Recuerdo del primer mensaje :
La residencia de los descendientes de Saladino se encuentra en una de las plantas más altas de la zona residencial, cuenta con acabados modernos sin dejar de lado la esencia árabe de la familia de saladino con un pequeño baño árabe en su interior, también cuenta con una zona exterior con una jaima dónde el descendiente pasa gran parte de su tiempo y es el lugar en el que suele leer y fumar con sus cachimbas.
Debido a la hospitalidad de Saladino no más seguridad que en la de cualquier casa y cualquiera que llame a la puerta suele ser bienvenido.
La residencia de los descendientes de Saladino se encuentra en una de las plantas más altas de la zona residencial, cuenta con acabados modernos sin dejar de lado la esencia árabe de la familia de saladino con un pequeño baño árabe en su interior, también cuenta con una zona exterior con una jaima dónde el descendiente pasa gran parte de su tiempo y es el lugar en el que suele leer y fumar con sus cachimbas.
Debido a la hospitalidad de Saladino no más seguridad que en la de cualquier casa y cualquiera que llame a la puerta suele ser bienvenido.
- Baño y exteriores:
Sayid Ibn Salah
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-¿también te gusta leer? ¿qué tipo de libros te gustan?- hice la pregunta mientras me comía un par de trozos de manzana esperando su respuesta, los míos sin duda eran los libros históricos y las novelas de aventuras pero siempre era bueno ampliar horizontes y tal vez pudiéramos tener algo en común. Con lo de Sigrid estaba más o menos seguro pero si no volvía esa tarde ya empezaría a preocuparme.
Asentí cuando dijo que era alérgica al marisco, no era muy fan así que no me costaría mucho quitarlo de la lista de la compra -Muy bien, apuntado, se acabó el marisco ¿te gusta ir a comprar al mercado? tengo a alguien que me ayuda con esas cosas porque no tengo mucho tiempo, pero cuando quieras ir hazmelo saber para poder acompañarte- por más trabajo que tuviera ahora tenía que hacer hueco para ella y era bueno compartir momentos juntos aunque solo sea hacer las compras. El asunto de la luz había sido un error que no tenía que repetir otra vez -De nuevo, lo siento mucho por eso, no se me volverá a olvidar-
La idea de los regalos pareció gustarle así que asentí y le dediqué una sonrisa mientras me terminaba la tostada y daba los últimos sorbos al café. Alcé una ceja cuando preguntó si había hecho algo malo sin comprender a que se refería, cuando habló de la noche anterior casi me atraganto con mi propia saliva -No, no, no, para nada Arleen, no has hecho nada malo es que...- me llevé una mano al cuello algo tenso y solté el aire apartando un poco los platos para poder apoyarme en la mesa -esto es nuevo para los dos, sé que estamos casados pero pensé que dormir en un sitio nuevo y con un hombre extraño el mismo día sería demasiado- la miré con una sonrisa amable y llevé una de mis manos sobre las suyas que se encontraban aún sobre la taza -No hay que correr, tenemos mucho tiempo por delante para conocernos y quiero que hagas las cosas porque quieres no porque sea la tradición, porque sea lo que quieren nuestras familias o porque es lo que se espera de nosotros, tiempo al tiempo querida, perdoname si te he hecho sentir mal o insegura, supongo que tendría que habértelo dicho anoche- aparté su mano de aquella taza para llevarla a mis labios y besarla -Por favor, ten paciencia conmigo, aprendo rápido pero antes de eso cometo errores-
Asentí cuando dijo que era alérgica al marisco, no era muy fan así que no me costaría mucho quitarlo de la lista de la compra -Muy bien, apuntado, se acabó el marisco ¿te gusta ir a comprar al mercado? tengo a alguien que me ayuda con esas cosas porque no tengo mucho tiempo, pero cuando quieras ir hazmelo saber para poder acompañarte- por más trabajo que tuviera ahora tenía que hacer hueco para ella y era bueno compartir momentos juntos aunque solo sea hacer las compras. El asunto de la luz había sido un error que no tenía que repetir otra vez -De nuevo, lo siento mucho por eso, no se me volverá a olvidar-
La idea de los regalos pareció gustarle así que asentí y le dediqué una sonrisa mientras me terminaba la tostada y daba los últimos sorbos al café. Alcé una ceja cuando preguntó si había hecho algo malo sin comprender a que se refería, cuando habló de la noche anterior casi me atraganto con mi propia saliva -No, no, no, para nada Arleen, no has hecho nada malo es que...- me llevé una mano al cuello algo tenso y solté el aire apartando un poco los platos para poder apoyarme en la mesa -esto es nuevo para los dos, sé que estamos casados pero pensé que dormir en un sitio nuevo y con un hombre extraño el mismo día sería demasiado- la miré con una sonrisa amable y llevé una de mis manos sobre las suyas que se encontraban aún sobre la taza -No hay que correr, tenemos mucho tiempo por delante para conocernos y quiero que hagas las cosas porque quieres no porque sea la tradición, porque sea lo que quieren nuestras familias o porque es lo que se espera de nosotros, tiempo al tiempo querida, perdoname si te he hecho sentir mal o insegura, supongo que tendría que habértelo dicho anoche- aparté su mano de aquella taza para llevarla a mis labios y besarla -Por favor, ten paciencia conmigo, aprendo rápido pero antes de eso cometo errores-
-Suelo leer bastante sobre mi área de especialidad. Pero últimamente estoy buscando algo sobre tecnología. Me di cuenta que estoy muy retrasada mientras SAM avanza muy rápido. Y cuando me toca algo de tiempo libre prefiero las novelas románticas. Tengo una aficción por la antigua Escocia…- Se rió un poco para luego pensar mientras jugaba con el mango de su taza de café -Pero todas las protagonistas son guerreras. No me identifico pero al menos me distraen. Soy una romántica empedernida- Dijo, alzando levemente los brazos -¿Y a ti? ¿qué te gusta?-
-Pues… Mi madre también solía tener alguien que la ayudara. Pero sí me gustaría ir algún día. Te avisaré- Indicó, y luego asintió suavemente a eso de que no se le volvería a olvidar. Por supuesto que no y a ella no se le iba a olvidar poner su lámpara de noche. Él insistía en que también era su casa así que podía hacerlo.
Sin embargo, notó la forma en la que se atragantó cuando preguntó y el nudo en su interior se hizo más fuerte. Su negación le pareció apresurada, tal vez no sabía cómo adornarlo. Le miró a los ojos cuando le cogió las manos y escuchó sus palabras, comprendiendo entonces la razón y soltó el aire despacio. Una respiración que ni siquiera sabía que estaba conteniendo. Cerró los ojos, sintiendo tanta paz interior que le fue imposible responder instantáneamente. Empezó a reírse, de pronto, al sentir una liberación tan profunda que sólo le dio por aquello. Soltó la taza y cogió la mano de Sayid -Por favor, habla conmigo…Pasé toda la noche pensando que por lo que te pedí ayer ibas a rechazarme. Pasé gran parte de la noche agobiada. Entenderás que he sido educada para poder ser la esposa perfecta y…Hay cosas que se incluyen en esa educación que son requisito indispensable para el matrimonio y…- Dejó de hablar y soltó un suspiro antes de volver a reírse, escuchando aquello de que tuviera paciencia -Lo único que debemos tener el uno para el otro es sinceridad. Creo que eso nos ayudará- Le apretó la mano con suavidad y después entrecerró los ojos -¿Me lo prometes? ¿Qué siempre serás sincero conmigo? Incluso con cosas que crees que no me gustarán…Soy lo suficientemente adulta para no montar una escena y…Sé que la verdad a veces duele pero la considero necesaria y mucho mejor que medias verdades o mentiras. Las detesto…- Tensó suavemente los labios -Necesito saber que podré confiar en ti, en que siempre me dirás la verdad...Incluso si hay Pendragons de por medio- Le miró con una sonrisa de lado, dejando entender que se refería a lo de la boda.
-Pues… Mi madre también solía tener alguien que la ayudara. Pero sí me gustaría ir algún día. Te avisaré- Indicó, y luego asintió suavemente a eso de que no se le volvería a olvidar. Por supuesto que no y a ella no se le iba a olvidar poner su lámpara de noche. Él insistía en que también era su casa así que podía hacerlo.
Sin embargo, notó la forma en la que se atragantó cuando preguntó y el nudo en su interior se hizo más fuerte. Su negación le pareció apresurada, tal vez no sabía cómo adornarlo. Le miró a los ojos cuando le cogió las manos y escuchó sus palabras, comprendiendo entonces la razón y soltó el aire despacio. Una respiración que ni siquiera sabía que estaba conteniendo. Cerró los ojos, sintiendo tanta paz interior que le fue imposible responder instantáneamente. Empezó a reírse, de pronto, al sentir una liberación tan profunda que sólo le dio por aquello. Soltó la taza y cogió la mano de Sayid -Por favor, habla conmigo…Pasé toda la noche pensando que por lo que te pedí ayer ibas a rechazarme. Pasé gran parte de la noche agobiada. Entenderás que he sido educada para poder ser la esposa perfecta y…Hay cosas que se incluyen en esa educación que son requisito indispensable para el matrimonio y…- Dejó de hablar y soltó un suspiro antes de volver a reírse, escuchando aquello de que tuviera paciencia -Lo único que debemos tener el uno para el otro es sinceridad. Creo que eso nos ayudará- Le apretó la mano con suavidad y después entrecerró los ojos -¿Me lo prometes? ¿Qué siempre serás sincero conmigo? Incluso con cosas que crees que no me gustarán…Soy lo suficientemente adulta para no montar una escena y…Sé que la verdad a veces duele pero la considero necesaria y mucho mejor que medias verdades o mentiras. Las detesto…- Tensó suavemente los labios -Necesito saber que podré confiar en ti, en que siempre me dirás la verdad...Incluso si hay Pendragons de por medio- Le miró con una sonrisa de lado, dejando entender que se refería a lo de la boda.
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Asentí a lo que decía Arleen sobre sus gustos de lectura, muy profesionales al igual que los míos -He leído algo acerca de la nueva tecnología, solo algunos artículos, me gusta estar informado, los nuevos algoritmos que se presentan frente al constante cambio de la inteligencia artificial son interesantes, podría ser conveniente crear una base de datos para poder generar diferentes probabilidades frente a la línea de acción de SAM y así crear varios planes de acción según se den las circunstancias en tierra...- se me había cambiado el chip automáticamente a modo trabajo, hice un gesto de disculpa pero la idea era buena, con todas las placas y datos que habíamos recuperado en la misión tal vez podríamos hacer algo -Perdona, contestando a tu pregunta, me gusta leer cosas variadas, ya sabes, aprendiz de todo y maestro de nada, pero si debo decantarme por un genero en particular me gusta la historia y para mis momentos de ocio los libros de aventuras y acción, tal vez podría darle una oportunidad a esas novelas escocesas que mencionas, leo poco romance pero si hay guerreros me interesa-
-Trato hecho- dije con una sonrisa a lo de ir al mercado juntos, no estaba nada mal, de hecho me gustaba pasear por ahí, lo había hecho los dos días que fui a verla al hospital para comprarle flores... tal vez debería pasar de nuevo antes de volver a casa después del interrogatorio con Juliet y comprarle algunas después de tantas cagadas que había hecho solo en 24 horas.
Quedaba claro que me quedaba mucho por aprender y sin duda tenía que compensar a Arleen por mis malas decisiones, a pesar de intentar ser considerado la noche anterior la había hecho sentir mal, se lo expliqué todo y ella empezó a reírse pero la noté menos tensa. Al confesarme como se había sentido solo pude llevarme una mano a los ojos completamente avergonzado por mi actitud, ya no sabía como disculparme. Sonreí cuando me habló de sinceridad el uno con el otro y repitió las palabras que me había dedicado Amaya en la boda sobre su prima, podía ser sincero con ella pero había asuntos de descendientes que tal vez no podría compartir -Te prometo que siempre que no sean asuntos privados del consejo, seré sincero contigo... lo siento pero ya que somos sinceros hay cosas que no se me permite decir fuera de los cónclaves, espero que lo comprendas- me sabía un poco mal decirle aquello pero el deber era el deber. Me reí cuando me soltó lo de los Pendragon, muy lista -Perdona, es un asunto complicado y no quería que nada te estropeara la boda, que solo te preocuparas de bailar, pero puedes contar conmigo siempre y yo contigo- aquello lo afirmaba pues era lo que había entendido de sus palabras, aún así nos quedaba mucho camino por recorrer.
