Recuerdo del primer mensaje :
La residencia de los descendientes de Saladino se encuentra en una de las plantas más altas de la zona residencial, cuenta con acabados modernos sin dejar de lado la esencia árabe de la familia de saladino con un pequeño baño árabe en su interior, también cuenta con una zona exterior con una jaima dónde el descendiente pasa gran parte de su tiempo y es el lugar en el que suele leer y fumar con sus cachimbas.
Debido a la hospitalidad de Saladino no más seguridad que en la de cualquier casa y cualquiera que llame a la puerta suele ser bienvenido.
La residencia de los descendientes de Saladino se encuentra en una de las plantas más altas de la zona residencial, cuenta con acabados modernos sin dejar de lado la esencia árabe de la familia de saladino con un pequeño baño árabe en su interior, también cuenta con una zona exterior con una jaima dónde el descendiente pasa gran parte de su tiempo y es el lugar en el que suele leer y fumar con sus cachimbas.
Debido a la hospitalidad de Saladino no más seguridad que en la de cualquier casa y cualquiera que llame a la puerta suele ser bienvenido.
- Baño y exteriores:
Comencé a rascarme la cabeza mientras bostezaba e intentaba despertar a Sayid que parecía estar profundamente dormido. Seguramente fue por la falta de sueño pero tras sentir el tirón acabé tumbada en la cama con el rey moro encima. Me había aferrado a su pantalón por algún motivo en el transcurso de los acontecimientos.
-Wow...
Iba a decirle algo pero la daga en mi cuello hizo que me quedase muda. Estiré mi cuello alzando ambas cejas.
-Vale...puedes decirme que soy una plasta sin intentar matarme.
Murmuré al ver por su expresión que se había dado cuenta de lo que había hecho. Sentí la tensión en mis manos y desvié la mirada a estas que estrujaban la goma de los costados de su pantalón y tras carraspear las solté, desviando la mirada.
Me incorporé quedando sentada y cerré los ojos cuando las luces se prendieron, soltando un quejido.
-Estoy bien...estoy bien...
Repetí frotando nuevamente mis ojos antes de mirarle. Para entonces él inspeccionaba mi cuello.
"una moza antigua y sin temor a la muerte, apuntado"
Agarré su mano apartándola con suavidad y sonreí en mi empane de no haber dormido.
-Espero que no trates así a todas las que se cuelan en tu cama.
Solté una risilla somnolienta que duró bastante. Si hubiese estado más lúcida seguramente le hubiese contestado con una daga en las costillas.
-Tranquilo...
Negué restando importancia a la situación y apoyé mis manos en las almohadas que tenía a mi espalda, inclinándome hacia atrás para verle mejor.
-Venía a pedirte....bueno en realidad no tengo claro que lo puedas hacer pero...
Encogí un hombro.
-Verás, no es que tenga la peor vista del mundo pero...si paso mucho tiempo delante de la pantalla empiezo a no ver un pimiento y perdí mis gafas en Francia....
Chasqué mi lengua maldiciendo por lo bajo y tras eso ladeé mi cabeza alzando una ceja mientras sonreía.
-¿Sabes donde puedo conseguir unas?o...¿puedes hacerme unas?Así la próxima vez que te asalte en la cama tal vez pueda tener la oportunidad de defenderme.
-Wow...
Iba a decirle algo pero la daga en mi cuello hizo que me quedase muda. Estiré mi cuello alzando ambas cejas.
-Vale...puedes decirme que soy una plasta sin intentar matarme.
Murmuré al ver por su expresión que se había dado cuenta de lo que había hecho. Sentí la tensión en mis manos y desvié la mirada a estas que estrujaban la goma de los costados de su pantalón y tras carraspear las solté, desviando la mirada.
Me incorporé quedando sentada y cerré los ojos cuando las luces se prendieron, soltando un quejido.
-Estoy bien...estoy bien...
Repetí frotando nuevamente mis ojos antes de mirarle. Para entonces él inspeccionaba mi cuello.
"una moza antigua y sin temor a la muerte, apuntado"
Agarré su mano apartándola con suavidad y sonreí en mi empane de no haber dormido.
-Espero que no trates así a todas las que se cuelan en tu cama.
Solté una risilla somnolienta que duró bastante. Si hubiese estado más lúcida seguramente le hubiese contestado con una daga en las costillas.
-Tranquilo...
Negué restando importancia a la situación y apoyé mis manos en las almohadas que tenía a mi espalda, inclinándome hacia atrás para verle mejor.
-Venía a pedirte....bueno en realidad no tengo claro que lo puedas hacer pero...
Encogí un hombro.
-Verás, no es que tenga la peor vista del mundo pero...si paso mucho tiempo delante de la pantalla empiezo a no ver un pimiento y perdí mis gafas en Francia....
Chasqué mi lengua maldiciendo por lo bajo y tras eso ladeé mi cabeza alzando una ceja mientras sonreía.
-¿Sabes donde puedo conseguir unas?o...¿puedes hacerme unas?Así la próxima vez que te asalte en la cama tal vez pueda tener la oportunidad de defenderme.
Sayid Ibn Salah
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No sabía de que forma disculparme con ella por lo que acababa de suceder, nos había tomado por sorpresa a ambos -Perdona mi falta de tacto... el paseo por el infierno no me ha dejado muy bien parado- en cuanto dejó de sujetarme el pantalón me aparté.
al final me reí por su comentario de la cama y la miré con una ceja levantada por su risilla -No muchas tienen el valor ni la oportunidad de colarse en mi cama- ella le restaba importancia a la situación así que simplemente lo dejé estar en cuanto apartó mi mano de su cuello.
El motivo de su visita era pedirme algo, me llevé una mano a la barbilla pensando quien podría darle unas gafas -supongo que al no ser de uso médico Lucio queda descartado, pero creo que Giordano puede darte unas para el uso que pretendes darles, cuando vayas al laboratorio pídele unas, explícale que son para trabajar y si te pide algo dile que yo me encargo de lo que quiera- lo de asaltarme en la cama... no sabía como tomármelo, quizás era solo cosa mía pero desde luego no pensaba quedarme atrás en aquel juego de tira y afloja -Espero que la próxima vez que me asaltes en la cama las cosas acaben de forma más agradable-
Me levanté para ponerme la bata que flotó hasta mi gracias a mi magia, eché un vistazo a la hora y ya quedaba poco para mi partida, me estiré sintiendo los músculos algo agarrotados para de nuevo volver la vista a sigrid -Deberías descansar, a esta hora no vas a conseguir las gafas y estás agotada, lo puedo notar en tu risilla- dije señalándola y moviendo el dedo de forma circular -No estoy muy seguro de como funciona tu trabajo pero nadie puede hacer algo bien sin la energía suficiente, eres más propenso a cometer errores que te pueden costar la vida... al menos en el campo de batalla- pues sabía más de partos de gallinas que de ordenadores -Te traeré tu tablet ... y las gafas si las tiene el androide... ¿también debo traerlo a él?-
al final me reí por su comentario de la cama y la miré con una ceja levantada por su risilla -No muchas tienen el valor ni la oportunidad de colarse en mi cama- ella le restaba importancia a la situación así que simplemente lo dejé estar en cuanto apartó mi mano de su cuello.
