Recuerdo del primer mensaje :
Los casos más críticos reciben una supervisión más profunda
-¿Alguien le cae en gracia a Le Fay?- Le preguntó a Sarah alzando las cejas, porque la muchacha parecía que podía cuartear la leche con solo una mirada. Oye, que entendía muchas cosas, esa niña había perdido en pocos años más de lo que llega a perder una persona en toda su vida pero aún así no le daba el derecho de tratar mal a las personas. Escuchó el resto de sus palabras y sonrió de lado, movió una mano para señalar sus mesitas -¿Cuántas tarjetas ves aquí? En el fondo de tu corazón sabes la gente que te quiere, Sarah. No necesitas una tarjeta. Tienes que dejar de esperar de la gente lo que tú estás dispuesta a dar porque no todos son como tú- Ahora lo de Snagov lo entendía. Le cogió la mano y se la acarició -Lo sé- Porque ese hombre sí había sido su amigo. Y luego el doloroso friendozoneo. Amaya inspiró profundamente y asintió -Sabes que puedes contar conmigo- Le dijo, asegurándole aquello.
Lo de los Pendragon ya era más complicado -¿Crees que manipulen a Le Fay para tener influencia en el Consejo?- Preguntó con el ceño fruncido. La muchacha no la conocía a fondo pero parecía alguien que tomaba sus propias decisiones, pero Sarah sabría más. Decidió no decirle nada de los escorpiones y oyó lo siguiente -Si, hay que investigarlo. Ambas cosas, cuando salgamos de aquí, juntas- Le dijo con una sonrisa apretando su muslo.
Entonces escuchó voces y supo que sus hijos estaban allí, apartó la mano de Sarah para ponerla sobre su abdomen y recibió con besos y abrazos -en la medida de lo posible- a todos. Habló con ellos durante un rato pero después las enfermeras vinieron a avisar que el horario de visitas se acababa y debía descansar, así que todos cumplieron y Amaya, en efecto, cayó como una piedra en la camilla.
Lo de los Pendragon ya era más complicado -¿Crees que manipulen a Le Fay para tener influencia en el Consejo?- Preguntó con el ceño fruncido. La muchacha no la conocía a fondo pero parecía alguien que tomaba sus propias decisiones, pero Sarah sabría más. Decidió no decirle nada de los escorpiones y oyó lo siguiente -Si, hay que investigarlo. Ambas cosas, cuando salgamos de aquí, juntas- Le dijo con una sonrisa apretando su muslo.
Entonces escuchó voces y supo que sus hijos estaban allí, apartó la mano de Sarah para ponerla sobre su abdomen y recibió con besos y abrazos -en la medida de lo posible- a todos. Habló con ellos durante un rato pero después las enfermeras vinieron a avisar que el horario de visitas se acababa y debía descansar, así que todos cumplieron y Amaya, en efecto, cayó como una piedra en la camilla.
Ganarse a su familia…Si la odiaban. La odiaban y no habían dejado resquicio de duda para ello. No respondió. ¿Para qué? Tenía otras prioridades. Aquella ropa la hacía sentir aún más incómoda y sólo por no hacer conversación no había preguntado porqué tenía ropa de mujer en su armario. Y mucha ropa. Y todo rojo y negro. Y todo con el escudo de los Pendragon. Sólo por la necesidad lo hizo, se vistió con lo que creyó que le quedaba bien y tras eso se fue de Avalon. Quiso evitarlo pero durante el viaje, en algunos momentos cuando el dragón simplemente planeaba, se le cerraban los ojos y cabeceaba, se daba cuenta de ello porque cuando despertaba siempre estaba recostada de Wthyr y tenía que enderezarse tratando de mantener la compostura.
Al llegar a Ouroboros en seguida envió un mensaje mental a Ian. O varios en realidad. “Dime que está vivo…Dime que he llegado a tiempo, por favor, que no hice todo esto en vano”, le suplicó y después fue un poco más consciente a medida que se acercaban al castillo de lo que iba a ocurrir. Inspiró profundo y envió otro mensaje. “Wthyr viene conmigo…Y…revisé su cabeza, no tiene nada que ver con lo que te hicieron. Fue…un shock. Pero quizás alguno de sus hermanos tuvo que ver, investigaré”.