Me levanté de la mesa e hice que los platos volaran hasta el fregadero guardando la tostada de Sigrid para después, invité a la morena a seguirme y así poder ir al salón a por los regalos.
-Trato hecho- dije con una sonrisa a lo de ir al mercado juntos, no estaba nada mal, de hecho me gustaba pasear por ahí, lo había hecho los dos días que fui a verla al hospital para comprarle flores... tal vez debería pasar de nuevo antes de volver a casa después del interrogatorio con Juliet y comprarle algunas después de tantas cagadas que había hecho solo en 24 horas.
Quedaba claro que me quedaba mucho por aprender y sin duda tenía que compensar a Arleen por mis malas decisiones, a pesar de intentar ser considerado la noche anterior la había hecho sentir mal, se lo expliqué todo y ella empezó a reírse pero la noté menos tensa. Al confesarme como se había sentido solo pude llevarme una mano a los ojos completamente avergonzado por mi actitud, ya no sabía como disculparme. Sonreí cuando me habló de sinceridad el uno con el otro y repitió las palabras que me había dedicado Amaya en la boda sobre su prima, podía ser sincero con ella pero había asuntos de descendientes que tal vez no podría compartir -Te prometo que siempre que no sean asuntos privados del consejo, seré sincero contigo... lo siento pero ya que somos sinceros hay cosas que no se me permite decir fuera de los cónclaves, espero que lo comprendas- me sabía un poco mal decirle aquello pero el deber era el deber. Me reí cuando me soltó lo de los Pendragon, muy lista -Perdona, es un asunto complicado y no quería que nada te estropeara la boda, que solo te preocuparas de bailar, pero puedes contar conmigo siempre y yo contigo- aquello lo afirmaba pues era lo que había entendido de sus palabras, aún así nos quedaba mucho camino por recorrer.
Me levanté de la mesa e hice que los platos volaran hasta el fregadero guardando la tostada de Sigrid para después, invité a la morena a seguirme y así poder ir al salón a por los regalos.
En el momento en el que Sayid empezó a hablar sobre tecnología, Arleen lo miró con otros ojos. Una sonrisa pequeña, y embobada, apareció en sus labios y apoyó su cabeza en la mano mientras lo escuchaba planear estrategias para defenderse contra SAM en base a algoritmos. ¿No era increíble? Era increíble. Sí. Ni siquiera se dio cuenta de que habían vuelto al fatídico tema de la IA hasta que él se excusó, la mujer parpadeó levemente y se irguió un poco mordiendose el labio para ocultar la sonrisa que le había provocado -Guerreras. Es decir, también salen guerreros pero el área de batallas y demás detalles no están ampliamente explicados. Es más como… La mujer sale del canon de esa época para demostrar que se puede defender por sí misma, con armas y demás asuntos que requieren astucia lo que hace que el guerrero la vea como alguien digno de estar a su lado- Resumió y luego sí sonrió con amplitud -Son..novelas románticas- Indicó alzando suavemente el hombro y acabándose el café.
Al ver cómo se presionaba los ojos, Arleen se sintió algo mal pero no peor que ayer. Estaba claro que ambos debían aprender de sus errores -No te sientas mal. En realidad, fue una buena acción. Sólo no comunicada y, aparentemente, mi extensa creatividad se fue por derroteros pesimistas- Soltó suspirando y sintiéndose un poco avergonzada pero, sin duda, mucho más tranquila. Había una razón y, para ser sincera, le había gustado que tuviera esa deferencia con ella. Escuchó aquello del Consejo y asintió con suavidad -Lo entiendo perfectamente- Pero fue atenta a lo que dijo después de la risa, que le robó una sonrisa a ella -La ignorancia no sirve de protección, Sayid. No para mí, al menos- Creyó que con esa frase sería suficiente para que entendiera su posición al respecto.
Se incorporó y fue con él a donde se encontraban todos los regalos, al menos la vaca estaba en el Bosque de Darwin y eso le daba cierta paz. Al ver tantos, no supo mucho por donde empezar. Se excusó un momento y fue a buscar un pergamino y pluma para ponerlo a vuelapluma y fue buscando hasta coger uno gigante y mullido. Leyó que era de los Knox y sonrió -Anteia y Lyran…- Se sentó junto a Sayid y empezó a abrirlo, al ver la manta se rió un poco y cogió la nota que cayó al piso. La leyó y contuvo una risa para luego dársela a Sayid y que la leyera él -No te atragantes con saliva- Murmuró, a modo de broma, mientras vigilaba que el vuela pluma escribiera todo. Abrazó un poco la manta, disfrutando de su suavidad para luego coger otro de los paquetes.
-Le Fay Hacksaw- Expresó tragando un poco en seco -Su discurso fue un poco...Extraño ¿No? ¿O fue mi percepción?- Dijo mientras empezaba a abrirlo y observaba un bonito y ornamentado album de fotografías. No había leyenda, sino un espacio en blanco para que ellos escribieran. Lo abrió y notó que había los mismos espacios en blanco dentro. Era un bonito regalo pero lo sentía algo…¿Vacío? -Umm...No hay dedicatoria- Musitó con curiosidad y reviso que el vuela pluma volviera a escribir correcto y lo apiló a un lado. Más le valía hacerse con una cámara si quería rellenar ese álbum -Coge tú unos. Yo ya llevo dos-
Al ver cómo se presionaba los ojos, Arleen se sintió algo mal pero no peor que ayer. Estaba claro que ambos debían aprender de sus errores -No te sientas mal. En realidad, fue una buena acción. Sólo no comunicada y, aparentemente, mi extensa creatividad se fue por derroteros pesimistas- Soltó suspirando y sintiéndose un poco avergonzada pero, sin duda, mucho más tranquila. Había una razón y, para ser sincera, le había gustado que tuviera esa deferencia con ella. Escuchó aquello del Consejo y asintió con suavidad -Lo entiendo perfectamente- Pero fue atenta a lo que dijo después de la risa, que le robó una sonrisa a ella -La ignorancia no sirve de protección, Sayid. No para mí, al menos- Creyó que con esa frase sería suficiente para que entendiera su posición al respecto.
Se incorporó y fue con él a donde se encontraban todos los regalos, al menos la vaca estaba en el Bosque de Darwin y eso le daba cierta paz. Al ver tantos, no supo mucho por donde empezar. Se excusó un momento y fue a buscar un pergamino y pluma para ponerlo a vuelapluma y fue buscando hasta coger uno gigante y mullido. Leyó que era de los Knox y sonrió -Anteia y Lyran…- Se sentó junto a Sayid y empezó a abrirlo, al ver la manta se rió un poco y cogió la nota que cayó al piso. La leyó y contuvo una risa para luego dársela a Sayid y que la leyera él -No te atragantes con saliva- Murmuró, a modo de broma, mientras vigilaba que el vuela pluma escribiera todo. Abrazó un poco la manta, disfrutando de su suavidad para luego coger otro de los paquetes.
-Le Fay Hacksaw- Expresó tragando un poco en seco -Su discurso fue un poco...Extraño ¿No? ¿O fue mi percepción?- Dijo mientras empezaba a abrirlo y observaba un bonito y ornamentado album de fotografías. No había leyenda, sino un espacio en blanco para que ellos escribieran. Lo abrió y notó que había los mismos espacios en blanco dentro. Era un bonito regalo pero lo sentía algo…¿Vacío? -Umm...No hay dedicatoria- Musitó con curiosidad y reviso que el vuela pluma volviera a escribir correcto y lo apiló a un lado. Más le valía hacerse con una cámara si quería rellenar ese álbum -Coge tú unos. Yo ya llevo dos-
Sayid Ibn Salah
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mientras estaba divagando sobre cosas que podríamos hacer con la máquina me pasó totalmente desapercibido el gesto de Arleen, cuando volvía atierra la vi con la cabeza apoyada en su mano pensando que tal vez la estaba aburriendo. Me llevé una mano a la barbilla mientras ella me explicaba sobre esas novelas que tanto le gustaban, no me importaba adentrarme en otro género literario y ya que estaba a lo mejor podría adaptar algo a nuestra vida diaria -Aún así y si no te importa, estaré encantado de leer alguna de esas novelas, ¿me recomiendas alguna en especial?-
La incomodidad volvió con todo lo de la lampara y dejarla sola la primera noche pero hicimos una promesa de sinceridad y confianza el uno con el otro que me encargaría de cumplir y por supuesto nada de mantenerla al margen de los asuntos Pendragon en su propia boda -Bueno, ya que estamos hablando de esto los asuntos que tengo pendientes son un interrogatorio a la ganadora del torneo, la señorita Bennett y encima una de las Pendragon que se presentó ayer estaba con Giordano, Zaphira cree que deberíamos tener cuidado después de lo ocurrido con Bellatrix...- Recordé que Arleen parecía llevarse muy bien con el italiano y la miré unos segundos antes de lanzar una pregunta -¿tu has visto algo fuera de lo normal o sabes que tipo de relación tienen? me sería de gran ayuda- dudaba que el descendiente de Davinci hiciera una cosa así pero jamás se me habría pasado por la cabeza que la bruja asesinara al nigromante y aún así ocurrió.
Nos dirigimos a los regalosy empezamos a abrir unos y otros, presté atención a la tarjeta del regalo de Anteia y no supe muy bien como reaccionar a ello -qué regalo más peligroso- dije finalmente a modo de broma pasando al de Catherine que no llevaba dedicatoria -este podemos empezar a llenarlo con fotos de la boda ¿ qué te pare..- un ruido de papel rasgándose me hizo detenerme, al estar en la cocina no lo habíamos notado pero era constante, algo se estaba moviendo entre los paquetes más grandes, le hice un gesto a Arleen para que guardara silencio y me levanté con sigilo buscando la fuente de aquel ruido. Caminé deslizando los pies entre las pilas de cajas hasta que por fin di con el culpable y hasta yo hice un gesto de "que bicho más adorable" lo tomé en brazos y me giré para enseñarle al roedor sonriente a Arleen -Este es de Johan! al menos cabe en casa no como la vaca-
La incomodidad volvió con todo lo de la lampara y dejarla sola la primera noche pero hicimos una promesa de sinceridad y confianza el uno con el otro que me encargaría de cumplir y por supuesto nada de mantenerla al margen de los asuntos Pendragon en su propia boda -Bueno, ya que estamos hablando de esto los asuntos que tengo pendientes son un interrogatorio a la ganadora del torneo, la señorita Bennett y encima una de las Pendragon que se presentó ayer estaba con Giordano, Zaphira cree que deberíamos tener cuidado después de lo ocurrido con Bellatrix...- Recordé que Arleen parecía llevarse muy bien con el italiano y la miré unos segundos antes de lanzar una pregunta -¿tu has visto algo fuera de lo normal o sabes que tipo de relación tienen? me sería de gran ayuda- dudaba que el descendiente de Davinci hiciera una cosa así pero jamás se me habría pasado por la cabeza que la bruja asesinara al nigromante y aún así ocurrió.