El motivo de su visita era pedirme algo, me llevé una mano a la barbilla pensando quien podría darle unas gafas -supongo que al no ser de uso médico Lucio queda descartado, pero creo que Giordano puede darte unas para el uso que pretendes darles, cuando vayas al laboratorio pídele unas, explícale que son para trabajar y si te pide algo dile que yo me encargo de lo que quiera- lo de asaltarme en la cama... no sabía como tomármelo, quizás era solo cosa mía pero desde luego no pensaba quedarme atrás en aquel juego de tira y afloja -Espero que la próxima vez que me asaltes en la cama las cosas acaben de forma más agradable-
Me levanté para ponerme la bata que flotó hasta mi gracias a mi magia, eché un vistazo a la hora y ya quedaba poco para mi partida, me estiré sintiendo los músculos algo agarrotados para de nuevo volver la vista a sigrid -Deberías descansar, a esta hora no vas a conseguir las gafas y estás agotada, lo puedo notar en tu risilla- dije señalándola y moviendo el dedo de forma circular -No estoy muy seguro de como funciona tu trabajo pero nadie puede hacer algo bien sin la energía suficiente, eres más propenso a cometer errores que te pueden costar la vida... al menos en el campo de batalla- pues sabía más de partos de gallinas que de ordenadores -Te traeré tu tablet ... y las gafas si las tiene el androide... ¿también debo traerlo a él?-
Hice un gesto con la mano, indicando así que no pasaba nada. Respecto a lo del infierno, en fin...la ciudadela fue chunga, tanto como el infierno no sé.
Mis ojos se entornaron por aquello de oportunidad, sonándome a fanfarronería pero lo obvia dada mi poca elocuencia mental en aquel momento. Seguramente lo había malinterpretado.
Seguía con las manos apoyadas en sus almohadas, eran más blanditas que las del cuarto de su hermana. Sí, pensaba en cosas random que me asaltaban la cabeza sin más.
Empezó a decir nombres de gente, alguno me sonaba de haberlo escuchado antes. Ah...si, al sitio que debía ir, el taller del tal Giordano.
-Ok...Giordano...gafas.
Solté tratando así de que no se me olvidase el nombre del tipo. Me incorporé un poco para darle las gracias y largarme pero soltó aquello.
"What?"
Me quedé como empanada mirando como se ponía la bata esa que volaba por la habitación.
"¿Me ha tirado los trastos o es cosa mía?"
Dejé de fruncir mi ceño extrañamente cuando volvió de nuevo a mirarme, observándole desde la cama como si no pasase nada. Asentí y luego hice un gesto con la mano como agitando el aire.
-Seh..seh... iré a dormir.
Me arrastré hasta el borde de la cama y antes de bajar de ésta negué.
-No creo que las tenga James, perdí la bolsa en una de las explosiones. Pero sí, a él invitadle a venir, a ver si quiere.
Por fin bajé de la cama me planté frente a él y tras mirarle con una mueca en mis labios, crucé mis brazos. No pude evitar reír por unos segundos.
-¿Acabas...
Volví a reír y señalé la cama.
-Acabas de soltarme que quieres follar conmigo así...tan descaradamente...
Volví a cruzar mis brazos alzando una ceja mientras negaba.
-Todo este rato haciéndote el caballero de modales antiguos...La abuela reina mora te lavaría la boca con jabón.
Llevé una mano a mi boca riendo de nuevo inevitablemente y me acerqué. Le planté unas buenas palmadas en el hombro.
-Que se de bien la misión, iré a buscar al tal Giordano...espero que no oculte sus intenciones con buenos modales...
Giré sobre mis talones camino a la salida alzando una de mis manos agitando los dedos a modo de despedida.
-Ciao majo...
Mis ojos se entornaron por aquello de oportunidad, sonándome a fanfarronería pero lo obvia dada mi poca elocuencia mental en aquel momento. Seguramente lo había malinterpretado.
Seguía con las manos apoyadas en sus almohadas, eran más blanditas que las del cuarto de su hermana. Sí, pensaba en cosas random que me asaltaban la cabeza sin más.
Empezó a decir nombres de gente, alguno me sonaba de haberlo escuchado antes. Ah...si, al sitio que debía ir, el taller del tal Giordano.
-Ok...Giordano...gafas.
Solté tratando así de que no se me olvidase el nombre del tipo. Me incorporé un poco para darle las gracias y largarme pero soltó aquello.
"What?"
Me quedé como empanada mirando como se ponía la bata esa que volaba por la habitación.
"¿Me ha tirado los trastos o es cosa mía?"
Dejé de fruncir mi ceño extrañamente cuando volvió de nuevo a mirarme, observándole desde la cama como si no pasase nada. Asentí y luego hice un gesto con la mano como agitando el aire.
-Seh..seh... iré a dormir.
Me arrastré hasta el borde de la cama y antes de bajar de ésta negué.
-No creo que las tenga James, perdí la bolsa en una de las explosiones. Pero sí, a él invitadle a venir, a ver si quiere.
Por fin bajé de la cama me planté frente a él y tras mirarle con una mueca en mis labios, crucé mis brazos. No pude evitar reír por unos segundos.
-¿Acabas...
Volví a reír y señalé la cama.
-Acabas de soltarme que quieres follar conmigo así...tan descaradamente...
Volví a cruzar mis brazos alzando una ceja mientras negaba.
-Todo este rato haciéndote el caballero de modales antiguos...La abuela reina mora te lavaría la boca con jabón.
Llevé una mano a mi boca riendo de nuevo inevitablemente y me acerqué. Le planté unas buenas palmadas en el hombro.
-Que se de bien la misión, iré a buscar al tal Giordano...espero que no oculte sus intenciones con buenos modales...
Giré sobre mis talones camino a la salida alzando una de mis manos agitando los dedos a modo de despedida.
-Ciao majo...
Sayid Ibn Salah
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Después de estirarme empecé a preparar las cosas que debía llevarme a la misión, con un movimiento de mis manos la puerta del armario se abrió y lo primero en salir fue una mochila y tras ella la ropa y algunos enseres más para llevar a mi viaje, lo dejé en modo automático para sermonearla sobre lo de dormir y al final conseguí convencerla.
Me puse la bata y todo el rollo después de soltarle aquello, no era consciente de lo mal que había sonado hasta que la chica lo mencionó, de inmediato mis orejas se pusieron rojas por aquella falta de cortesía para con ella -¿Qué? no! no,no,no! es decir no es que no quier.. pero a ver, me refiero a lo de las dagas, que no hace falta amenazarnos y eso, no es que quisiera.. pero..!- menuda cagada, qué vergüenza.
Al final solo pude verla marcharse sin articular palabra alguna sobre aquello, estaba claro que fuera del campo de batalla y con las mujeres era bastante torpe. En cuanto la puerta se cerró tras ella suspiré para tirarme de espaldas a la cama y seguir empacando las cosas mientras pensaba... -tal vez si deba pedirle ayuda a Sofía- pensé en voz alta para después ir a vestirme, desaparecerme e ir a encontrarme con Johan y todos aquellos que se vinieran a Francia conmigo.
Me puse la bata y todo el rollo después de soltarle aquello, no era consciente de lo mal que había sonado hasta que la chica lo mencionó, de inmediato mis orejas se pusieron rojas por aquella falta de cortesía para con ella -¿Qué? no! no,no,no! es decir no es que no quier.. pero a ver, me refiero a lo de las dagas, que no hace falta amenazarnos y eso, no es que quisiera.. pero..!- menuda cagada, qué vergüenza.
Al final solo pude verla marcharse sin articular palabra alguna sobre aquello, estaba claro que fuera del campo de batalla y con las mujeres era bastante torpe. En cuanto la puerta se cerró tras ella suspiré para tirarme de espaldas a la cama y seguir empacando las cosas mientras pensaba... -tal vez si deba pedirle ayuda a Sofía- pensé en voz alta para después ir a vestirme, desaparecerme e ir a encontrarme con Johan y todos aquellos que se vinieran a Francia conmigo.
Tras desaparecerme de la casa de Lucio y Sean habia vagabundeado por los pasillos con una pequeña crisis existencial, estaba nervioso, por qué estaba nervioso? Tenía la sensacion de que no saturaba bien de oxigeno y de dolor en el pecho, y si me iba a morir? Debía de haberme hecho daño al caer en el culo.
La única manera de eliminar aquella sensacion debía ser el trabajo. Lo sabía bien. Me había pasado en otras ocasiones. Trabajar ilumina la mente y despeja el alma. La creacion de obras sutiles de arte y tecnomagia.