Llegaron hasta el hospital sin intercambiar palabra, sólo lo justo en recepción para saber que Aedan estaba en la UCI. Avanzó con paso rápido pero llegado un punto no pudo aguantar y salió corriendo. Abrió las puertas y vio a Chloe y a Ian junto a un círculo, el brazalete estaba pitando pero Catherine lo ignoró y miró a Ian un momento sintiendo que se le humedecía la mirada. Vergüenza, eso sentía. El anillo en el dedo, toda la ropa, le pesaba pero aún así dio varios pasos hacia su niño que estaba dormido. Miró a Chloe un instante -¿Estás cansada? ¿quieres que lo haga yo?- No le importaba gastar hasta el último resquicio de magia -¿Se ha retractado? ¿algo al menos?- Inquirió y bajó la cabeza hasta posar los labios en la frente de su bebé. Estaba dormido, absolutamente dormido y sino fuera porque su pecho se levantaba cada cierto tiempo, Catherine…Catherine habría perdido la cordura en ese mismísimo instante -Estoy aquí- Murmuró hacia él y volvió a apoyar sus labios en su frente, sintiendo que las lágrimas que caían por su rostro eran aún más. Quería que despertara, quería que la llamara, quería que le dijera que la quería …Y quería pedirle perdón por todo lo que le esperaba en el futuro.
Al llegar a Ouroboros en seguida envió un mensaje mental a Ian. O varios en realidad. “Dime que está vivo…Dime que he llegado a tiempo, por favor, que no hice todo esto en vano”, le suplicó y después fue un poco más consciente a medida que se acercaban al castillo de lo que iba a ocurrir. Inspiró profundo y envió otro mensaje. “Wthyr viene conmigo…Y…revisé su cabeza, no tiene nada que ver con lo que te hicieron. Fue…un shock. Pero quizás alguno de sus hermanos tuvo que ver, investigaré”.
Llegaron hasta el hospital sin intercambiar palabra, sólo lo justo en recepción para saber que Aedan estaba en la UCI. Avanzó con paso rápido pero llegado un punto no pudo aguantar y salió corriendo. Abrió las puertas y vio a Chloe y a Ian junto a un círculo, el brazalete estaba pitando pero Catherine lo ignoró y miró a Ian un momento sintiendo que se le humedecía la mirada. Vergüenza, eso sentía. El anillo en el dedo, toda la ropa, le pesaba pero aún así dio varios pasos hacia su niño que estaba dormido. Miró a Chloe un instante -¿Estás cansada? ¿quieres que lo haga yo?- No le importaba gastar hasta el último resquicio de magia -¿Se ha retractado? ¿algo al menos?- Inquirió y bajó la cabeza hasta posar los labios en la frente de su bebé. Estaba dormido, absolutamente dormido y sino fuera porque su pecho se levantaba cada cierto tiempo, Catherine…Catherine habría perdido la cordura en ese mismísimo instante -Estoy aquí- Murmuró hacia él y volvió a apoyar sus labios en su frente, sintiendo que las lágrimas que caían por su rostro eran aún más. Quería que despertara, quería que la llamara, quería que le dijera que la quería …Y quería pedirle perdón por todo lo que le esperaba en el futuro.
El tiempo era un concepto extraño e indeterminado en ese momento. Quería que se detuviese para que Catherine lograse hacer el sacrificio para salvar a Aedan, y también quería que pasase rápido para que él mejorase y dejase de sufrir. A la vez se me hacía lento, era insoportable estar allí sin poder hacer nada más que mirar cómo Chloe trataba de mantener la canalización de magia y cómo el latido del pequeño seguía siendo débil. No podía apartar la vista de él, a pesar de estar agotado no quería cerrar los ojos ni un momento. Tampoco podía evitar pensar en Catherine, en que en esos momentos debía estar casándose con aquel desgraciado.
Pegué un pequeño respingo al escuchar en mi mente la voz de Catherine preguntando por Aedan, entendiendo que finalmente se ponía en contacto conmigo porque había cumplido muy a su pesar, y al mío. Evité dedicarle más de dos segundos a pensar en ello, respondiendo rápidamente para que supiese que nuestro hijo seguía vivo.
"Lo está...sigue resistiendo. Sean ha logrado que aguante."
La información fue clara y concisa, pero lo que escuché después me sentó como una patada en los cojones. ¿Qué hacía Wthyr Pendragon en el hospital con ella? ¿No le bastaba con lo que había hecho que tenía que venir a provocar? tampoco me creía que no tuviese nada que ver. Estaba seguro de que Catherine podría captar aquellos pensamientos, aunque no fuesen expresamente dirigidos a ella. Sentí una punzada de ira al verlo en el pasillo justo detrás de Catherine, quedándose allí fuera de brazos cruzados.