Nos dirigimos a los regalosy empezamos a abrir unos y otros, presté atención a la tarjeta del regalo de Anteia y no supe muy bien como reaccionar a ello -qué regalo más peligroso- dije finalmente a modo de broma pasando al de Catherine que no llevaba dedicatoria -este podemos empezar a llenarlo con fotos de la boda ¿ qué te pare..- un ruido de papel rasgándose me hizo detenerme, al estar en la cocina no lo habíamos notado pero era constante, algo se estaba moviendo entre los paquetes más grandes, le hice un gesto a Arleen para que guardara silencio y me levanté con sigilo buscando la fuente de aquel ruido. Caminé deslizando los pies entre las pilas de cajas hasta que por fin di con el culpable y hasta yo hice un gesto de "que bicho más adorable" lo tomé en brazos y me giré para enseñarle al roedor sonriente a Arleen -Este es de Johan! al menos cabe en casa no como la vaca-
-Hoy te daré una. Sólo…debo encontrarla. Creo que te gustará Megan- Expresó con tranquilidad mientras se dirigían a ver los regalos. Fue viendo cosas y organizando hasta que escuchó sobre los asuntos, escuchando lo de Gio -¿Con la morena? ¿Con G?- Preguntó distraída mientras seguía acomodando unos regalos, los más pequeños los apilo. Había uno pesado que casi se le cae de las manos -Los vi una sola vez, antes de bajar a Francia. Gio no se encontraba bien, estaba llorando, y ella estaba con él. Después dijo que ella tenía que darle una información importante pero que podía esperar…- finalmente trajo el pesado regalo a sus regazo y le miró con cierta inocencia -Mmm.. Y ya. Oh, estaba con una mujer que no sabía manejar la cafetera de Giordano pero hablaban una lengua extraña-
Al ver su reacción con la manta se rió pero no dijo nada. Peligroso y quien sabía si necesario pero no añadió comentario. -Es una buena idea- Indicó respecto al álbum y cuando Sayid se puso modo ninja, Arleen entrecerró los ojos y movió las manos lentamente por si tuviera que elevar algún escudo de protección. De pronto vio una cosa súper adorable y sonrió ampliamente soltando un “aww” -Pero qué cosa tan bonita…¡Tenemos que ponerle nombre!- Se rió un poco cuando se acercó a ella y le miró curiosa -Igualmente deberé hablar con alguien que sepa de animales. ¿Qué comerá?- Preguntó acariciándolo con cuidado.
Mientras cuidaba al bichejo, Arleen empezó a abrir la caja y entonces vio el apellido y se quedó un poco parada. Se humedeció los labios pensativa -Sayid… Los Pendragon no estaban invitados a la fiesta pero han enviado regalos- Indicó y le tendió el precioso collar y la anotación para que lo leyera. Dejó que él tomara las decisiones al respecto cuando también ubicaron la espada. Se pusieron a abrir varios más mientras el vuelapluma escribía sin ningún problema y cuando terminaron fueron a comer un poco. Tras eso Sayid se retiró y Arleen se quedó en la casa escribiendo las cartas de agradecimiento.
Al ver su reacción con la manta se rió pero no dijo nada. Peligroso y quien sabía si necesario pero no añadió comentario. -Es una buena idea- Indicó respecto al álbum y cuando Sayid se puso modo ninja, Arleen entrecerró los ojos y movió las manos lentamente por si tuviera que elevar algún escudo de protección. De pronto vio una cosa súper adorable y sonrió ampliamente soltando un “aww” -Pero qué cosa tan bonita…¡Tenemos que ponerle nombre!- Se rió un poco cuando se acercó a ella y le miró curiosa -Igualmente deberé hablar con alguien que sepa de animales. ¿Qué comerá?- Preguntó acariciándolo con cuidado.
Mientras cuidaba al bichejo, Arleen empezó a abrir la caja y entonces vio el apellido y se quedó un poco parada. Se humedeció los labios pensativa -Sayid… Los Pendragon no estaban invitados a la fiesta pero han enviado regalos- Indicó y le tendió el precioso collar y la anotación para que lo leyera. Dejó que él tomara las decisiones al respecto cuando también ubicaron la espada. Se pusieron a abrir varios más mientras el vuelapluma escribía sin ningún problema y cuando terminaron fueron a comer un poco. Tras eso Sayid se retiró y Arleen se quedó en la casa escribiendo las cartas de agradecimiento.
Después de intentar ubicar a Lucio le dejó un mensaje pero no había mucho más que hacer. Pero el patronus de Sayid le había puesto de mejor humor. Sobretodo el final, asi que terminó de firmar unos papeles, hizo revisión de Gelion y estuvo un par de horas en el hospital y entonces se desapareció a la casa. Cuando llegó estaba agotada, se quedó en la entrada quitándose el abrigo, bufanda y también los zapatos.
-¿Sayid?- Preguntó bajo pensando que seguramente estaría despierto pese a lo que le había dicho. Se estiró, poniéndose de puntillas y empezó a caminar por la casa buscando a Sayid, seguramente estaría en el cuarto. No recibió respuesta así que fue hacia la cocina, tomó la cena y se sentó para comerla rápidamente. No tenía mucha hambre así que acabó rápido y lavó los platos antes de irse hacia la habitación.
Abrió la puerta con mucho cuidado pero vio la luz encendida y sonrió de lado -Estás despierto…- Murmuró viendo la luz y observándolo leer un libro -Voy a darme una ducha rápida- Mencionó y fue, en efecto, una ducha rápida. Tardó un poco más en hacer su rutina facial pero no mucho más, se cambió en el armario por uno de los pijamas más cómodos. Ya no le importaba demasiado cubrirse enteramente porque podía pegarse a Sayid para tener algo más de calor. Caminó hacia la cama y se metió entre las sábanas, arrimándose hasta donde estaba su esposo. Se inclinó y lo atrajo por la barbilla para dejarle un beso suave, lento pero corto. Suspiró levemente de cansancio y volvió a sonreir, acomodándose en la almohada -V está bien...Espero que Lucio pueda devolverle el ojo. He logrado arreglar la pila del Sr. Draven… con ayuda de Belle. Intentó escapar pero… Me mantuve firme y logré operarlo- Le dijo con tranquilidad, acarició suavemente su brazo y le observó -¿Qué tal tu día?-
-¿Sayid?- Preguntó bajo pensando que seguramente estaría despierto pese a lo que le había dicho. Se estiró, poniéndose de puntillas y empezó a caminar por la casa buscando a Sayid, seguramente estaría en el cuarto. No recibió respuesta así que fue hacia la cocina, tomó la cena y se sentó para comerla rápidamente. No tenía mucha hambre así que acabó rápido y lavó los platos antes de irse hacia la habitación.
Abrió la puerta con mucho cuidado pero vio la luz encendida y sonrió de lado -Estás despierto…- Murmuró viendo la luz y observándolo leer un libro -Voy a darme una ducha rápida- Mencionó y fue, en efecto, una ducha rápida. Tardó un poco más en hacer su rutina facial pero no mucho más, se cambió en el armario por uno de los pijamas más cómodos. Ya no le importaba demasiado cubrirse enteramente porque podía pegarse a Sayid para tener algo más de calor. Caminó hacia la cama y se metió entre las sábanas, arrimándose hasta donde estaba su esposo. Se inclinó y lo atrajo por la barbilla para dejarle un beso suave, lento pero corto. Suspiró levemente de cansancio y volvió a sonreir, acomodándose en la almohada -V está bien...Espero que Lucio pueda devolverle el ojo. He logrado arreglar la pila del Sr. Draven… con ayuda de Belle. Intentó escapar pero… Me mantuve firme y logré operarlo- Le dijo con tranquilidad, acarició suavemente su brazo y le observó -¿Qué tal tu día?-
Sayid Ibn Salah
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Cuando recibí el mensaje de Arleen supe lo que tendría que hacer esa noche, esperarla aunque me dijera que no pues disfrutaba las charlas antes de irnos a dormir y siempre era mejor darle las buenas noches a encontrarme dormido y en silencio, al menos a mi me lo parecía. Mi día había ido como de costumbre, repasar estrategias con Zaphira y Amaya, preparar a la guardia, hablar sobre los aliados que bajarían además de atender asuntos varios de la isla, el más reciente el de la feral que por suerte ya no me daría dolores de cabeza, o eso esperaba.
Estaba sentado en la cama leyendo un libro, desde allí no pude escuchar a Arleen cuando llegó debido a mi concentración, cuando entró a la habitación levanté la vista y sonreí -Te estaba esperando ¿has cenado?- pregunté y cuando me dio una respuesta afirmativa la dejé irse al baño mientras seguía leyendo un poco más. Cuando se metió en la cama dejé el libro y la rodee con un brazo y correspondí a su beso -mucho mejor que en los mensajes- comenté para después escuchar como había ido su día.
-Me alegro por lo de tu hermano, a Lucio lo he tenido ocupado en un caso importante, recibí una queja de Anteia así que tuve que intervenir, creo que en el hospital os sonará, es lo de la chica feral y la niña pequeña que falleció... - me quité la bata quedando solo con mi cómodo pantalón de pijama haciendo lo mismo que la morena para tomar posición -Lucio podrá, no te preocupes por V- lo de la pila eran muy buenas noticias -¿has podido sacar más información de la pila? -
Suspiré cuando me preguntó por mi día, era bastante monótono en cierto sentido -Lo de siempre, asuntos militares, preparar la misión... ya te he dicho lo de Anteia y Lucio así que.. poco más- comenté a su pregunta apagando mi lámpara dejando solo la de ella que nos acompañaría toda la noche.
Estaba sentado en la cama leyendo un libro, desde allí no pude escuchar a Arleen cuando llegó debido a mi concentración, cuando entró a la habitación levanté la vista y sonreí -Te estaba esperando ¿has cenado?- pregunté y cuando me dio una respuesta afirmativa la dejé irse al baño mientras seguía leyendo un poco más. Cuando se metió en la cama dejé el libro y la rodee con un brazo y correspondí a su beso -mucho mejor que en los mensajes- comenté para después escuchar como había ido su día.
-Me alegro por lo de tu hermano, a Lucio lo he tenido ocupado en un caso importante, recibí una queja de Anteia así que tuve que intervenir, creo que en el hospital os sonará, es lo de la chica feral y la niña pequeña que falleció... - me quité la bata quedando solo con mi cómodo pantalón de pijama haciendo lo mismo que la morena para tomar posición -Lucio podrá, no te preocupes por V- lo de la pila eran muy buenas noticias -¿has podido sacar más información de la pila? -
Suspiré cuando me preguntó por mi día, era bastante monótono en cierto sentido -Lo de siempre, asuntos militares, preparar la misión... ya te he dicho lo de Anteia y Lucio así que.. poco más- comenté a su pregunta apagando mi lámpara dejando solo la de ella que nos acompañaría toda la noche.
Asintió suavemente cuando le preguntó si había cenado -Gracias por dejármela preparada.Estaba deliciosa- Le dijo y después del baño entró en la cama. Soltó un leve suspiro cuando se encontró rodeada de uno de sus brazos, porque fue instantáneo el calor que le recorrió el cuerpo. Se rió suavemente cuando escuchó aquello de los mensajes -No quería desvelarte- le confesó con tranquilidad.
Lo de la niña pequeña hizo que Arleen bajara la mirada, se había comentado algo en el hospital pero a Arleen le había pegado mucho en el corazón, se acomodó entre sus brazos nuevamente y sus pies se enredaron con los de él, los frotó lentamente robándole su calor -Sí…- Dijo con un hilo de voz y entonces apoyó su mano en el pecho de Sayid. De sólo pensar en sus sobrinos sintió un nudo en el estómago -Cuando me enteré… No me lo podía creer. ¿Cómo…- Suspiró – Haz todo lo que puedas para que haya justicia por esa pequeña- Murmuró acariciando su pecho con suavidad. Luego alzó la mirada al oír lo de Lucio y asintió levemente -Sí, Belle ha sacado información sobre …Bueno, realmente no manejo el tema pero vio mucho del sistema interior. La relación íntima que hay entre la pila y la persona. No estoy muy segura de que pueda sacarla sin sacrificar el cuerpo que la contiene- Le dijo a Sayid haciendo una mueca -Es necesario modificar a SAM no destruirlo, sacrificaríamos muchas vidas.