"ah, mi estupido pájaro"
Recordé la misión y me encaminé al piso de Saladino, pues sabia que la hacker de la Alianza se estaba alojando alli, y era ella quien debia trabajar en el código. En algun momento, tendríamos que hablar con Belle tambien. Necesitabamos un brainstorming.
Así que me planté frente a la puerta del piso de Sayid y, esperando que aun no se lo hubiese comido ningun dragon, llamé a su puerta para que me abriese, golpeandola con mi baston.
- Sayid... Sal, Saladino! Puedo seguir haciendo rimas, rimas muy malas, asi que....bueno, en realidad se consideran más aliteraciones y juegos de palabras, a cualquier cosa llamamos una rima a dia de hoy.... - mas golpes en la puerta, golpes de histérico que habla solo sobre lo mal que está la poesia ultimamente.
La única manera de eliminar aquella sensacion debía ser el trabajo. Lo sabía bien. Me había pasado en otras ocasiones. Trabajar ilumina la mente y despeja el alma. La creacion de obras sutiles de arte y tecnomagia.
"ah, mi estupido pájaro"
Recordé la misión y me encaminé al piso de Saladino, pues sabia que la hacker de la Alianza se estaba alojando alli, y era ella quien debia trabajar en el código. En algun momento, tendríamos que hablar con Belle tambien. Necesitabamos un brainstorming.
Así que me planté frente a la puerta del piso de Sayid y, esperando que aun no se lo hubiese comido ningun dragon, llamé a su puerta para que me abriese, golpeandola con mi baston.
- Sayid... Sal, Saladino! Puedo seguir haciendo rimas, rimas muy malas, asi que....bueno, en realidad se consideran más aliteraciones y juegos de palabras, a cualquier cosa llamamos una rima a dia de hoy.... - mas golpes en la puerta, golpes de histérico que habla solo sobre lo mal que está la poesia ultimamente.
Medio centenar de dragones comenzaron a sobrevolar la isla tras alzar el vuelo en las montañas, dispuestos a poner en jaque las defensas de la isla. Había llegado la hora de hacerse notar, ya que los Descendientes habían pasado una semana medio dormidos incluso después de haber secuestrado a una de los suyos. La promesa del parlamento era algo que habían creído. Habría parlamento, sí, pero no exactamente como ellos esperaban. Las piezas ya se estaban moviendo por diferentes sitios y medios.
El descendiente de los Pendragon expulsados sobrevoló la zona residencial a lomos de Smaug, el dragón negro que había dominado en las montañas. El hombre hizo una mueca de desdén al ver el lujo que había en aquel lugar, ese que no se merecían. Las casas de los miembros del Consejo debían encontrarse por allí, y serían los primeros en recibir el aviso.
- Komeyt Yol, In Lah! - ordenó al pasar junto a una de las viviendas situadas en las plantas más altas. El dragón echó la cabeza hacia atrás mientras formaba en su garganta una potente llamarada que exhaló a modo de barrido por la parte exterior de la viviendo, lo que provocaría que entrase el fuego por las partes abiertas o que el lugar se calentase de manera exagerada. Después volvió a elevarse por los aires, prosiguiendo su camino .
El descendiente de los Pendragon expulsados sobrevoló la zona residencial a lomos de Smaug, el dragón negro que había dominado en las montañas. El hombre hizo una mueca de desdén al ver el lujo que había en aquel lugar, ese que no se merecían. Las casas de los miembros del Consejo debían encontrarse por allí, y serían los primeros en recibir el aviso.
- Komeyt Yol, In Lah! - ordenó al pasar junto a una de las viviendas situadas en las plantas más altas. El dragón echó la cabeza hacia atrás mientras formaba en su garganta una potente llamarada que exhaló a modo de barrido por la parte exterior de la viviendo, lo que provocaría que entrase el fuego por las partes abiertas o que el lugar se calentase de manera exagerada. Después volvió a elevarse por los aires, prosiguiendo su camino .
Estaba sentada a lo indio en uno de los cojines inmensos del piso de Sayid, no paraba de teclear, como durante aquella semana y de cuando en cuando daba un buen sorbo de café.
A veces durante la semana me escapé al taller , tal y como sugirió el Rey Moro, aunque el tal Gio y el otro señor, Markus, estaban ocupadísimos haciendo algo en la isla tuvieron tiempo para hacerme unas gafas y posteriormente algún tipo de chisme que diese energía a la tableta y así no se apagase.
Fruncía el ceño cada vez que comprobaba que según la simulación del avance en el código de SAM, mi código no funcionaba como debería.Tras un rato frustrándome decidí levantarme y dar vueltas por el piso mientras repasaba el código de la tableta que tenía en una mano y sorbía insistentemente café.
Alcé la vista de la pantalla al escuchar los golpes en la puerta. Miré alrededor preguntándome si debía abrir ya que Sayid no estaba en su casa y por lo que decía aquella voz era a él a quien buscaban. Cuando los golpes continuaron de forma insistentemente histérica fui hacia la puerta y la abrí encontrando allí a Gio.
-Em...Hola...Sayid no está, no sé donde...
No tenía buen aspecto, estaba como agitado, aunque las veces que le había visto tampoco es que fuese un tipo muy corriente.
-¿Estás bien?¿quieres...
Me giré para invitarle a entrar y entonces el sonido envolvió la estancia, una masa de fuego corría por la casa. El café se me escurrió de las manos mientras avanzaba hacia Gio.
-¡Cuidado!
Le empujé y cerré la puerta. Le agarré de la pechera tirando de él para hacernos a un lado, pegandole contra la pared a poco menos de un metro de la puerta.
Salió despedida por el fuego, impactando contra el muro contrario del pasillo y las llamas se desplegaban por el pasillo. El calor era insoportable y no supe si había llegado a tocarnos o no. Mi mano seguía aferrada a su ropa mientras observaba la puerta caer al suelo.
A veces durante la semana me escapé al taller , tal y como sugirió el Rey Moro, aunque el tal Gio y el otro señor, Markus, estaban ocupadísimos haciendo algo en la isla tuvieron tiempo para hacerme unas gafas y posteriormente algún tipo de chisme que diese energía a la tableta y así no se apagase.
Fruncía el ceño cada vez que comprobaba que según la simulación del avance en el código de SAM, mi código no funcionaba como debería.Tras un rato frustrándome decidí levantarme y dar vueltas por el piso mientras repasaba el código de la tableta que tenía en una mano y sorbía insistentemente café.
Alcé la vista de la pantalla al escuchar los golpes en la puerta. Miré alrededor preguntándome si debía abrir ya que Sayid no estaba en su casa y por lo que decía aquella voz era a él a quien buscaban. Cuando los golpes continuaron de forma insistentemente histérica fui hacia la puerta y la abrí encontrando allí a Gio.
-Em...Hola...Sayid no está, no sé donde...
No tenía buen aspecto, estaba como agitado, aunque las veces que le había visto tampoco es que fuese un tipo muy corriente.
-¿Estás bien?¿quieres...
Me giré para invitarle a entrar y entonces el sonido envolvió la estancia, una masa de fuego corría por la casa. El café se me escurrió de las manos mientras avanzaba hacia Gio.
-¡Cuidado!
Le empujé y cerré la puerta. Le agarré de la pechera tirando de él para hacernos a un lado, pegandole contra la pared a poco menos de un metro de la puerta.
Salió despedida por el fuego, impactando contra el muro contrario del pasillo y las llamas se desplegaban por el pasillo. El calor era insoportable y no supe si había llegado a tocarnos o no. Mi mano seguía aferrada a su ropa mientras observaba la puerta caer al suelo.
Seguí llamando a la puerta de modo insistente, pero por algún motivo aún no podía dejar de pensar en lo de antes.
Aunque eso duraría poco.
Sigrid abrió la puerta y le dedique una sonrisa.
- en realidad te buscaba a ti. Bien? Claro, por...?