"Dile que se vaya. Haz que se largue"
Me obligué a no mirarle, a hacerle menos caso que a una mierda porque si empezaba a golpearle...no podría parar. Apenas me hizo falta mirar a Catherine a los ojos para darme cuenta de cómo estaba, y no era sólo por el cambio de vestimenta. El Pendragon se había encargado bien de ponerle aquella ropa. El olor a jabón de su pelo estaba mezclado con algo más, con el olfato de licántropo no me pasó desapercibido que aún olía a él. Se me revolvió el estómago de imaginarla en su cama, apretando inconscientemente el puño que tenía sobre la sábana de Aedan. Chloe negó con la cabeza para decir que podía seguir un poco más, y yo inspiré profundamente antes de conseguir decir algo con tono de voz apagado.
- El avance de la marca se ha retirado poco a poco...le llegó casi hasta la mano. Pero todavía permanece en el pecho. Ha estado a punto de... - tragué saliva sin querer terminar la frase, ella misma podría entender. Había pagado un precio alto para conseguirlo. - Dime que de verdad esto lo va a detener. Que ha servido para algo y que pronto despertará. - busqué el contacto de la mano de Catherine cuando se acercó para tocar a Aedan, esperando que al menos pudiese decirme lo que esperaba escuchar.
Pegué un pequeño respingo al escuchar en mi mente la voz de Catherine preguntando por Aedan, entendiendo que finalmente se ponía en contacto conmigo porque había cumplido muy a su pesar, y al mío. Evité dedicarle más de dos segundos a pensar en ello, respondiendo rápidamente para que supiese que nuestro hijo seguía vivo.
"Lo está...sigue resistiendo. Sean ha logrado que aguante."
La información fue clara y concisa, pero lo que escuché después me sentó como una patada en los cojones. ¿Qué hacía Wthyr Pendragon en el hospital con ella? ¿No le bastaba con lo que había hecho que tenía que venir a provocar? tampoco me creía que no tuviese nada que ver. Estaba seguro de que Catherine podría captar aquellos pensamientos, aunque no fuesen expresamente dirigidos a ella. Sentí una punzada de ira al verlo en el pasillo justo detrás de Catherine, quedándose allí fuera de brazos cruzados.
"Dile que se vaya. Haz que se largue"
Me obligué a no mirarle, a hacerle menos caso que a una mierda porque si empezaba a golpearle...no podría parar. Apenas me hizo falta mirar a Catherine a los ojos para darme cuenta de cómo estaba, y no era sólo por el cambio de vestimenta. El Pendragon se había encargado bien de ponerle aquella ropa. El olor a jabón de su pelo estaba mezclado con algo más, con el olfato de licántropo no me pasó desapercibido que aún olía a él. Se me revolvió el estómago de imaginarla en su cama, apretando inconscientemente el puño que tenía sobre la sábana de Aedan. Chloe negó con la cabeza para decir que podía seguir un poco más, y yo inspiré profundamente antes de conseguir decir algo con tono de voz apagado.
- El avance de la marca se ha retirado poco a poco...le llegó casi hasta la mano. Pero todavía permanece en el pecho. Ha estado a punto de... - tragué saliva sin querer terminar la frase, ella misma podría entender. Había pagado un precio alto para conseguirlo. - Dime que de verdad esto lo va a detener. Que ha servido para algo y que pronto despertará. - busqué el contacto de la mano de Catherine cuando se acercó para tocar a Aedan, esperando que al menos pudiese decirme lo que esperaba escuchar.
Por el camino había tenido que sostener a Catherine en varias ocasiones, pues su estado de agotamiento hacia que fuese dando cabezadas por el sueño. De no haberla sujetado, habría caído del dragón a la primera. Apenas cruzamos palabra en el trayecto, y menos al llegar al hospital. Enseguida fue corriendo a la habitación de su hijo, y yo la seguí con paso constante pero sin demasiada prisa. Me crucé de brazos en cuanto ella abrió la puerta, sin entrar pero quedándome vigilante en el quicio. Desde allí podría verlo todo. El perro sarnoso, la hermana y...el crío. Daba algo de impresión ver así a un ser tan pequeño, y en cierto modo podía entender la preocupación de la Le Fay. Al menos ese niño había tenido una oportunidad de vivir, los míos ni la tuvieron. Después de todo no podían quejarse.