- Suenas aburrido- Le mencionó con una sonrisita, antes de reírse. Era curioso que sintiera tan cómoda entre sus brazos -A ver… ¿Qué has hecho hoy para divertirte…Aparte de leer ese libro…- Preguntó alzando levemente una ceja -Hay que tener una vida equilibrada, no sólo de oficio.
Lo de la niña pequeña hizo que Arleen bajara la mirada, se había comentado algo en el hospital pero a Arleen le había pegado mucho en el corazón, se acomodó entre sus brazos nuevamente y sus pies se enredaron con los de él, los frotó lentamente robándole su calor -Sí…- Dijo con un hilo de voz y entonces apoyó su mano en el pecho de Sayid. De sólo pensar en sus sobrinos sintió un nudo en el estómago -Cuando me enteré… No me lo podía creer. ¿Cómo…- Suspiró – Haz todo lo que puedas para que haya justicia por esa pequeña- Murmuró acariciando su pecho con suavidad. Luego alzó la mirada al oír lo de Lucio y asintió levemente -Sí, Belle ha sacado información sobre …Bueno, realmente no manejo el tema pero vio mucho del sistema interior. La relación íntima que hay entre la pila y la persona. No estoy muy segura de que pueda sacarla sin sacrificar el cuerpo que la contiene- Le dijo a Sayid haciendo una mueca -Es necesario modificar a SAM no destruirlo, sacrificaríamos muchas vidas.
- Suenas aburrido- Le mencionó con una sonrisita, antes de reírse. Era curioso que sintiera tan cómoda entre sus brazos -A ver… ¿Qué has hecho hoy para divertirte…Aparte de leer ese libro…- Preguntó alzando levemente una ceja -Hay que tener una vida equilibrada, no sólo de oficio.
Sayid Ibn Salah
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-No es nada, tu lo haces casi siempre- dije a la morena antes de que entrara al baño, en canto se metió en la cama dirigí toda mi atención hacia ella, compartir la cama era menos incómodo desde que habíamos roto la barrera de intimar el uno con el otro -Me gusta esperarte, a menos que vuelva de una misión, entonces puede que me venza el sueño aunque quiera- dije sonrieno porque iba en tono de broma pero podría suceder y muchas veces.
Mientras hablábamos el tema aquel de la menor salió a la luz, atraje a Arleen un poco más hacia mi y besé su frente para después deslizar mi mano repetidas veces por su brazo, como si quisiera que entrara en calor para reconfortarla -Es un caso difícil pero ahora está todo en manos de la justicia, tu prima y yo nos estamos encargando, ha pedido una evaluación psicológica y de momento la chica Feral no bajará a la misión, no podemos permitirnos a alguien que no pueda obedecer una orden... espero que Lykaios lo comprenda, tendremos una reunión táctica con los líderes de cada organización que baje a tierra con nosotros ¿qué tal va el trabajo sobre el autómata médico?- pregunté para cambiar a un tema que seguramente la pondría de mejor humor, después de todo le encantaba su trabajo.
Respecto a la pila no había muchas novedades, la chica de cabello morado que conocí en la boda había podido sacar algo pero llegábamos al mismo punto, o cambiábamos a SAM o no había esperanza para los que hubieran caído en sus garras -Bueno, algo es algo, espero que entre Sigrid y ella consigan algo más... necesitamos toda la información posible o mucho me temo que vamos a necesitar muchos de tus autómatas-
Cuando me preguntó sobre mi día contesté con sinceridad, no había nada realmente entretenido -He entrenado esta mañana y... he parado un rato a la hora del té para fumar en la cachimba, eso es lo más divertido que he hecho- confesé finalmente -en estos momento mi balanza se inclina mucho más por lo laboral, ya habrá tiempo de descansar cuando todo esto termine-
Mientras hablábamos el tema aquel de la menor salió a la luz, atraje a Arleen un poco más hacia mi y besé su frente para después deslizar mi mano repetidas veces por su brazo, como si quisiera que entrara en calor para reconfortarla -Es un caso difícil pero ahora está todo en manos de la justicia, tu prima y yo nos estamos encargando, ha pedido una evaluación psicológica y de momento la chica Feral no bajará a la misión, no podemos permitirnos a alguien que no pueda obedecer una orden... espero que Lykaios lo comprenda, tendremos una reunión táctica con los líderes de cada organización que baje a tierra con nosotros ¿qué tal va el trabajo sobre el autómata médico?- pregunté para cambiar a un tema que seguramente la pondría de mejor humor, después de todo le encantaba su trabajo.
Respecto a la pila no había muchas novedades, la chica de cabello morado que conocí en la boda había podido sacar algo pero llegábamos al mismo punto, o cambiábamos a SAM o no había esperanza para los que hubieran caído en sus garras -Bueno, algo es algo, espero que entre Sigrid y ella consigan algo más... necesitamos toda la información posible o mucho me temo que vamos a necesitar muchos de tus autómatas-
Cuando me preguntó sobre mi día contesté con sinceridad, no había nada realmente entretenido -He entrenado esta mañana y... he parado un rato a la hora del té para fumar en la cachimba, eso es lo más divertido que he hecho- confesé finalmente -en estos momento mi balanza se inclina mucho más por lo laboral, ya habrá tiempo de descansar cuando todo esto termine-
-Intentaré no despertarte si eso llega a ocurrir- Murmuró pensando en que la misión a Francia cada vez estaba más cerca y la causaba, la verdad, cierta desazón. Arleen se quedó mirando el pecho de Sayid un momento más. ¿Qué pasaba si no volvían? ¿Qué pasaba si él no volvía? Se había acostumbrado demasiado rápido a su cortesía, a sus detalles, a sus gestos amables y charlas nocturnas; a sus partidos de ajedrez y también a lo que compartían entre las sábanas… Se había comprometido demasiado con sus votos y el destino podría arrebatarle aquella historia de amor que tenía porque así sucedía en las grandes novelas…siempre se podría torcer, con cualquier cosa.
Le gustó que dijera “nosotros” tal vez ya había aceptado la idea de que ella iría como apoyo en el área de sanación -Creo que ya casi lo tenemos, pero nunca está demás ejercer varias pruebas- Le dijo a Sayid y entonces escuchó el tema de la pila asintiendo brevemente -Haremos la mayor cantidad de autómatas posibles. Lo prometo- Murmuró haciéndose una X en el corazón. Era posible que Sayid ya hubiese visto ese gesto antes en ella.
-Eso te relaja ¿No?- Preguntó con curiosidad Arleen, mirándolo con una sonrisa -Algún día debería probarla, nunca he fumado realmente nada- Lo de descansar hizo que alzara la vista hacia él -¿Lo dices en serio? ¿Con el asunto de los Pendragon rondando por allí? Sólo siento que estamos apagando un fuego para luego atender otro. Y…en otro momento no habría de preocuparme, pero ahora estás tú…Y Amaya ascendió a General y el último general…- Suspiró y apoyó la cabeza en su pecho, reacomodándose y sintiendo que el calor de Sayid finalmente regulaba su temperatura. Soltó un suspirito de satisfacción y se acurrucó -Esta noche no me separo de ti-
Le gustó que dijera “nosotros” tal vez ya había aceptado la idea de que ella iría como apoyo en el área de sanación -Creo que ya casi lo tenemos, pero nunca está demás ejercer varias pruebas- Le dijo a Sayid y entonces escuchó el tema de la pila asintiendo brevemente -Haremos la mayor cantidad de autómatas posibles. Lo prometo- Murmuró haciéndose una X en el corazón. Era posible que Sayid ya hubiese visto ese gesto antes en ella.
-Eso te relaja ¿No?- Preguntó con curiosidad Arleen, mirándolo con una sonrisa -Algún día debería probarla, nunca he fumado realmente nada- Lo de descansar hizo que alzara la vista hacia él -¿Lo dices en serio? ¿Con el asunto de los Pendragon rondando por allí? Sólo siento que estamos apagando un fuego para luego atender otro. Y…en otro momento no habría de preocuparme, pero ahora estás tú…Y Amaya ascendió a General y el último general…- Suspiró y apoyó la cabeza en su pecho, reacomodándose y sintiendo que el calor de Sayid finalmente regulaba su temperatura. Soltó un suspirito de satisfacción y se acurrucó -Esta noche no me separo de ti-
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-Está bien, pero métete en la cama y ponme los pies encima para regularnos- le dije a modo de broma porque ambos ya empezábamos a acostumbrarnos y en ese sentido nos complementábamos perfectamente, yo era bastante caluroso y ella siempre tenía los pies fríos. Hablamos sobre la misión y los autómatas, en ese momento dije un "nosotros" refiriéndome a los descendientes y el resto pero aún no me rendía con la idea de dejar a Arleen en la isla, pero en ese momento no supe cuan malinterpretadas fueron mis palabras.
A pesar de aquello sonreí cuando ella me habló sobre su trabajo que al parecer marchaba muy bien -Lo conseguirás, confío en ti- le di otro beso en la frente cuando se hizo aquella cruz en el pecho -Creo que con las pruebas puedo ayudarte, convocaré un entrenamiento para los guardias que nos acompañen a la misión, cuando alguno resulte herido podéis hacer pruebas de campo y matamos dos pájaros de un tiro ¿te parece bien?-
Asentí cuando dijo que lo de fumar me relajaba, no tenían ningún efecto sobre mi, nada que no fueran los sabores o aromas de frutas y otras cosas pero me ayudaba a desconectar -Te enseño cuando quieras- . me llevé una mano a la cabeza con el asunto de los Pendragon ella tenía razón pero de momento estaban controlados -Tienes razón, aún así están bajo un periodo de prueba, dudo que hagan alguna tontería mientras tienen los ojos del consejo puestos sobre ellos... con una semana de tranquilidad me conformo- cuando apoyó la cabeza en mi pecho preocupada por su prima y por mi la abracé acercándola más a mi cuerpo -no te preocupes, todo saldrá bien, yo cuidaré de tu prima y de tu hermano y estoy seguro que ellos harán lo mismo por mi y quien sabe, a lo mejor cuando termine todo esto podemos tener una luna de miel decente-.
Pronto nos vimos con las piernas entrelazadas y ella entre mis brazos, me estaba acostumbrando a sentir su respiración y a la tenue luz que la ayudaba a dormir y sin darme cuenta ambos caímos en un profundo sueño.
A pesar de aquello sonreí cuando ella me habló sobre su trabajo que al parecer marchaba muy bien -Lo conseguirás, confío en ti- le di otro beso en la frente cuando se hizo aquella cruz en el pecho -Creo que con las pruebas puedo ayudarte, convocaré un entrenamiento para los guardias que nos acompañen a la misión, cuando alguno resulte herido podéis hacer pruebas de campo y matamos dos pájaros de un tiro ¿te parece bien?-
Asentí cuando dijo que lo de fumar me relajaba, no tenían ningún efecto sobre mi, nada que no fueran los sabores o aromas de frutas y otras cosas pero me ayudaba a desconectar -Te enseño cuando quieras- . me llevé una mano a la cabeza con el asunto de los Pendragon ella tenía razón pero de momento estaban controlados -Tienes razón, aún así están bajo un periodo de prueba, dudo que hagan alguna tontería mientras tienen los ojos del consejo puestos sobre ellos... con una semana de tranquilidad me conformo- cuando apoyó la cabeza en mi pecho preocupada por su prima y por mi la abracé acercándola más a mi cuerpo -no te preocupes, todo saldrá bien, yo cuidaré de tu prima y de tu hermano y estoy seguro que ellos harán lo mismo por mi y quien sabe, a lo mejor cuando termine todo esto podemos tener una luna de miel decente-.
Pronto nos vimos con las piernas entrelazadas y ella entre mis brazos, me estaba acostumbrando a sentir su respiración y a la tenue luz que la ayudaba a dormir y sin darme cuenta ambos caímos en un profundo sueño.