Un sonido ensordecedor se escuchó mientras ponía un pie dentro de la estancia. Sigrid me gritó y me salvó el culo ahí mismo, pues tenía muchos más reflejos que yo. Me sacó de ahí de un empujón y me estampó contra la pared agarrandome la ropa.
El fuego salió a raudales por la puerta. Conjure una barrera mágica protectora alrededor de ambos, por si acaso... Que no vino mal dada la intensidad de las llamas.
Cuando pasó el torrente de fuego y solo quedó un incendio en el piso de Sayid, tiré una bola extintora al interior del piso para sofocar el fuego. Era como las granadas de los bomberos pero con un componente mágico.
- sie...siempre llevo una encima porque mi taller suele arder....a menudo. ...
Le dije a la mujer, visiblemente nervioso pero intentando controlarme.
- ha sido un... Dragón... Dime que tienes el código... Que no se ha quemado tu tablet...
Aunque eso duraría poco.
Sigrid abrió la puerta y le dedique una sonrisa.
- en realidad te buscaba a ti. Bien? Claro, por...?
Un sonido ensordecedor se escuchó mientras ponía un pie dentro de la estancia. Sigrid me gritó y me salvó el culo ahí mismo, pues tenía muchos más reflejos que yo. Me sacó de ahí de un empujón y me estampó contra la pared agarrandome la ropa.
El fuego salió a raudales por la puerta. Conjure una barrera mágica protectora alrededor de ambos, por si acaso... Que no vino mal dada la intensidad de las llamas.
Cuando pasó el torrente de fuego y solo quedó un incendio en el piso de Sayid, tiré una bola extintora al interior del piso para sofocar el fuego. Era como las granadas de los bomberos pero con un componente mágico.
- sie...siempre llevo una encima porque mi taller suele arder....a menudo. ...
Le dije a la mujer, visiblemente nervioso pero intentando controlarme.
- ha sido un... Dragón... Dime que tienes el código... Que no se ha quemado tu tablet...
Solté la ropa del descendiente aún mirando flipadamente aquella puerta que había acabado tirada en mitad del pasillo y ahora le salían llamitas por acá y allá mientras él se encargaba del fuego del piso del rey Moro.
Alcé la vista hasta él, parecía nervioso incluso podría decir que un tanto acojonado.
"este no ha ido a muchas guerras"
Asentí asomándome al piso por el que el humo extintor seguía haciendo su trabajo.
-¿Extintor de bolsillo? no había visto ninguno tan minúsculo.
Parpadeé volviendo a mirarle cuando habló de un dragón. Una mano fue a mi cadera y fruncí mi ceño.
-¿Los dragones no eran vuestros colegas?
"espera...los mierdas esos que decía Sayid..."
-Ahhh calla... es por esos tíos amigos de los dragones con los que estáis enfadados y habéis dejado de lado toda la mierda de SAM para centraros en vuestras batallitas de honor ¿verdad?
Lo dije muy rápido, visiblemente molesta, ya que necesitaba mi puta tablet. La mía, no la de los puñeteros ministros. Y al androide, me cago en la puta.
Carraspeé tratando de centrarme y recoloqué mis gafullos que se me habían torcido un poco por tanto meneo. Por suerte la tablet no la había soltado, la alcé meneándola en el aire para su tranquilidad.
-Tranquilo, esto no se separa de mi.
Volví a mirarle y resoplé dado su estado de nervios.
-Vale...supongo que habrá que avisar a alguien de este desastre...y a tí, a ti hay que darte una tila o algo.Vamos...
Le pillé del brazo comenzando a andar con él.
-¿Para qué me buscabas?
Alcé la vista hasta él, parecía nervioso incluso podría decir que un tanto acojonado.
"este no ha ido a muchas guerras"
Asentí asomándome al piso por el que el humo extintor seguía haciendo su trabajo.
-¿Extintor de bolsillo? no había visto ninguno tan minúsculo.
Parpadeé volviendo a mirarle cuando habló de un dragón. Una mano fue a mi cadera y fruncí mi ceño.
-¿Los dragones no eran vuestros colegas?
"espera...los mierdas esos que decía Sayid..."
-Ahhh calla... es por esos tíos amigos de los dragones con los que estáis enfadados y habéis dejado de lado toda la mierda de SAM para centraros en vuestras batallitas de honor ¿verdad?
Lo dije muy rápido, visiblemente molesta, ya que necesitaba mi puta tablet. La mía, no la de los puñeteros ministros. Y al androide, me cago en la puta.
Carraspeé tratando de centrarme y recoloqué mis gafullos que se me habían torcido un poco por tanto meneo. Por suerte la tablet no la había soltado, la alcé meneándola en el aire para su tranquilidad.
-Tranquilo, esto no se separa de mi.
Volví a mirarle y resoplé dado su estado de nervios.
-Vale...supongo que habrá que avisar a alguien de este desastre...y a tí, a ti hay que darte una tila o algo.Vamos...
Le pillé del brazo comenzando a andar con él.
-¿Para qué me buscabas?
Pese a los nervioso de haber experimentado la muerte de modo tan cercano e inesperado, no habría sido yo si no hubiese contestado a lo que dijo Sigrid sobre eso de que nunca habia visto un extintor tan pequeño.
- Eso es porque no habías conocido a nadie como yo. - la modestia no estaba en mi diccionario. Seguia nervioso pero puse mi expresion de molarlo todo. Aunque duró poco, cuando ella soltó aquellas frases sobre los dragones.
- No hemos dejado de lado la mierda de Sam por batallitas de honor, simplemente hemos tenido que dividir esfuerzos! Parece ser que los Pendragon están ofendiditos y han aprovechado el momento de mayor debilidad, haces mal en creer que esto tiene algo que ver con el honor.
Miré hacia el piso chamuscado, negué con la cabeza frunciendo los labios.
- Que le den al honor, sinceramente.
Por lo menos tenia la tablet. Di gracias a las fuerzas cosmicas usando el italiano. Sayid se habia quedado sin casa pero me alegraba de que hubiese sido su chabola y no mi taller, que era infinitamente mas interesante que la hierba para fumar.
- Una tila por qué? He vivido situaciones peores, no estoy para nada nervioso. - me zafé de su brazo cuando me pilló por ahi para caminar, recolocandome la ropa y respirando hondo varias veces. Demasiada cercanía. Sin embargo seguí caminando, debíamos alejarnos de alli cuanto antes, aunque el fuego habia sido sofocado. - Para seguir trabajando, claro está. Vamos al taller de I+D, los ministros deben estar alli. Ya pudieron hablar con otros miembros de la Alianza implicados en el proyecto, es posible que tengan informacion que te ayude a completar el código.
- Eso es porque no habías conocido a nadie como yo. - la modestia no estaba en mi diccionario. Seguia nervioso pero puse mi expresion de molarlo todo. Aunque duró poco, cuando ella soltó aquellas frases sobre los dragones.
- No hemos dejado de lado la mierda de Sam por batallitas de honor, simplemente hemos tenido que dividir esfuerzos! Parece ser que los Pendragon están ofendiditos y han aprovechado el momento de mayor debilidad, haces mal en creer que esto tiene algo que ver con el honor.
Miré hacia el piso chamuscado, negué con la cabeza frunciendo los labios.
- Que le den al honor, sinceramente.
Por lo menos tenia la tablet. Di gracias a las fuerzas cosmicas usando el italiano. Sayid se habia quedado sin casa pero me alegraba de que hubiese sido su chabola y no mi taller, que era infinitamente mas interesante que la hierba para fumar.
- Una tila por qué? He vivido situaciones peores, no estoy para nada nervioso. - me zafé de su brazo cuando me pilló por ahi para caminar, recolocandome la ropa y respirando hondo varias veces. Demasiada cercanía. Sin embargo seguí caminando, debíamos alejarnos de alli cuanto antes, aunque el fuego habia sido sofocado. - Para seguir trabajando, claro está. Vamos al taller de I+D, los ministros deben estar alli. Ya pudieron hablar con otros miembros de la Alianza implicados en el proyecto, es posible que tengan informacion que te ayude a completar el código.
