiempo. No dejo de repetirme mentalmente que debemos luchar, la pregunta es el cómo, si con la simple resistencia a todo lo que pase, o tal vez optando por darles lo que quieren o simplemente fingirlo.
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PS: 48 + 10=58
dado probabilidad
-éxito: no se desmaya
-fallo: se desmaya
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Blair O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Los gritos ahogados de dolor del moreno inundan el espacio, lo habría grabado como canción de cuna para ella misma y así dormir incluso mejor por las noches, mira a juliet en todo momento esperando su respuesta, no tarda mucho en contestarle y en cuando lo hace, saca la aguja con la jeringuilla ya vacía y la deposita en la bandeja junto con el resto del instrumental médico, se quita los guantes y hace que los guardias se lleven todo lo usado para esterilizarlo o lo que sea que hicieran con esas cosas, en el momento que ve como el castaño le levanta el dedo le sonríe -Oh, vamos, te ha gustado, hasta se te ha puesto un poco dura, si quieres podemos seguir, podría enseñarle un par de cosas a tu novia- se pone el dedo índice en los labios dándole un pequeño lametón con la punta de la lengua.
después de escuchar la respuesta se sienta en un taburete entre las dos camas, toma el cigarrillo que ha dejado Éamon y se lo empieza a fumar después de que uno de los científicos se lo encienda, cruzándose de piernas -Mejor me lo fumo yo por ti, es malo para el bebé y aquí no tienes derecho a nada ¿Veis como mi marido es un blando? que desastre de hombre, pero tiene su lado bueno- da una profunda calada y echa el humo hacia arriba de nuevo -Mi propuesta es la siguiente, entrarás al grupo de los ejecutores, trabajarás obedientemente y serás una ejecutora ejemplar, tu marido... novio o lo que sea estará bajo mi cuidado, se convertirá en mi mayordomo, seguro que las urracas de mis amigas se mueren de envidia vuelve a dar otra calada y prosigue -Mientras todo vaya bien, nadie os hará daño, ni siquiera Éamon ¡Pero! hace énfasis en ello -si uno de los dos intenta huir o hay la más mínima señal de traición, el otro morirá- se levanta y se quita la bata, hoy se sentía benevolente, se suelta el pelo y arregla su ropa -sobra decir que si tu estás bien, vuestro hijo también lo estará... tenéis hasta mañana por la mañana para darme una respuesta, espero que sea positiva- dicho esto, se levanta y empieza a salir del lugar acompañada por los guardias y el científico.
Una vez fuera y con las puertas blindadas y pesadas cerradas, camina hasta el final del pasillo antes de darle instrucciones al minion -Quiero que los sedéis a ambos, la chica tiene buen oído, pudo escuchar la conversación con mi marido, mientras estén dormidos le quitáis la mordaza al chico y ponéis micrófonos o lo que sea en sus camas para poder oírlos, separad más las camas, así evitamos que susurren, después de eso, cada hora y durante media hora los torturáis, a ambos, la primera media a uno y la segunda al otro, que se vean sufrir el uno al otro pero no os paséis con la chica si no queréis que pierda a esa cosa... - estaba a punto de ponerse el guante de terciopelo pero antes se mira la mano con la que había tocado a Reiv con asco -Y tráeme desinfectante, seguro que se me ha pegado algo aunque sea a través del guante, que asco- una vez limpias y desinfectadas sus manos, dale del recinto rumbo al despacho de Andreas para encontrarse con el y el cornudo de su marido.
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curación
20 dado + 10 hab = 30 curación para Reiv
listo para la tortura
después de escuchar la respuesta se sienta en un taburete entre las dos camas, toma el cigarrillo que ha dejado Éamon y se lo empieza a fumar después de que uno de los científicos se lo encienda, cruzándose de piernas -Mejor me lo fumo yo por ti, es malo para el bebé y aquí no tienes derecho a nada ¿Veis como mi marido es un blando? que desastre de hombre, pero tiene su lado bueno- da una profunda calada y echa el humo hacia arriba de nuevo -Mi propuesta es la siguiente, entrarás al grupo de los ejecutores, trabajarás obedientemente y serás una ejecutora ejemplar, tu marido... novio o lo que sea estará bajo mi cuidado, se convertirá en mi mayordomo, seguro que las urracas de mis amigas se mueren de envidia vuelve a dar otra calada y prosigue -Mientras todo vaya bien, nadie os hará daño, ni siquiera Éamon ¡Pero! hace énfasis en ello -si uno de los dos intenta huir o hay la más mínima señal de traición, el otro morirá- se levanta y se quita la bata, hoy se sentía benevolente, se suelta el pelo y arregla su ropa -sobra decir que si tu estás bien, vuestro hijo también lo estará... tenéis hasta mañana por la mañana para darme una respuesta, espero que sea positiva- dicho esto, se levanta y empieza a salir del lugar acompañada por los guardias y el científico.
Una vez fuera y con las puertas blindadas y pesadas cerradas, camina hasta el final del pasillo antes de darle instrucciones al minion -Quiero que los sedéis a ambos, la chica tiene buen oído, pudo escuchar la conversación con mi marido, mientras estén dormidos le quitáis la mordaza al chico y ponéis micrófonos o lo que sea en sus camas para poder oírlos, separad más las camas, así evitamos que susurren, después de eso, cada hora y durante media hora los torturáis, a ambos, la primera media a uno y la segunda al otro, que se vean sufrir el uno al otro pero no os paséis con la chica si no queréis que pierda a esa cosa... - estaba a punto de ponerse el guante de terciopelo pero antes se mira la mano con la que había tocado a Reiv con asco -Y tráeme desinfectante, seguro que se me ha pegado algo aunque sea a través del guante, que asco- una vez limpias y desinfectadas sus manos, dale del recinto rumbo al despacho de Andreas para encontrarse con el y el cornudo de su marido.
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curación
20 dado + 10 hab = 30 curación para Reiv
listo para la tortura
Dados
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Ocupación
Bando
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Nacionalidad
El miembro 'Blair O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
Contenido patrocinado
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