Desde que habían cruzado el umbral de la intimidad, Arleen había podido conciliar el sueño con mucha más facilidad. Las noches cuando acababa exhausta del trabajo se mantenía entre los brazos cálidos de Sayid y se sentía protegida y querida; lo que le ayudaba a descansar y recuperar la energía que necesitaba para enfrentar el día. Pero lo mejor eran los amaneceres. No todos eran iguales pero… Sayid tenía una forma deliciosa de iniciar el día y no se refería a su rutina de ejercicio y tampoco al desayuno que ella preparaba; sino, precisamente a la intimidad que compartían. La única parte negativa, que aún no le había contado porque intentaría mantener su dignidad, eran las agujetas que sentía en todo el cuerpo; sobretodo en las piernas y el trasero. Caminar con tacones se convertía en una odisea pero era un secreto que se llevaría a la tumba.
Después del maravilloso amanecer, desayunaron juntos y se despidieron hacia sus trabajos. No siempre compartían exactamente lo que harían pero lograban coordinar agendas para por lo menos compartir algo más que el desayuno. Bien fuera la comida, la merienda o la cena. Ese día tenía que ir a revisar a Gelion y también ir a terminar su trabajo con Giordano, intentaría contactar con Belle sobre sus avances y sabía que Sayid tenía otro par de cosas que hacer. Lo que sí le sugirió fue una pequeña reunión para discutir la navidad, no conocía sus costumbres y le interesaba que le hablara…De su cultura, de sus tradiciones…Aunque en el fondo sabía dónde acabaría eso.
Después del maravilloso amanecer, desayunaron juntos y se despidieron hacia sus trabajos. No siempre compartían exactamente lo que harían pero lograban coordinar agendas para por lo menos compartir algo más que el desayuno. Bien fuera la comida, la merienda o la cena. Ese día tenía que ir a revisar a Gelion y también ir a terminar su trabajo con Giordano, intentaría contactar con Belle sobre sus avances y sabía que Sayid tenía otro par de cosas que hacer. Lo que sí le sugirió fue una pequeña reunión para discutir la navidad, no conocía sus costumbres y le interesaba que le hablara…De su cultura, de sus tradiciones…Aunque en el fondo sabía dónde acabaría eso.
Markus no había dormido la noche de nochebuena. Ahora ya era Navidad, ¿porque ya es Navidad no? Markus ya no se entera, porque para él es como si hubieran pasado doscientos años después de que anunciaran su compromiso con la tal Lake Pendragon. Las consecuencias de que el tiempo se relativo, en especial para mal. Y bueno, que se hubiera tomado como 100 cafés para calmar los nervios tampoco ayudaban.
A lo que iba, que entre café y café había preparado un corcho blanco con un montón de post-its con las ventajas y desventajas del matrimonio concertado. No encontró ventajas, o al menos la mente del científico no consiguió encontrar alguna. Desventajas muchas, todas las que quisiera. Tuvo una idea. Sí. Cambiaría su puesto por el puesto de Atticus, el hermano estirado de Markus, y menor. Mucho menor. Vale, no era un infante, pero no tiene ficha y Markus se lo podía inventar todavía. Sí, aquello no podría fallar. Bueno, sí, porque es un PNJ y el tonto a las tres de Wiwi dijo explícitamente que sería Markus Tesla. ¡Maldición! ¿Por qué no se llamaría Mortimer Tesla? ¿Por qué tendría que ser tan guapo e inteligente como para que nadie le pudiera rechazar y todo el mundo se quisiera desposar con él?
En cuanto despuntó el albor y el cielo empezó a tornarse rojizo el científico se apareció en la puerta del Descendiente que estaba puesto en protocolos. Aquel fue el que les contó cómo se hacía aquello del Banquete. Y él era el estratega del grupo, no Markus. Porque …. ¿y si se enteraba Newton? Ay lo mismo le expulsarían del Consejo y eso no lo podía permitir. Además estaba todo aquel drama de su juguete Lucio roto en el hospital. Todo estaba mal. Markus se apareció en la puerta, con la pizarra de dos metros llena de post-its de colores en una maraña especialmente desordenada -TODOOOOO ESTÁ MAAAAAAAL! SAYID ASOMA TU BARBITA DE CHIVO POR LA PUERTA!!! ESTO ES TERRIBLEMENTE URGENTE!- Markus empezó a aporrear la puerta, porque Markus es como los vampiros, le tienen que invitar a entrar, de lo contrario aquello sería allanamiento. -Sayid, por lo que más quieras, que Markus espera que sea Arleen. ¡Haz el favor de abrir la puerta! ¡O Markus llora!- Alcé el dedo de una forma muy amenazante, mientras empezaba a dibujar pucheritos, preparando el ataque del bebé y cada vez que escucharan al suyo se tendrían que acordar de Markus haciendo de bebé y verían a su bebé con bigote. Uhm… bebés con bigote, eso habría que patentarlo. ¡No Markus no! ¡Céntrate!
A lo que iba, que entre café y café había preparado un corcho blanco con un montón de post-its con las ventajas y desventajas del matrimonio concertado. No encontró ventajas, o al menos la mente del científico no consiguió encontrar alguna. Desventajas muchas, todas las que quisiera. Tuvo una idea. Sí. Cambiaría su puesto por el puesto de Atticus, el hermano estirado de Markus, y menor. Mucho menor. Vale, no era un infante, pero no tiene ficha y Markus se lo podía inventar todavía. Sí, aquello no podría fallar. Bueno, sí, porque es un PNJ y el tonto a las tres de Wiwi dijo explícitamente que sería Markus Tesla. ¡Maldición! ¿Por qué no se llamaría Mortimer Tesla? ¿Por qué tendría que ser tan guapo e inteligente como para que nadie le pudiera rechazar y todo el mundo se quisiera desposar con él?
En cuanto despuntó el albor y el cielo empezó a tornarse rojizo el científico se apareció en la puerta del Descendiente que estaba puesto en protocolos. Aquel fue el que les contó cómo se hacía aquello del Banquete. Y él era el estratega del grupo, no Markus. Porque …. ¿y si se enteraba Newton? Ay lo mismo le expulsarían del Consejo y eso no lo podía permitir. Además estaba todo aquel drama de su juguete Lucio roto en el hospital. Todo estaba mal. Markus se apareció en la puerta, con la pizarra de dos metros llena de post-its de colores en una maraña especialmente desordenada -TODOOOOO ESTÁ MAAAAAAAL! SAYID ASOMA TU BARBITA DE CHIVO POR LA PUERTA!!! ESTO ES TERRIBLEMENTE URGENTE!- Markus empezó a aporrear la puerta, porque Markus es como los vampiros, le tienen que invitar a entrar, de lo contrario aquello sería allanamiento. -Sayid, por lo que más quieras, que Markus espera que sea Arleen. ¡Haz el favor de abrir la puerta! ¡O Markus llora!- Alcé el dedo de una forma muy amenazante, mientras empezaba a dibujar pucheritos, preparando el ataque del bebé y cada vez que escucharan al suyo se tendrían que acordar de Markus haciendo de bebé y verían a su bebé con bigote. Uhm… bebés con bigote, eso habría que patentarlo. ¡No Markus no! ¡Céntrate!
Sayid Ibn Salah
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Las navidades habían resultado ser todo lo contrario de lo que esperas por esas fechas, entre el lío en casa de Vishous y el incidente con Lucio tanto Arleen como yo habíamos acabado agotados. Al llegara casa el olor de las flores fue lo primero en recibirnos, había comida hecha en la cocina seguramente cosa de mi abuela y mi hermana que se habían quedado después de que yo me fuera en busca de Arleen. Empujé la silla de ruedas hasta nuestra habitación donde la esperaban más flores, todos y cada uno de los ramos con una nota escrita por mi para ella, con palabras de ánimo y alegría por la concepción de nuestro hijo.
La ayudé a levantarse y pasar a la cama mientras yo me quitaba el abrigo y la ropa que llevaba de más -Voy a darme un baño y después a dormir ¿te apetece? - le pregunté a ella mientras dejaba los zapatos llenos de nieve a un lado y el abrigo colgado en el perchero de la habitación, cuando su respuesta fue afirmativa la tomé en brazos y fui con ella hasta el baño que no tardó en estar a la temperatura adecuada. La ayudé a desnudarse haciendo yo lo propio antes de meternos juntos en el agua y disfrutar de un relajante y placentero baño.
Me senté en la bañera con ella entre mis piernas de espaldas a mi, aparté su cabello con delicadeza y entonces vi una gran herida en su hombro, estaba cerrada pero por el color parecía doloroso y que no había sanado del todo, dejé un delicado beso en su piel mientras mis manos la acariciaban recordando que también había sufrido un buen golpe en una costilla, mi mirada se fijó en esa zona y también tenía muy mala pinta -Necesitas una cota, y zapatos bajos - le susurré en el oído bajando mis manos hasta su vientre -quiero ir a ver a Anteia, juntos ¿te han hecho ya la ecografía? quiero verla- a lo mejor no era el mejor momento para decirlo pero quería ver a nuestro hijo desde el primer día, el siguiente descendiente, al que tendría que enseñar a luchar, a él y a sus hermanos porque tendría hermanos, a ser posible unos tres o cuatro.
Compartimos nuestro momento de intimidad y después de intercambiar un par de palabras entre nosotros salimos del baño hasta la habitación envueltos en un par de mis albornoces pues de ella no quedaba nada en casa. Después de ponerme mi pantalón de pijama y que ella eligiera algo para ponerse nos metimos en la cama, bajo las mantas y con la chimenea encendida para que sus pies estuvieran lo menos fríos posible y la luz la ayudara a dormir, aunque seguramente acabaría enredándolos entre los míos.
El plan para el día siguiente era simple, retozar en la cama todo el día, descansar y pasar el día de navidad juntos, a pesar de haber estado tantos días en el hospital dormía mejor en mi cama y Arleen también necesitaría descansar después de todo el jaleo y los malentendidos, pero al día siguiente unos porrazos en la puerta me hicieron abrir los ojos de golpe "nos atacan" fue lo primero que pensé, por suerte Markus anunciaba su nombre casi siempre -no puede ser....- dije despertando un poco de mala gana antes de salir de la cama, me puse la bata y fui hasta la puerta para abrir -Buenos días Markus ¿qué necesitas?-
La ayudé a levantarse y pasar a la cama mientras yo me quitaba el abrigo y la ropa que llevaba de más -Voy a darme un baño y después a dormir ¿te apetece? - le pregunté a ella mientras dejaba los zapatos llenos de nieve a un lado y el abrigo colgado en el perchero de la habitación, cuando su respuesta fue afirmativa la tomé en brazos y fui con ella hasta el baño que no tardó en estar a la temperatura adecuada. La ayudé a desnudarse haciendo yo lo propio antes de meternos juntos en el agua y disfrutar de un relajante y placentero baño.
Me senté en la bañera con ella entre mis piernas de espaldas a mi, aparté su cabello con delicadeza y entonces vi una gran herida en su hombro, estaba cerrada pero por el color parecía doloroso y que no había sanado del todo, dejé un delicado beso en su piel mientras mis manos la acariciaban recordando que también había sufrido un buen golpe en una costilla, mi mirada se fijó en esa zona y también tenía muy mala pinta -Necesitas una cota, y zapatos bajos - le susurré en el oído bajando mis manos hasta su vientre -quiero ir a ver a Anteia, juntos ¿te han hecho ya la ecografía? quiero verla- a lo mejor no era el mejor momento para decirlo pero quería ver a nuestro hijo desde el primer día, el siguiente descendiente, al que tendría que enseñar a luchar, a él y a sus hermanos porque tendría hermanos, a ser posible unos tres o cuatro.
Compartimos nuestro momento de intimidad y después de intercambiar un par de palabras entre nosotros salimos del baño hasta la habitación envueltos en un par de mis albornoces pues de ella no quedaba nada en casa. Después de ponerme mi pantalón de pijama y que ella eligiera algo para ponerse nos metimos en la cama, bajo las mantas y con la chimenea encendida para que sus pies estuvieran lo menos fríos posible y la luz la ayudara a dormir, aunque seguramente acabaría enredándolos entre los míos.