Entorné los ojos por sus palabras. Se hacía el guay, pero tenía la ventaja de la magia, eso no valía.
-Ya...ya...
Sacudí mi mano como diciendo que cortase el rollo, aunque sí, el invento ese molaba que flipas.
Resoplé ante su intento de decir que no eran cosas de machitos y honor cruzando mis brazos.
-Dividir esfuerzos....no ha salido nadie a por los materiales que necesito.¿quieres saber como se supone que va SAM ahora mismo?
Alcé mis cejas y tecleé la tablet mientras murmuraba algo parecido a "hicis mil in criir qui is pir hinir", tras ello le mostré la pantalla con cifras. Cifras de la simulación del poder actual de SAM y un mapa de su expansión por el mundo.
-Pues si tanto le dan al honor podríais invitarles a la fiesta contra SAM y dejar vuestros rollos a un lado.
Solté con cabreo bajando la mirada a la tablet para cerrar los programas.
-Yo pensaba que tú eras el listo de los Descendientes.
Gruñí por lo bajo antes de seguir nuestro camino. Apreté mis labios cuando se zafó de mi agarre y le miré con cara de no creermelo.
"vivís en putas casas de fantasía en una isla flotante...no me jodas"
-Vale...pues nada de tila para ti.
Entorné los ojos de nuevo antes de seguir por el pasillo escuchando su plan. Si, habría que ir a trabajar con los ministros, mierda. Unos guardias aparecieron para encargarse de varias casas más que habían sido atacadas y otro guardia se plantó frente a Gio para informarle de que los Pendragon solicitaban parlamento por el antiguo código, después se fue.
Miré al hombre de reojo alzando ambas cejas.
-Tal vez puedas hablarles de SAM
Era un poco pesada con el tema, pero es que el puto trasto del infierno estaba conquistando la tierra y toda esta peña aquí con sus movidas de parlamentos y códigos antiguos. Me cago en la puta.
-Ya...ya...
Sacudí mi mano como diciendo que cortase el rollo, aunque sí, el invento ese molaba que flipas.
Resoplé ante su intento de decir que no eran cosas de machitos y honor cruzando mis brazos.
-Dividir esfuerzos....no ha salido nadie a por los materiales que necesito.¿quieres saber como se supone que va SAM ahora mismo?
Alcé mis cejas y tecleé la tablet mientras murmuraba algo parecido a "hicis mil in criir qui is pir hinir", tras ello le mostré la pantalla con cifras. Cifras de la simulación del poder actual de SAM y un mapa de su expansión por el mundo.
-Pues si tanto le dan al honor podríais invitarles a la fiesta contra SAM y dejar vuestros rollos a un lado.
Solté con cabreo bajando la mirada a la tablet para cerrar los programas.
-Yo pensaba que tú eras el listo de los Descendientes.
Gruñí por lo bajo antes de seguir nuestro camino. Apreté mis labios cuando se zafó de mi agarre y le miré con cara de no creermelo.
"vivís en putas casas de fantasía en una isla flotante...no me jodas"
-Vale...pues nada de tila para ti.
Entorné los ojos de nuevo antes de seguir por el pasillo escuchando su plan. Si, habría que ir a trabajar con los ministros, mierda. Unos guardias aparecieron para encargarse de varias casas más que habían sido atacadas y otro guardia se plantó frente a Gio para informarle de que los Pendragon solicitaban parlamento por el antiguo código, después se fue.
Miré al hombre de reojo alzando ambas cejas.
-Tal vez puedas hablarles de SAM
Era un poco pesada con el tema, pero es que el puto trasto del infierno estaba conquistando la tierra y toda esta peña aquí con sus movidas de parlamentos y códigos antiguos. Me cago en la puta.
Miré a mi salvadora con aquellas espesas cejas mías bien fruncidas, en una señal inequivoca de "puñalada en el pecho".
- Si mal no recuerdo son un androide y una tablet, no es tan facil encontrarlo! Pero no hemos estado de brazos cruzados, hemos avanzado mucho en el tema de la pila cervical y la estrategia a seguir. El primer equipo está listo para salir de la isla en un par de horas. Vas a unirte a ellos?
"yo me lo estoy pensando..."
Le saqué la lengua cuando ella habló imitandome por lo bajo con ese tono infantiloide. Tsk! PEro las cifras eran las cifras.
- Santa Madonna. - despues negué con la cabeza de modo breve. - Lo del honor son papanatas! Les viene bien que estemos entre la espada y la pared - luego me soltó aquello y la miré abriendo mucho los ojos y la boca. - Y lo soy! Pero nadie me hace caso! Soy el descendiente mas listo
Luego pasó lo del guardia y la informacion. La plaza? Antiguo codigo?
- Mis huevos italianos antiguo código.
Escuché a Sigrid y la miré con cara de "eres una pesada". Luego hice un facepalm y le di unos golpecitos a la morena en la espalda.
- Sabes...no creo que funcione...pero tienes razon en algo. Me veo en la obligacion de intentarlo .Tú ve tirando al taller de I+D, los ministros están allí. Yo iré en un rato, a ver si quieren parlamentar para escuchar cosas de la maldita IA.
Le indiqué el camino a seguir a la moza, y luego, me desaparecí de allí.
- Si mal no recuerdo son un androide y una tablet, no es tan facil encontrarlo! Pero no hemos estado de brazos cruzados, hemos avanzado mucho en el tema de la pila cervical y la estrategia a seguir. El primer equipo está listo para salir de la isla en un par de horas. Vas a unirte a ellos?
"yo me lo estoy pensando..."
Le saqué la lengua cuando ella habló imitandome por lo bajo con ese tono infantiloide. Tsk! PEro las cifras eran las cifras.
- Santa Madonna. - despues negué con la cabeza de modo breve. - Lo del honor son papanatas! Les viene bien que estemos entre la espada y la pared - luego me soltó aquello y la miré abriendo mucho los ojos y la boca. - Y lo soy! Pero nadie me hace caso! Soy el descendiente mas listo
Luego pasó lo del guardia y la informacion. La plaza? Antiguo codigo?
- Mis huevos italianos antiguo código.
Escuché a Sigrid y la miré con cara de "eres una pesada". Luego hice un facepalm y le di unos golpecitos a la morena en la espalda.
- Sabes...no creo que funcione...pero tienes razon en algo. Me veo en la obligacion de intentarlo .Tú ve tirando al taller de I+D, los ministros están allí. Yo iré en un rato, a ver si quieren parlamentar para escuchar cosas de la maldita IA.
Le indiqué el camino a seguir a la moza, y luego, me desaparecí de allí.
Bashira Ibn Salah
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Un ave atraviesa la ventana para dejar una nota
Querido Nieto escribió:
Querido nieto,
Espero que tus días sean bendecidos.
Escribo estas palabras ya que hace tiempo que no sabemos de ti, pero es bien sabido que del árbol del silencio pende el fruto de la seguridad.
Desde casa somos conocedores de tu implicación para con el Consejo y de tus avances en el conocimiento mágico que nuestra familia guarda desde hace años.
Mas eso, querido Sayid, y saber que te dedicas por completo a dichas obligaciones nos preocupa sobremanera. No han pasado los años en vano para ti y se hace tarde para cumplir con el resto de tus deberes.
Por eso, he tenido a bien, tras conversar durante algunos meses con la Señora Royden concertar tu matrimonio con su hermosa hija Arleen.
La ceremonia tendrá lugar el sábado que viene , ya que tu primo Halim ha calculado el día más certero para ello y ha resultado ser ese.
Un consejo se da, y se recibe por convicción.
Recibe los más afectuosos saludos querido nieto.
Seguía trabajando en el código del mal. Aprovechaba que llevaba un mes prácticamente sola en esa casa para pasarme el día en pijama con el moño puesto y acumulando tazas de café sobre la mesa del espacio de los cojines.