El plan para el día siguiente era simple, retozar en la cama todo el día, descansar y pasar el día de navidad juntos, a pesar de haber estado tantos días en el hospital dormía mejor en mi cama y Arleen también necesitaría descansar después de todo el jaleo y los malentendidos, pero al día siguiente unos porrazos en la puerta me hicieron abrir los ojos de golpe "nos atacan" fue lo primero que pensé, por suerte Markus anunciaba su nombre casi siempre -no puede ser....- dije despertando un poco de mala gana antes de salir de la cama, me puse la bata y fui hasta la puerta para abrir -Buenos días Markus ¿qué necesitas?-
Cada paso que daba dentro de la casa, el aroma a gardenias la envolvía. Ver cada rincón lleno de ellas la hizo sentir miserable y agradecida al mismo tiempo. Miserable, por dejar que su madre calara tanto en ella y agradecida porque Sayid fuera una buena persona. No buen esposo, no buen amante; que no es que no lo fuera …Sino que tuviera un corazón tan puro y bueno. ¿Qué más podía pedir? En algún momento del camino se había llevado una mano al corazón, apretando los dedos en un puño.
-Sí…Sí, lo necesito. Después de cada operación…Te aseas pero realmente la… el…- En ese momento estaba agotada así que no logró hilar palabra y lo miró como esperando que comprendiera -Se mantiene- Murmuró y finalmente se fueron al baño. No tuvo vergüenza en retirarse la ropa hasta que lo vio a él y notó las cicatrices y los apósitos -Espera- Murmuró y se acercó a él, posando su mano sobre éstas para lanzar un básico hechizo de impermeablización y así no ponía en peligro su recuperación aunque eso hizo que… Se agotara aún más.
Se sentó entre sus piernas disfrutando de la calidez del agua y soltando un suspiro al poder extender las suyas sin golpear con ninguna pared. La bañera de Vishous era buena pero…No era esto. Los pies se le levantaron levemente, flotando hasta que sintió el beso de Sayid en el hombro. Le miró y dejó escapar un poco el aire -Tengo miedo de que mi pulso no mejore...Mi carrera...-Le confesó, ignorando lo de la ropa porque no pretendía ir a ninguna otra misión. Y buena suerte con intentar bajarla de sus tacones. Posó sus propias manos sobre las de él, recostándose finalmente contra su pecho ya que con el agua su peso no era suficiente para molestarlo, o eso creía ella -Sí… Está en mi expediente, puedo pedir que me la envíen…Pero… No esperes mucho. Es sólo un puntito- Sonrió brevemente y acarició con el pulgar su mano.
Tras asearse vino una escena pintoresca que Arleen nunca esperó. Por supuesto, no tenía su ropa así que tuvo que navegar en el armario de Sayid para buscar algo decente. Terminó cogiendo una de las camisas de sus pijamas y unos shorts. Al menos no había mucha diferencia de estatura, eso le ayudaría. La habitación estaba inundada de gardenias y cuando se metió bajo las mantas, a su lado, soltó un suspiro de satisfacción. Antes de cerrar los ojos cogió una de las flores y se la llevó consigo. En efecto, a lo largo de la noche acabó con los pies enrollados en los de Sayid y acurrucada en posición fetal contra él.
___
Los golpes en la puerta la arrancaron del profundo sueño que estaba teniendo pero a diferencia de Sayid le costó mucho desperezarse. Atinó a verlo mientras salía por la puerta escuchando a Markus gritar y gritar. Aquello le pareció muy extraño y se incorporó lentamente, se frotó los ojos y se estiró un poco, teniendo cuidado de no lastimarse. La gardenia había acabado aplastada por sí misma así que dejo escapar un suspiro y la guardó en su mesa de noche. Iba a salir cuando recordó las pintas que tenía y, al mismo tiempo, que no podía ir a casa de Vishous a buscar ropa. Se ofuscó y fue de nuevo al armario de Sayid. Era un Descendiente, seguro tenía muchas batas…Y en efecto, tras trastear un poco consiguió una de color rojo. No era algo que se colocara demasiado, le parecía un color estridente, pero acabó poniéndosela. Fue al aseo y se lavó la cara y los dientes antes de salir encontrándose no sólo con Markus sino con uno de los tecnopájaros de Giordano que pasó raudo y veloz por la rendija de la puerta que había abierto su marido. Cogió la nota y la leyó, sintiendo que su ánimo variaba desde la profunda tranquilidad de que no lo había insultado, el honor de que quisiera que siguiera siendo su aprendiz y la certeza de que se sentía una inútil -Haré café…- Le dijo a Sayid mientras miraba los posts its de Markus, aquello iba para largo. Se guardó la nota -Buenos días Markus…- Saludó con una leve reverencia de cabeza que hizo que su cabello cayera todo sobre su hombro y se fue hacia la cocina para preparar un poco de café para todos. Ella sin duda necesitaría cantidades industriales mientras pensaba qué hacer con su existencia…Hasta que llegó un cuaderno.
Observó el cuaderno y no necesitó luces de emergencia para saber quien era. Acarició la tapa y luego le dio un golpecito -Vas a tener que esperar un par de horas más- Le dijo a la libreta como si pudiera oírla pero una vez que puso a hacer el café y unas tostadas se encontró ociosa. No tenía apetito así que abrió el cuaderno para leerlo. Era largo… Suspiró y empezó a leer. Lo de la mano ya se lo había dicho, necesitaba seguir yendo a rehabilitación al menos unos meses. No se animaba a jugar con los nervios y menos con cómo tenía el pulso. El relato de la pesadilla le puso el pelo de punta. Sin duda, tenía algo que ver con la nube porque era él pero no era. Recuerdos en común. ¿Podría existir algún aparato que estudiara las ondas del cerebro y las inhibiera para anular las pesadillas antes de que comenzaran? Se mordió el labio, curiosa ante esa idea y ayudarlo.
Pero lo que vino después…”Eras una sombra Doc.” Y las siguientes palabras le calaron demasiado hondo. Tanto que cerró el libro de golpe y lo dejó sobre la mesada, crispando los dedos en él. Arleen sintió cómo se le aflojaba el cuerpo. ¿Y si no podía? ¿Y si no podía sacudirse ese sentimiento de inutilidad? ¿Y…si no podía ayudarlo? No, eso era algo que no iba a permitirse. Nunca, ningún paciente quedaría mal. No se trataba de arreglarlo, porque no eran objetos era… Apretó los dientes y frunció el ceño. Las tostadas salieron con un ruido que la hizo botar del susto. Mientras su mente divagaba por distintos senderos hizo el desayuno en modo mecánico.
-Sí…Sí, lo necesito. Después de cada operación…Te aseas pero realmente la… el…- En ese momento estaba agotada así que no logró hilar palabra y lo miró como esperando que comprendiera -Se mantiene- Murmuró y finalmente se fueron al baño. No tuvo vergüenza en retirarse la ropa hasta que lo vio a él y notó las cicatrices y los apósitos -Espera- Murmuró y se acercó a él, posando su mano sobre éstas para lanzar un básico hechizo de impermeablización y así no ponía en peligro su recuperación aunque eso hizo que… Se agotara aún más.
Se sentó entre sus piernas disfrutando de la calidez del agua y soltando un suspiro al poder extender las suyas sin golpear con ninguna pared. La bañera de Vishous era buena pero…No era esto. Los pies se le levantaron levemente, flotando hasta que sintió el beso de Sayid en el hombro. Le miró y dejó escapar un poco el aire -Tengo miedo de que mi pulso no mejore...Mi carrera...-Le confesó, ignorando lo de la ropa porque no pretendía ir a ninguna otra misión. Y buena suerte con intentar bajarla de sus tacones. Posó sus propias manos sobre las de él, recostándose finalmente contra su pecho ya que con el agua su peso no era suficiente para molestarlo, o eso creía ella -Sí… Está en mi expediente, puedo pedir que me la envíen…Pero… No esperes mucho. Es sólo un puntito- Sonrió brevemente y acarició con el pulgar su mano.
Tras asearse vino una escena pintoresca que Arleen nunca esperó. Por supuesto, no tenía su ropa así que tuvo que navegar en el armario de Sayid para buscar algo decente. Terminó cogiendo una de las camisas de sus pijamas y unos shorts. Al menos no había mucha diferencia de estatura, eso le ayudaría. La habitación estaba inundada de gardenias y cuando se metió bajo las mantas, a su lado, soltó un suspiro de satisfacción. Antes de cerrar los ojos cogió una de las flores y se la llevó consigo. En efecto, a lo largo de la noche acabó con los pies enrollados en los de Sayid y acurrucada en posición fetal contra él.
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Los golpes en la puerta la arrancaron del profundo sueño que estaba teniendo pero a diferencia de Sayid le costó mucho desperezarse. Atinó a verlo mientras salía por la puerta escuchando a Markus gritar y gritar. Aquello le pareció muy extraño y se incorporó lentamente, se frotó los ojos y se estiró un poco, teniendo cuidado de no lastimarse. La gardenia había acabado aplastada por sí misma así que dejo escapar un suspiro y la guardó en su mesa de noche. Iba a salir cuando recordó las pintas que tenía y, al mismo tiempo, que no podía ir a casa de Vishous a buscar ropa. Se ofuscó y fue de nuevo al armario de Sayid. Era un Descendiente, seguro tenía muchas batas…Y en efecto, tras trastear un poco consiguió una de color rojo. No era algo que se colocara demasiado, le parecía un color estridente, pero acabó poniéndosela. Fue al aseo y se lavó la cara y los dientes antes de salir encontrándose no sólo con Markus sino con uno de los tecnopájaros de Giordano que pasó raudo y veloz por la rendija de la puerta que había abierto su marido. Cogió la nota y la leyó, sintiendo que su ánimo variaba desde la profunda tranquilidad de que no lo había insultado, el honor de que quisiera que siguiera siendo su aprendiz y la certeza de que se sentía una inútil -Haré café…- Le dijo a Sayid mientras miraba los posts its de Markus, aquello iba para largo. Se guardó la nota -Buenos días Markus…- Saludó con una leve reverencia de cabeza que hizo que su cabello cayera todo sobre su hombro y se fue hacia la cocina para preparar un poco de café para todos. Ella sin duda necesitaría cantidades industriales mientras pensaba qué hacer con su existencia…Hasta que llegó un cuaderno.
Observó el cuaderno y no necesitó luces de emergencia para saber quien era. Acarició la tapa y luego le dio un golpecito -Vas a tener que esperar un par de horas más- Le dijo a la libreta como si pudiera oírla pero una vez que puso a hacer el café y unas tostadas se encontró ociosa. No tenía apetito así que abrió el cuaderno para leerlo. Era largo… Suspiró y empezó a leer. Lo de la mano ya se lo había dicho, necesitaba seguir yendo a rehabilitación al menos unos meses. No se animaba a jugar con los nervios y menos con cómo tenía el pulso. El relato de la pesadilla le puso el pelo de punta. Sin duda, tenía algo que ver con la nube porque era él pero no era. Recuerdos en común. ¿Podría existir algún aparato que estudiara las ondas del cerebro y las inhibiera para anular las pesadillas antes de que comenzaran? Se mordió el labio, curiosa ante esa idea y ayudarlo.
Pero lo que vino después…”Eras una sombra Doc.” Y las siguientes palabras le calaron demasiado hondo. Tanto que cerró el libro de golpe y lo dejó sobre la mesada, crispando los dedos en él. Arleen sintió cómo se le aflojaba el cuerpo. ¿Y si no podía? ¿Y si no podía sacudirse ese sentimiento de inutilidad? ¿Y…si no podía ayudarlo? No, eso era algo que no iba a permitirse. Nunca, ningún paciente quedaría mal. No se trataba de arreglarlo, porque no eran objetos era… Apretó los dientes y frunció el ceño. Las tostadas salieron con un ruido que la hizo botar del susto. Mientras su mente divagaba por distintos senderos hizo el desayuno en modo mecánico.
-El problema no es mi corazón frío, ese no es el lado que reservo para vosotros- Indicó señalando a la habitación que habían visitado y a esa - El problema ha sido la mentada de la bruja… Lo siento, yo también reacciono espontáneamente- Expresó porque aunque había aligerado el gesto, el ceño seguía fruncido y mantuvo la mirada en Giordano. Su “comeback” con eso de averiguar sobre los Pendragon hizo que quisiera decirle algo como “Y mira como te la han liado, Da Vinci. Mira qué tan metido en mierda estás”; pero resulta que si estaba enamorado de la morena…Pues no le caería muy bien así que se calló. -Porque lo has pintado como Hulk- Le respondió Catherine alzando los hombros y asintiendo a lo de que era mandona. Sonrió satisfecha consigo misma cuando dio esa referencia que había aprendido de Ian y Azahar.
Aparecieron en casa de Sayid y dio gracias a Morgana de que Giordano lo hizo con cierta distancia porque sino habrían acabado encima de Tesla. Catherine apretó con fuerza la mano de Giordano en un ataque de ligero pánico al ver tanta gente pero fue momentáneo, luego apartó la mano de él avergonzada -Bien. Reunidos los caóticos, vamos a por las soluciones- Alzó la mirada hacia Sayid e iba a decir algo pero… Bajó la vista hacia los posts its de Markus en su pizarra de dos metros, abriendo los ojos desmesuradamente y entonces miró a Gio como pidiendo ayuda. El cuerpo volvió a aflojársele pero fue un parpadeo para que Sayid no viera su berrinche. No quería oír a Tesla con sus rollos mentales.
Se apartó el cabello del rostro y entonces finalmente miró al Descendiente -Tenemos un ligero percance con normas medievales y estrategias de duelos. Perdona la molestia en Navidad. ¿Podemos pasar?- Preguntó con el gesto serio antes de mirar a Giordano un momento. Se inclinó un poco hacia él -No digas nada de la vaca, por favor. Y…Lo de las lentejas sólo si cocinas tú- Indicó, porque no estaba de más un plato de cuchara si estaba calentito. Se cruzó de brazos y miró a Sayid -Los Pendragon han hecho movidas para que Markus y Giordano desposen a sus hermanas. Y, aún peor, un vikingo ha retado a Giordano a un homf..hugm … Un…algo…Y Giordano ha aceptado para defender la mano de Shyvanna Pendragon. ¿Buena noticia? Puede elegir campeón. Pero hasta donde me han informado mis fuentes, muy pocas personas pueden vencer a Hulk- Se encogió de hombros, aún más contenta de sí misma. Después se lo diría a Ian y Azahar.
Aparecieron en casa de Sayid y dio gracias a Morgana de que Giordano lo hizo con cierta distancia porque sino habrían acabado encima de Tesla. Catherine apretó con fuerza la mano de Giordano en un ataque de ligero pánico al ver tanta gente pero fue momentáneo, luego apartó la mano de él avergonzada -Bien. Reunidos los caóticos, vamos a por las soluciones- Alzó la mirada hacia Sayid e iba a decir algo pero… Bajó la vista hacia los posts its de Markus en su pizarra de dos metros, abriendo los ojos desmesuradamente y entonces miró a Gio como pidiendo ayuda. El cuerpo volvió a aflojársele pero fue un parpadeo para que Sayid no viera su berrinche. No quería oír a Tesla con sus rollos mentales.
Se apartó el cabello del rostro y entonces finalmente miró al Descendiente -Tenemos un ligero percance con normas medievales y estrategias de duelos. Perdona la molestia en Navidad. ¿Podemos pasar?- Preguntó con el gesto serio antes de mirar a Giordano un momento. Se inclinó un poco hacia él -No digas nada de la vaca, por favor. Y…Lo de las lentejas sólo si cocinas tú- Indicó, porque no estaba de más un plato de cuchara si estaba calentito. Se cruzó de brazos y miró a Sayid -Los Pendragon han hecho movidas para que Markus y Giordano desposen a sus hermanas. Y, aún peor, un vikingo ha retado a Giordano a un homf..hugm … Un…algo…Y Giordano ha aceptado para defender la mano de Shyvanna Pendragon. ¿Buena noticia? Puede elegir campeón. Pero hasta donde me han informado mis fuentes, muy pocas personas pueden vencer a Hulk- Se encogió de hombros, aún más contenta de sí misma. Después se lo diría a Ian y Azahar.
-¿Qué qué necesita Markus? MARKUS NECESITA PANICAR. Mucho y en grandes cantidades. Como de aquí a los satélites de SAM- Markus no esperó la invitación para entrar, directamente lo hizo. Accedió al interior de la casa, apostillándose en el salón. Arrastró su pizarra inmensa y la colocó a su vera, cerca. De esta forma Markus podía vigilar que no se le perdieran ninguno de los post-its. A la conversación se unió la becaria de Markus, pero no tenía la cabeza como para andar pensando, de modo que lo del café le pareció una idea sensacional. -Sí. Sí. Café. Hola. Gracias- Bueno, ya llevaba unos cuantos en sangre, pero tampoco importaba, porque Markus es un personaje literario y puede tomar tanto café como su escritor le apetezca que tome.
-¡Ay Sayid, que la hemos liado parda! Hemos mezclado sulfato de… no, cloridro de…. No, tampoco. La cosa es que hemos ido a la cena de los Pendragon y nos han tendido una trampa! ¡UNA TRAMPA!- Explicó el científico de una forma muy atropellada, hablando por encima de la presentación de Catherine, que fue la que describió a la perfección, bueno casi, todo el conflicto. Markus puntualizó -Catherine habla pero Markus sabe que no ha hecho metajuego porque la ha seguido en sus últimos posts. Markus ha estado tratando de calcular las posibilidades de poder evitar el matrimonio. ¡Pero no ha podido! Se pactaron durante un banquete, y todo lo que se hace en un banquete se tiene que respetar porque de lo contrario deshonra sobre las vacas, deshonra sobre tu familia, deshonra sobre Markus! Pero Markus no se puede casar, pero Markus había pensado en que se casara un clon de Markus. Maldita sea, esa es la mejor idea que a Markus se le ha ocurrido en mucho tiempo. MiniMarkus, buajajajajaja- No, espera Markus. Rebobina y explica. -Wiwi Pendragon ha cerrado sendos matrimonios de Gionardo con Shyvanna y yo con la psicópata de Lake. ¿Quién es Lake? Si roza casi el PNJ-tismo. Encima me ha tocado la borde, todo es una desgracia para Markus…. ¡¿Para qué sales de casa, Markus, oh Markus?!- Drama y lágrimas de cocodrilo. Solo Entropía le entendía, de modo que sacó su paloma blanca del bolsillo y se puso a acicalarla. Su arrullo tranquilizaba a Markus, pero los 100 cafés que se había tomado previamente… no -Markus ha calculado todas las posibilidades para rechazar el matrimonio, y la única forma que se le ha ocurrido es que Admin le haga una casa familiar a Markus y se quede encerrado en ella. Y punto. No Markus, no boda- Afirmó con decisión. Todos aquellos cálculos estaban garabateados con un montón de fórmulas y ecuaciones raras y desarrollos trigonométricos e integrales en los post-its de colores de su pizarra.
Markus, frena el carro y escucha. Pues no ha hecho el tontaco de Gio una aceptación indebida …. Todo lo que tiene de guaperas lo tiene de idiota -Maldito Mediterráneo de sangre caliente ¿has aceptado más cosas de los Pendragon? Que es una trampa. Ay Sayid, nos van a matar a todos- Pensó en lo de Hulk, cogió un post-it y calculó. Tras un par de segundos negó fervientemente -No. No hay nadie que pueda superar a Hulk-
-¡Ay Sayid, que la hemos liado parda! Hemos mezclado sulfato de… no, cloridro de…. No, tampoco. La cosa es que hemos ido a la cena de los Pendragon y nos han tendido una trampa! ¡UNA TRAMPA!- Explicó el científico de una forma muy atropellada, hablando por encima de la presentación de Catherine, que fue la que describió a la perfección, bueno casi, todo el conflicto. Markus puntualizó -Catherine habla pero Markus sabe que no ha hecho metajuego porque la ha seguido en sus últimos posts. Markus ha estado tratando de calcular las posibilidades de poder evitar el matrimonio. ¡Pero no ha podido! Se pactaron durante un banquete, y todo lo que se hace en un banquete se tiene que respetar porque de lo contrario deshonra sobre las vacas, deshonra sobre tu familia, deshonra sobre Markus! Pero Markus no se puede casar, pero Markus había pensado en que se casara un clon de Markus. Maldita sea, esa es la mejor idea que a Markus se le ha ocurrido en mucho tiempo. MiniMarkus, buajajajajaja- No, espera Markus. Rebobina y explica. -Wiwi Pendragon ha cerrado sendos matrimonios de Gionardo con Shyvanna y yo con la psicópata de Lake. ¿Quién es Lake? Si roza casi el PNJ-tismo. Encima me ha tocado la borde, todo es una desgracia para Markus…. ¡¿Para qué sales de casa, Markus, oh Markus?!- Drama y lágrimas de cocodrilo. Solo Entropía le entendía, de modo que sacó su paloma blanca del bolsillo y se puso a acicalarla. Su arrullo tranquilizaba a Markus, pero los 100 cafés que se había tomado previamente… no -Markus ha calculado todas las posibilidades para rechazar el matrimonio, y la única forma que se le ha ocurrido es que Admin le haga una casa familiar a Markus y se quede encerrado en ella. Y punto. No Markus, no boda- Afirmó con decisión. Todos aquellos cálculos estaban garabateados con un montón de fórmulas y ecuaciones raras y desarrollos trigonométricos e integrales en los post-its de colores de su pizarra.
Markus, frena el carro y escucha. Pues no ha hecho el tontaco de Gio una aceptación indebida …. Todo lo que tiene de guaperas lo tiene de idiota -Maldito Mediterráneo de sangre caliente ¿has aceptado más cosas de los Pendragon? Que es una trampa. Ay Sayid, nos van a matar a todos- Pensó en lo de Hulk, cogió un post-it y calculó. Tras un par de segundos negó fervientemente -No. No hay nadie que pueda superar a Hulk-
Sayid Ibn Salah
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Arleen utilizó su magia para mis heridas, intenté detenerla pero me fue imposible, yo estaba mejor que ella en ese momento porque al menos no había tenido que hacer tantos esfuerzos. hablamos tranquilamente en el agua y ella me confesó sus temores -Lo conseguirás, pero tienes que descansar y recuperarte como es debido y después volverás a ser la mejor neurocirujana de Ouroboros- dejé que se recostara sobre mi pecho, no me molestaba en absoluto y ahora sabía que había una ecografía -No pasa nada, pide que nos la envían, me parece que es buen momento para usar el regalo de boda de Catherine, llenaremos ese álbum en un periquete-.
una vez de vuelta en la habitación Arleen tuvo que pedir prestado un pijama, mi mujer era bastante alta y no le quedaba del todo mal mi ropa, de hecho, le quedaba mejor que a mi. La esperé en la cama y dormimos juntos hasta el amanecer cuando un inoportuno invitado vino a despertarnos.
Cuando abría la puerta pude ver a Markus que entró de forma atropellada a casa -Claro, pasa..- ni falta me hacía decirlo porque mi compañero ya estaba dentro de casa. -Gracias querida- dije a la morena cuando se ofreció a preparar café aunque estaba claro que a Markus no le hacía falta porque estaba realmente hiperactivo -Markus, amigo mío, intenta calmarte y explícame qué ha pasado- apenas acababa de decir aquello cuando Catherine apareció con Giordano, si estaban allí realmente había algo grave -Pasad al salón por favor, sentaos- les dije para que no se quedaran en la puerta y así poder cerrarla para tener toda la intimidad posible.