Se habían encargado de arreglar la casa del Rey Moro aunque no les había quedado igual igual, los colores eran un poco diferentes, tal vez más estridentes que antes pero bueno, yo ya me había acostumbrado.
Estaba tan tranquila comprobando una simulación de lo que llevaba de código cuando volví a pensar en aquello. Miré de reojo al mueble del pasillo donde reposaba la carta para Sayid que había traído un pajarraco hacía unas horas.Seguía tentada de abrirla pero volví a centrarme en la simulación.
Al menos por dos segundos antes de levantarme e ir hasta aquel mueble. Miré la carta entrecerrando los ojos y crucé mis brazos pensativa.
"Lleva un mes sin venir... "
Miré a la puerta de reojo y después pillé la carta y me puse a abrirla con cuidado hasta que...
-Mierda!
El sobre, había roto el sobre. Apreté los dientes con fuerza cagandome en todo pero eso no nubló el objetivo principal. La información en esta vida era valiosa, así que saqué el papel leyendo el contenido. Mis dos cejas se alzaron.
-Wow...
Un matrimonio concertado.... wtf?se seguía haciendo eso?bueno, al menos así Sayid ya no tendría problemas para conocer mujeres como parecía tenerlos, aunque en el fondo me gustaba la idea de poder ayudarle en la búsqueda de la reina mora.
Y ahí estaba con el sobre roto y el papel.
-vale....que mierda hago...
"estas mierdas en las películas vienen sin sobre¿no?"
Arrugué el sobre de las narices y dejé el papel en el sitio. Fui hasta la cocina para tirar el sobre escondiéndolo al fondo de la papelera y sacudí mis manos.
"pues como no venga para el sábado a la mierda las cuentas del primo Halim"
De pronto llamaron a la puerta y por un segundo me quedé tiesa, pensando que me habían pillado, hasta que mi cerebro unió cabos y dedujo que no podía ser Sayid, que el entraría a su casa sin llamar. Atendí la puerta, me llamaban porque habían traído a James.
Así que recogí la tablet, me cambié a ropa no pijamera y salí del piso en busca del androide.
Se habían encargado de arreglar la casa del Rey Moro aunque no les había quedado igual igual, los colores eran un poco diferentes, tal vez más estridentes que antes pero bueno, yo ya me había acostumbrado.
Estaba tan tranquila comprobando una simulación de lo que llevaba de código cuando volví a pensar en aquello. Miré de reojo al mueble del pasillo donde reposaba la carta para Sayid que había traído un pajarraco hacía unas horas.Seguía tentada de abrirla pero volví a centrarme en la simulación.
Al menos por dos segundos antes de levantarme e ir hasta aquel mueble. Miré la carta entrecerrando los ojos y crucé mis brazos pensativa.
"Lleva un mes sin venir... "
Miré a la puerta de reojo y después pillé la carta y me puse a abrirla con cuidado hasta que...
-Mierda!
El sobre, había roto el sobre. Apreté los dientes con fuerza cagandome en todo pero eso no nubló el objetivo principal. La información en esta vida era valiosa, así que saqué el papel leyendo el contenido. Mis dos cejas se alzaron.
-Wow...
Un matrimonio concertado.... wtf?se seguía haciendo eso?bueno, al menos así Sayid ya no tendría problemas para conocer mujeres como parecía tenerlos, aunque en el fondo me gustaba la idea de poder ayudarle en la búsqueda de la reina mora.
Y ahí estaba con el sobre roto y el papel.
-vale....que mierda hago...
"estas mierdas en las películas vienen sin sobre¿no?"
Arrugué el sobre de las narices y dejé el papel en el sitio. Fui hasta la cocina para tirar el sobre escondiéndolo al fondo de la papelera y sacudí mis manos.
"pues como no venga para el sábado a la mierda las cuentas del primo Halim"
De pronto llamaron a la puerta y por un segundo me quedé tiesa, pensando que me habían pillado, hasta que mi cerebro unió cabos y dedujo que no podía ser Sayid, que el entraría a su casa sin llamar. Atendí la puerta, me llamaban porque habían traído a James.
Así que recogí la tablet, me cambié a ropa no pijamera y salí del piso en busca del androide.
Sayid Ibn Salah
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Llegué a casa exhausto y a pesar de aparecerme aún tenía que arrastrar mis pies hasta la habitación, encendí las luches y como de costumbre no había nadie, ya estaba acostumbrado a eso pero al fijarme un poco mejor había señales de vida, tazas por aquí y allá, un poco de desastre de cables y cosas por ahí tiradas pero no me molestaba, al parecer Sigrid había vuelto después de que lo arreglaran todo, con una decoración un tanto diferente -Seguro que ha sido Zaida..- mi hermana era muy dada a hacer ese tipo de cosas pero ya me preocuparía de eso después, Tomé un baño bien merecido, comí algo, me bebí las pociones que me dio Chloe además de la pomada y me fui a dormir, ni un terremoto sería capaz de despertarme.
A la mañana siguiente me desperté entumecido, los golpes ya empezaban a doler y las agujetas no perdonaban, me dolí todo pero estaba feliz de regresar a casa con la misión cumplida, al salir el personal de limpieza ya se había encargado de limpiar todo el desastre de sigrid por lo que fui a la cocina a ver que había... poca cosa y no me apetecía cocinar así que pillaría algo por ahí o iría a casa de mi hermana a robarle algo, me estiré frente a la ventana bajo la cual se encontraba el sofá y en la mesita de al lado había un papel, no era el tipo de los que yo tenía en casa así que supuse que era de Sigrid por lo que lo dejé estar y abrí la ventana para recibir un poco de aire fresco que se agradecía después de aquella horrible misión en tierra firme.
No me había dado cuenta de que aquel papel sobre la mesa se había caído así que cuando me di la vuelta lo pisé y al recogerlo pude ver el nombre de mi abuela -¿sin sobre? que raro... - dudaba que la mujer conociera a Sigrid así que leí el contenido de aquella carta, lo leí una y otra vez antes de dejarme caer al sofá y pensar en lo que decía -una boda... se me ha acabado el tiempo- volví a mirar aquella carta y el nombre de la desafortunada que se había visto arrastrada conmigo, Arleen era la sanadora que me había ayudado después de que me encontraran el feral y el chico de los Black, por si fuera poco la fecha era precipitada y ella estaba muy malherida ¿que clase de números había hecho el inepto de mi primo? no, aquello no podía ser.
Me dispuse a hacer mis propios cálculos, seguramente Halim no contaba con la misión a londres y claramente eso interfería con el resultado, escribí una carta de nuevo a mi señora abuela con mis propias predicciones, mucho más acertadas y con la clara intención de ganar tiempo
Estimada Abuela, bienaveturados y bendecidos sean tus días,
He recibido las nuevas sobre mi compromiso con la señorita Royden , estoy seguro de que has tomado la decisión correcta y me siento honrado por ser merecedor de tu preocupación y por supuesto de ser emparejado con una dama como Arleen, sin embargo debo decir que la fecha es inoportuna, no dudo de las habilidades del primo Halim a quien tengo en alta estima pero he reinterpretado los números añadiendo los recientes acontecimientos y mucho me temo que la fecha no es óptima, te pido encarecidamente que lo reconsideres y si estoy en lo cierto, se aplace la boda, de lo contrario estaré encantado de realizarla en la fecha prevista.
Sayid
adjunté a aquella carta mis propios cálculos y con todo explicadito para que Halim lo viera, silbe por la ventana y en poco tiempo una majestuosa ave de presa llegó hasta mi ventana -Ya sabes dónde ir- entregué la carta y el ave echó el vuelo, me quedé contemplándola unos instantes antes de ponerme en marcha,lo primero era hablar con Arleen sobre eso, si ella no estaba de acuerdo, no aceptaría la unión. Me vestí de forma apropiada, quizás un poco más arreglado que de costumbre, la chica me había visto hecho un asco así que tenía que cambiar esa impresión, tomé un par de cosas más y ya compraría una cesta de frutas de camino al hospital.