La descendiente de le fay me había expuesto el caso por encima pero lo que más me sorprendió fue el duelo de Giordano -un holmgang- corregí a la morena antes de dejarla continuar, pasé mi vista a Giordano porque iba a defender la mano de aquella mujer y si eso era cierto es que estaba dispuesto a casarse con ella pero no me parecía correcto ni remotamente, por otro lado Markus parecía muy disgustado, hablando por encima de Catherine con su peculiar vocabulario. Medité unos instantes aquello mientras pensaba en el jaleo -Primero, dejadme que os diga que me ha parecido una jugada imprudente que os hayáis arriesgado a asistir a la residencia de los Pendragon, si bien es cierto que no nos han atacado y han ayudado con la misión aún no conocemos sus intenciones pero con esto queda claro que quieren entrar al consejo a como de lugar o al menos quedarse en la isla- invoqué una de mis cachimbas y la encendí para empezar a fumar algo afrutado que me ayudara a pensar, primero lo más fácil -Markus puede rechazar el compromiso, ha sido totalmente unilateral y no un pacto entre familias como es mi caso, no hay absolutamente nada que lo ate, en todo caso deberá hacerlo con mucha formalidad y excusarse con una ofrenda, algún regalo simbólico- dije expulsando el humo de la cachimba hacia un lado -El problema es Giordano-
me levanté un momento buscando un buen montón de documentos que tenía guardados -Hace un par de meses Sean me estuvo consultando sobre las normas del consejo, las revisó todas, una por una desde la fundación con ayuda del pensadero, las comparamos con las actuales que se han ido modificando o simplemente olvidando y por eso ahora tenemos a los Pendragon en las montañas, se han aferrado a vacíos legales que hay en nuestras propias reglas y que nosotros hemos olvidado- empecé a pasar las hojas hasta dar con una en concreto que hablaba de la batalla en cuestión -el holmgang es una tradición vikinga, si alguien se sentía ofendido por algo retaba a la otra persona para demostrar mediante el combate que tenía razón o no, era algo sagrado y a ojos de los hombres legal, si fueran solo palabras rechazar el combate sería lo más sensato a menos que te importe mucho tu honor sin embargo...- señalé los documentos y los deslicé por la mesa para que pudieran leerlo -El holmgang es legal en Ouroboros y vinculante una vez aceptas, no puedes escapar del duelo, esta norma existe desde que los lothbrok formaban parte del consejo pero al echarlos de la isla simplemente se olvidó esta regla, no era necesaria y por estas cosas es que no debéis actuar con imprudencia-
Me llevé una mano al entrecejo para masajearlo con dos dedos, hice una pausa y le di otra calada a la cachimba -ahora tenemos un asunto de dialecto y gramática, ¿qué es lo que dijiste exactamente al aceptar el duelo? - pregunté al italiano que sinceramente estaba metido en un buen lío -como dice Catherine puedes elegir a alguien que luche por ti, esa persona debe aceptar luchar en tu nombre, también se pueden pactar las normas del combate por ambas partes, así que si eliges a alguien o lo haces tu asegúrate de que las normas te favorezcan sin que el enemigo se de cuenta de ello-
una vez de vuelta en la habitación Arleen tuvo que pedir prestado un pijama, mi mujer era bastante alta y no le quedaba del todo mal mi ropa, de hecho, le quedaba mejor que a mi. La esperé en la cama y dormimos juntos hasta el amanecer cuando un inoportuno invitado vino a despertarnos.
Cuando abría la puerta pude ver a Markus que entró de forma atropellada a casa -Claro, pasa..- ni falta me hacía decirlo porque mi compañero ya estaba dentro de casa. -Gracias querida- dije a la morena cuando se ofreció a preparar café aunque estaba claro que a Markus no le hacía falta porque estaba realmente hiperactivo -Markus, amigo mío, intenta calmarte y explícame qué ha pasado- apenas acababa de decir aquello cuando Catherine apareció con Giordano, si estaban allí realmente había algo grave -Pasad al salón por favor, sentaos- les dije para que no se quedaran en la puerta y así poder cerrarla para tener toda la intimidad posible.
La descendiente de le fay me había expuesto el caso por encima pero lo que más me sorprendió fue el duelo de Giordano -un holmgang- corregí a la morena antes de dejarla continuar, pasé mi vista a Giordano porque iba a defender la mano de aquella mujer y si eso era cierto es que estaba dispuesto a casarse con ella pero no me parecía correcto ni remotamente, por otro lado Markus parecía muy disgustado, hablando por encima de Catherine con su peculiar vocabulario. Medité unos instantes aquello mientras pensaba en el jaleo -Primero, dejadme que os diga que me ha parecido una jugada imprudente que os hayáis arriesgado a asistir a la residencia de los Pendragon, si bien es cierto que no nos han atacado y han ayudado con la misión aún no conocemos sus intenciones pero con esto queda claro que quieren entrar al consejo a como de lugar o al menos quedarse en la isla- invoqué una de mis cachimbas y la encendí para empezar a fumar algo afrutado que me ayudara a pensar, primero lo más fácil -Markus puede rechazar el compromiso, ha sido totalmente unilateral y no un pacto entre familias como es mi caso, no hay absolutamente nada que lo ate, en todo caso deberá hacerlo con mucha formalidad y excusarse con una ofrenda, algún regalo simbólico- dije expulsando el humo de la cachimba hacia un lado -El problema es Giordano-
me levanté un momento buscando un buen montón de documentos que tenía guardados -Hace un par de meses Sean me estuvo consultando sobre las normas del consejo, las revisó todas, una por una desde la fundación con ayuda del pensadero, las comparamos con las actuales que se han ido modificando o simplemente olvidando y por eso ahora tenemos a los Pendragon en las montañas, se han aferrado a vacíos legales que hay en nuestras propias reglas y que nosotros hemos olvidado- empecé a pasar las hojas hasta dar con una en concreto que hablaba de la batalla en cuestión -el holmgang es una tradición vikinga, si alguien se sentía ofendido por algo retaba a la otra persona para demostrar mediante el combate que tenía razón o no, era algo sagrado y a ojos de los hombres legal, si fueran solo palabras rechazar el combate sería lo más sensato a menos que te importe mucho tu honor sin embargo...- señalé los documentos y los deslicé por la mesa para que pudieran leerlo -El holmgang es legal en Ouroboros y vinculante una vez aceptas, no puedes escapar del duelo, esta norma existe desde que los lothbrok formaban parte del consejo pero al echarlos de la isla simplemente se olvidó esta regla, no era necesaria y por estas cosas es que no debéis actuar con imprudencia-
Me llevé una mano al entrecejo para masajearlo con dos dedos, hice una pausa y le di otra calada a la cachimba -ahora tenemos un asunto de dialecto y gramática, ¿qué es lo que dijiste exactamente al aceptar el duelo? - pregunté al italiano que sinceramente estaba metido en un buen lío -como dice Catherine puedes elegir a alguien que luche por ti, esa persona debe aceptar luchar en tu nombre, también se pueden pactar las normas del combate por ambas partes, así que si eliges a alguien o lo haces tu asegúrate de que las normas te favorezcan sin que el enemigo se de cuenta de ello-
Aparecimos en casa de Sayid, donde al parecer ya se nos habia adelantado Markus. Genio astuto. Catherine me espachurró la mano y la miré alzando una ceja, que le pasaba ahora? La solté y dejé que hiciese ella las introducciones.
- Lo de las lentejas contaba con ello. Lo de la vaca...qué pasaba con la vaca? - dije haciendome el loco.
Ella explicó, Markus panicó y habló, y yo me quedé metido en uno de mis habituales silencios, observando y escuchando. Me senté en uno de los sillones del salón de Sayid, o mas bien me dejé caer a plomo. Me puse a cotillear su casa con la mirada. Rodé los ojos cuando Markus maldijo mi estirpe y mi sangre caliente. Que nadie podia derrotar a ese Hulk.
- Porque simplemente estais pensando en términos de fuerza física. Somos magos, que os hace pensar que eso no entrará en juego?
-Eso, holmgang! - chasquée los dedos señalando a Sayd. Luego puse cara de "que se le va a hacer" cuando dijo que habia sido imprudente ir. Cierto, lo habia sido. Bueno, creo que en principio, Gwen me llevó alli con buenas intenciones...no estoy seguro. No iba a mentar nada sobre mi estupido accidente laboral,que era lo que me habia arrastrado alli.... uhm, mira, ceguera por explosión de confeti, estupenda idea. Volví a la conversacion cuando Sayid dijo "el problema es Giordano", alzando la mirada hacia él.
Lo vi hurgar entre documentos antiguos. Me crucé de brazos. Evidentemente mi honor me importaba.
- Él me dijo "te reto a un homlang por ella" y yo dije "Acepto." y luego le dije a Shyvanna que no quería que ella fuese mi campeona, que se ofreció....asi que le respondí "No solo le sacaré la idea de que puede tenerte porque tiene derecho, si no tambien tendrá que tragarse sus insultos hacia el Consejo. Te iré preparando un réquiem". Y me fui. Asi que basicamente, creo que estoy defendiendo algo más que el derecho a elegir de una mujer. - yo lo veia de un modo distinto a ellos, pero una vez mas, era algo que solía pasarme. - Shyvanna dijo que si yo aceptaba, ella dictaría las reglas. Tengo que reunirme con ella en algun punto de este dia.
Me incliné hacia delante, apoyando los codos en mis rodillas y pasándome la mano por la barbilla.
- Elegir a un campeón me plantea un dilema. Es hacer pagar a otros por mi...si, llamemoslo imprudencia. Personas que igual tienen las mismas posibilidades que yo de ganar. He estado pensando....hay alguien que ganaría con un pestañeo. Pero tendría que convencerlo, y ahora es muy pacifisita....
- Lo de las lentejas contaba con ello. Lo de la vaca...qué pasaba con la vaca? - dije haciendome el loco.
Ella explicó, Markus panicó y habló, y yo me quedé metido en uno de mis habituales silencios, observando y escuchando. Me senté en uno de los sillones del salón de Sayid, o mas bien me dejé caer a plomo. Me puse a cotillear su casa con la mirada. Rodé los ojos cuando Markus maldijo mi estirpe y mi sangre caliente. Que nadie podia derrotar a ese Hulk.
- Porque simplemente estais pensando en términos de fuerza física. Somos magos, que os hace pensar que eso no entrará en juego?
-Eso, holmgang! - chasquée los dedos señalando a Sayd. Luego puse cara de "que se le va a hacer" cuando dijo que habia sido imprudente ir. Cierto, lo habia sido. Bueno, creo que en principio, Gwen me llevó alli con buenas intenciones...no estoy seguro. No iba a mentar nada sobre mi estupido accidente laboral,que era lo que me habia arrastrado alli.... uhm, mira, ceguera por explosión de confeti, estupenda idea. Volví a la conversacion cuando Sayid dijo "el problema es Giordano", alzando la mirada hacia él.
Lo vi hurgar entre documentos antiguos. Me crucé de brazos. Evidentemente mi honor me importaba.
- Él me dijo "te reto a un homlang por ella" y yo dije "Acepto." y luego le dije a Shyvanna que no quería que ella fuese mi campeona, que se ofreció....asi que le respondí "No solo le sacaré la idea de que puede tenerte porque tiene derecho, si no tambien tendrá que tragarse sus insultos hacia el Consejo. Te iré preparando un réquiem". Y me fui. Asi que basicamente, creo que estoy defendiendo algo más que el derecho a elegir de una mujer. - yo lo veia de un modo distinto a ellos, pero una vez mas, era algo que solía pasarme. - Shyvanna dijo que si yo aceptaba, ella dictaría las reglas. Tengo que reunirme con ella en algun punto de este dia.
Me incliné hacia delante, apoyando los codos en mis rodillas y pasándome la mano por la barbilla.
- Elegir a un campeón me plantea un dilema. Es hacer pagar a otros por mi...si, llamemoslo imprudencia. Personas que igual tienen las mismas posibilidades que yo de ganar. He estado pensando....hay alguien que ganaría con un pestañeo. Pero tendría que convencerlo, y ahora es muy pacifisita....
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