A la mañana siguiente me desperté entumecido, los golpes ya empezaban a doler y las agujetas no perdonaban, me dolí todo pero estaba feliz de regresar a casa con la misión cumplida, al salir el personal de limpieza ya se había encargado de limpiar todo el desastre de sigrid por lo que fui a la cocina a ver que había... poca cosa y no me apetecía cocinar así que pillaría algo por ahí o iría a casa de mi hermana a robarle algo, me estiré frente a la ventana bajo la cual se encontraba el sofá y en la mesita de al lado había un papel, no era el tipo de los que yo tenía en casa así que supuse que era de Sigrid por lo que lo dejé estar y abrí la ventana para recibir un poco de aire fresco que se agradecía después de aquella horrible misión en tierra firme.
No me había dado cuenta de que aquel papel sobre la mesa se había caído así que cuando me di la vuelta lo pisé y al recogerlo pude ver el nombre de mi abuela -¿sin sobre? que raro... - dudaba que la mujer conociera a Sigrid así que leí el contenido de aquella carta, lo leí una y otra vez antes de dejarme caer al sofá y pensar en lo que decía -una boda... se me ha acabado el tiempo- volví a mirar aquella carta y el nombre de la desafortunada que se había visto arrastrada conmigo, Arleen era la sanadora que me había ayudado después de que me encontraran el feral y el chico de los Black, por si fuera poco la fecha era precipitada y ella estaba muy malherida ¿que clase de números había hecho el inepto de mi primo? no, aquello no podía ser.
Me dispuse a hacer mis propios cálculos, seguramente Halim no contaba con la misión a londres y claramente eso interfería con el resultado, escribí una carta de nuevo a mi señora abuela con mis propias predicciones, mucho más acertadas y con la clara intención de ganar tiempo
Estimada Abuela, bienaveturados y bendecidos sean tus días,
He recibido las nuevas sobre mi compromiso con la señorita Royden , estoy seguro de que has tomado la decisión correcta y me siento honrado por ser merecedor de tu preocupación y por supuesto de ser emparejado con una dama como Arleen, sin embargo debo decir que la fecha es inoportuna, no dudo de las habilidades del primo Halim a quien tengo en alta estima pero he reinterpretado los números añadiendo los recientes acontecimientos y mucho me temo que la fecha no es óptima, te pido encarecidamente que lo reconsideres y si estoy en lo cierto, se aplace la boda, de lo contrario estaré encantado de realizarla en la fecha prevista.
Sayid
adjunté a aquella carta mis propios cálculos y con todo explicadito para que Halim lo viera, silbe por la ventana y en poco tiempo una majestuosa ave de presa llegó hasta mi ventana -Ya sabes dónde ir- entregué la carta y el ave echó el vuelo, me quedé contemplándola unos instantes antes de ponerme en marcha,lo primero era hablar con Arleen sobre eso, si ella no estaba de acuerdo, no aceptaría la unión. Me vestí de forma apropiada, quizás un poco más arreglado que de costumbre, la chica me había visto hecho un asco así que tenía que cambiar esa impresión, tomé un par de cosas más y ya compraría una cesta de frutas de camino al hospital.
Salí de mi habitación tras haber dormido por fin algo decentemente, me había despertado muy tarde. Estaba bastante más tranquila al tener al androide en la isla y la maldita tableta de vuelta en mis manos.
Me estiré en mitad del pasillo mientras caminaba a la cocina aún en "pijama" (que no era más que una camiseta roñosa, para nada uno de esos pijamas de la hermana de Sayid) elevando los brazos bastante y mi espalda crujió lo que hizo que soltase un suspiro de alivio.
-Bien...
Di una palmada frotando después mis manos mirando a todos lados en la cocina.
-Café.
Sí, de buena mañana me tenía que ir diciendo lo que tenía que hacer para enterarme, una empanada de cuidado. Cogí el tarro del café y la cafetera y puse todo en marcha para despues pillar la tableta y poner algo de música, tal vez muy alta. Lo mismo era hora de comer pero me daba un poco igual así que comencé a hacerme unas tostadas mientras tarareaba o gritaba con un tono bastante poco acertado la canción que sonaba.
Me estiré en mitad del pasillo mientras caminaba a la cocina aún en "pijama" (que no era más que una camiseta roñosa, para nada uno de esos pijamas de la hermana de Sayid) elevando los brazos bastante y mi espalda crujió lo que hizo que soltase un suspiro de alivio.
-Bien...
Di una palmada frotando después mis manos mirando a todos lados en la cocina.
-Café.
Sí, de buena mañana me tenía que ir diciendo lo que tenía que hacer para enterarme, una empanada de cuidado. Cogí el tarro del café y la cafetera y puse todo en marcha para despues pillar la tableta y poner algo de música, tal vez muy alta. Lo mismo era hora de comer pero me daba un poco igual así que comencé a hacerme unas tostadas mientras tarareaba o gritaba con un tono bastante poco acertado la canción que sonaba.
Sayid Ibn Salah
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En cuanto salí del hospital volví a casa dando un paseo, necesitaba despejarme y estirar los músculos o las agujetas me iban a dar problemas durante toda la semana y si de verdad tenía que casarme eso sería un problema a la hora de hacer los preparativos. El mercado y la isla habían vuelto a la normalidad después de aquel largo mes, ya nada quedaba del peligro inminente de los invasores o del luto por Matvey, de quien no sabía nada era de Bellatrix y por las últimas palabras del nigromante me parecía oportuno que la hubieran interrogado pero ya me pondría al día con mis compañeros en otro momento.
Al llegar a mi casa desde la puerta pude escuchar música, al contrario que la noche anterior, había alguien dentro y no solo una fría estancia, abrí la puerta sin la más mínima intención de que Sigris se percatara de mi presencia, al menos no de forma inmediata, entré en silencio y la música ayudaba a silenciar mis pasos por no hablar de su particular forma de cantar, fui hasta la cocina y me apoyé en el marco de la puerta -Me alegra verla tan alegre esta mañana señorita Miller o.. ¿tal vez está celebrando mi regreso a casa?-
Al llegar a mi casa desde la puerta pude escuchar música, al contrario que la noche anterior, había alguien dentro y no solo una fría estancia, abrí la puerta sin la más mínima intención de que Sigris se percatara de mi presencia, al menos no de forma inmediata, entré en silencio y la música ayudaba a silenciar mis pasos por no hablar de su particular forma de cantar, fui hasta la cocina y me apoyé en el marco de la puerta -Me alegra verla tan alegre esta mañana señorita Miller o.. ¿tal vez está celebrando mi regreso a casa?-
Esperaba impacientemente que las tostadas saltaran golpeando la encimera con los dedos al ritmo de la música. Cuando por fin lo hicieron tomé un plato y las puse ahí justo a tiempo para cuando el café terminó de hacerse. Abrí otro armario, el anterior lo había dejado abierto al sacar el paquete de café y cogí una taza olvidándome de cerrar este también.
Empecé a verter el café mientras cerraba los ojos motivada cantando to mal cuando escuché una voz por encima de la música.
-ARGHHFJS!
Efectivamente pegué un grito mientras daba un bote y me derramaba el café en mitad de la mano, la taza acabó en el suelo rota y solté la cafetera sobre la superficie como si fuese el demonio.
-Mierda!
Me llevé la mano no quemada a la otra apretándola a la par que mordía mi labio por la quemadura y solo entonces enfoqué a Sayid.
-Joder Rey Moro!Que sustazo!
Agité la mano por si así se me pasaba un poco y salté entre los restos de la destrozada taza tratando de no cortarme por eso de ir descalza. Me acerqué a él y le di un puño en el hombro así como con rabia y luego sonreí agitando de nuevo la mano.
-EY!¿Que tal la misión?!¿Cuando has llegado?!
Gritaba por encima de la música, bueno...en general gritaba porque sí. Fruncí el ceño un segundo y le agarré instantáneamente de los hombros mirándole muy raramente.
-¿Quien te ha hecho ese destrozo en el pelo?
Empecé a verter el café mientras cerraba los ojos motivada cantando to mal cuando escuché una voz por encima de la música.
-ARGHHFJS!
Efectivamente pegué un grito mientras daba un bote y me derramaba el café en mitad de la mano, la taza acabó en el suelo rota y solté la cafetera sobre la superficie como si fuese el demonio.
-Mierda!
Me llevé la mano no quemada a la otra apretándola a la par que mordía mi labio por la quemadura y solo entonces enfoqué a Sayid.
-Joder Rey Moro!Que sustazo!
Agité la mano por si así se me pasaba un poco y salté entre los restos de la destrozada taza tratando de no cortarme por eso de ir descalza. Me acerqué a él y le di un puño en el hombro así como con rabia y luego sonreí agitando de nuevo la mano.
-EY!¿Que tal la misión?!¿Cuando has llegado?!
Gritaba por encima de la música, bueno...en general gritaba porque sí. Fruncí el ceño un segundo y le agarré instantáneamente de los hombros mirándole muy raramente.
-¿Quien te ha hecho ese destrozo en el pelo?
Sayid Ibn Salah
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Claramente mi intención era sorprender a la morena pero no esperaba tan fatídico resultado, vi como soltaba la taza y se le derramaba el café, de inmediato me acerqué a ella preocupado por su situación, me quité el turbante y la tela la mojé en agua para después ponérselo en la mano y ayudarla a pasar a través de los trozos de porcelana rotos, menuda mala suerte.
-Lo siento mucho Sigrid, ¿ te encuentras bien? deja que le eche un vistazo..- aparté la tela y vi el enrojecimiento en su piel pero no parecía demasiado grave, al menos a mis ojos -¿Quieres ir al hospital?- mejor prevenir que curar pero creía conocer la respuesta de la chica.
La música estaba demasiado alta, era difícil mantener una conversación y lo poco que pude entender fue el puñetazo por haberla asustado, fallo mío así que me lo merecía, alcé la voz y me acerqué para que pudiera escucharme y así contestar a su pregunta -Llegué anoche! lo del pelo te lo cuento cuando apagues la música!- Esperé a que acabara aquella tortura musical y cuando por fin hubo algo de calma o al menos el suficiente volumen para hablar como personas civilizadas, respiré tranquilo -Ha pasado mucho tiempo señorita Miller, me alegro de que no hayas decidido irte, siempre es bueno encontrar a alguien que te reciba en casa, aunque debo disculparme por el incidente, parece que los números no están de mi parte hoy- miré por encima lo que en principio parecía un desayuno pero por la hora que era no parecía lo más adecuado -¿qué te parece si pedimos algo para comer? ya va siendo hora, así te cuento lo que quieras saber de la misión y ya que estoy te compenso por lo ocurrido-
-Lo siento mucho Sigrid, ¿ te encuentras bien? deja que le eche un vistazo..- aparté la tela y vi el enrojecimiento en su piel pero no parecía demasiado grave, al menos a mis ojos -¿Quieres ir al hospital?- mejor prevenir que curar pero creía conocer la respuesta de la chica.
La música estaba demasiado alta, era difícil mantener una conversación y lo poco que pude entender fue el puñetazo por haberla asustado, fallo mío así que me lo merecía, alcé la voz y me acerqué para que pudiera escucharme y así contestar a su pregunta -Llegué anoche! lo del pelo te lo cuento cuando apagues la música!- Esperé a que acabara aquella tortura musical y cuando por fin hubo algo de calma o al menos el suficiente volumen para hablar como personas civilizadas, respiré tranquilo -Ha pasado mucho tiempo señorita Miller, me alegro de que no hayas decidido irte, siempre es bueno encontrar a alguien que te reciba en casa, aunque debo disculparme por el incidente, parece que los números no están de mi parte hoy- miré por encima lo que en principio parecía un desayuno pero por la hora que era no parecía lo más adecuado -¿qué te parece si pedimos algo para comer? ya va siendo hora, así te cuento lo que quieras saber de la misión y ya que estoy te compenso por lo ocurrido-
No iba a quejar de que intentase ayudar con la quemadura la verdad. Miré la rojez cuando apartó la tela y al escucharle alcé la mirada a él y mi ceja también se alzó con una divertida sonrisa surcando mi rostro.
-Prfff anda ya..si es una chorrada!si quieres te enseño las cicatrices que tengo por ahí repartidas!Tengo una por aquí que alucinas!
Me señalé como por encima del ombligo.Negué con la mano buena varias veces y la puse sobre la suya que aún cubría la mano herida en parte.
-No hace falta, de veras!
Puse cara rara pero por no oír una mierda por el volumen de la música.
-¿QUE?!Espera!Voy a bajar la música!
Me acerqué a la tableta tocando un par de botones y volví a girarme apretando el turbante en mi mano todavía. Me reí, por lo de señorita, seguía haciéndome gracia y luego negue.
-Que no, que ha sido culpa mía, además, no tenías por qué ensuciar tu...cosa.
No sabía bien como llamar a eso me acerqué y se lo di de vuelta.
-Gracias.Em...
Miré a todos lados y sin más me agaché para recoger los pedazos de taza que estaban tirados por el suelo mientras seguía hablando.
-La verdad que arreglaron tu casa en muy poco tiempo y no voy a mentirte se está bastante más cómodo aquí que en las habitaciones esas que tenéis para invitados, sobre todo para trabajar tranquila.
Miré por encima de mi hombro sonriendo.
-Espero que no te moleste.
Abrí mucho los ojos y volví a incorporarme rápidamente.
-No me digas que tenéis reparto a domicilio.
"Y yo aquí cocinando!"
Volví a negar de forma muy exagerada.
-Que no tienes nada que compensar...¿No ves que encima me he cargado tus tazas buenas?
Suspiré aún con los trozos en mis manos mordiendo mi labio con algo de culpabilidad por ello y los dejé sobre la mesa sacudiendo mis manos.
-Ayer vi a James pero como no te vi por aquí no sabía si habías vuelto o no.¿Se lió una buena no?
-Prfff anda ya..si es una chorrada!si quieres te enseño las cicatrices que tengo por ahí repartidas!Tengo una por aquí que alucinas!
Me señalé como por encima del ombligo.Negué con la mano buena varias veces y la puse sobre la suya que aún cubría la mano herida en parte.
-No hace falta, de veras!
Puse cara rara pero por no oír una mierda por el volumen de la música.
-¿QUE?!Espera!Voy a bajar la música!
Me acerqué a la tableta tocando un par de botones y volví a girarme apretando el turbante en mi mano todavía. Me reí, por lo de señorita, seguía haciéndome gracia y luego negue.
-Que no, que ha sido culpa mía, además, no tenías por qué ensuciar tu...cosa.
No sabía bien como llamar a eso me acerqué y se lo di de vuelta.
-Gracias.Em...
Miré a todos lados y sin más me agaché para recoger los pedazos de taza que estaban tirados por el suelo mientras seguía hablando.
-La verdad que arreglaron tu casa en muy poco tiempo y no voy a mentirte se está bastante más cómodo aquí que en las habitaciones esas que tenéis para invitados, sobre todo para trabajar tranquila.
Miré por encima de mi hombro sonriendo.
-Espero que no te moleste.
Abrí mucho los ojos y volví a incorporarme rápidamente.
-No me digas que tenéis reparto a domicilio.
"Y yo aquí cocinando!"
Volví a negar de forma muy exagerada.
-Que no tienes nada que compensar...¿No ves que encima me he cargado tus tazas buenas?
Suspiré aún con los trozos en mis manos mordiendo mi labio con algo de culpabilidad por ello y los dejé sobre la mesa sacudiendo mis manos.
-Ayer vi a James pero como no te vi por aquí no sabía si habías vuelto o no.¿Se lió una buena no?
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