La marca no había desaparecido del pecho del infante, lo cual me disgustaba porque querría decir que la nuestra tampoco. ¿No habíamos logrado concebir? ¿Era eso? ¿O no funcionaba? . Evité expresar aquello en voz alta, simplemente dibujé una mueca de disgusto en mi cara que se incrementaba al escuchar hablar al licántropo. Decidí entrar en la habitación para marcar territorio en cuanto vi que trató de cogerle la mano a ella. Era satisfactorio decirle lo que podía y no podía hacer.
- Evita esas confianzas con mi esposa. A partir de ahora no tendréis más comunicación que la estrictamente necesaria. No me hagas que tenga que advertirte más de una vez.
La marca no había desaparecido del pecho del infante, lo cual me disgustaba porque querría decir que la nuestra tampoco. ¿No habíamos logrado concebir? ¿Era eso? ¿O no funcionaba? . Evité expresar aquello en voz alta, simplemente dibujé una mueca de disgusto en mi cara que se incrementaba al escuchar hablar al licántropo. Decidí entrar en la habitación para marcar territorio en cuanto vi que trató de cogerle la mano a ella. Era satisfactorio decirle lo que podía y no podía hacer.
- Evita esas confianzas con mi esposa. A partir de ahora no tendréis más comunicación que la estrictamente necesaria. No me hagas que tenga que advertirte más de una vez.
“No quiere verme contigo…Evidentemente, está inseguro”, soltó en respuesta percibiendo el resto de pensamientos que recorrían la mente de Ian y la duda siguió en su pecho. Pero no había visto nada, quizás debía hacerlo más a fondo. Clhoe parecía poder seguir, y en el fondo le agradeció. Estaba agotada y tenía mucha hambre.
-No lo digas…- Susurró subiendo su mirada hacia él y luego apoyando la mejilla en la cabeza de su pequeño, inspirando profundamente su aroma, y percibiendo su escaso calor. Que estuviera ahí con ella, era todo…todo lo que quería. Deseaba abrazarlo y protegerlo de todo. Tendría que agradecerle a Sean. Observó a Ian, aquella desesperación en sus palabras que terminaron de romperla -No sé qué más hacer… Me hicieron mil cosas, Ian… N-No sé…- Le confesó porque era profundamente cierto y eso hacía que se le partiera el corazón. Quiso ir hacia él, abrazarlo y que le abrazara, que volviera a susurrarle que todo estaría bien, que le diera esa seguridad, pero entonces la voz de Wthyr fue como un látigo.
Catherine apartó la mano que había alargado hasta Ian y frunció el ceño al oír a Wthyr. Era horrible escucharlo llamarla esposa. Sabía que aquello terminaría en golpes. Conocía a Ian bien y lo poco que sabía de Wthyr, bueno, era un molesto. Hasta ella le pegaría sino fuera a romperse la mano en el proceso. Oh, vamos si lo sabía -No lo amenaces- Le espetó y se acercó a Wthyr, empujándolo por el pecho para empezar a sacarlo de la habitación o eso intentaba -No necesito esto ahora mismo. Si te vas a comportar de esta manera eres bienvenido a irte- Le dijo y conectó mentalmente con Ian. “Ignóralo, no es el momento” -Es el padre de mi hijo y mi ex esposo, vas a tener que hacerte la idea de que Ian nunca va a salir de mi vida- Buscó conectar con su mirada e inspiró profundo -Cumpliré con mi palabra- Lo haría, porque tenía terror de las consecuencias que podría tener.
-No lo digas…- Susurró subiendo su mirada hacia él y luego apoyando la mejilla en la cabeza de su pequeño, inspirando profundamente su aroma, y percibiendo su escaso calor. Que estuviera ahí con ella, era todo…todo lo que quería. Deseaba abrazarlo y protegerlo de todo. Tendría que agradecerle a Sean. Observó a Ian, aquella desesperación en sus palabras que terminaron de romperla -No sé qué más hacer… Me hicieron mil cosas, Ian… N-No sé…- Le confesó porque era profundamente cierto y eso hacía que se le partiera el corazón. Quiso ir hacia él, abrazarlo y que le abrazara, que volviera a susurrarle que todo estaría bien, que le diera esa seguridad, pero entonces la voz de Wthyr fue como un látigo.
Catherine apartó la mano que había alargado hasta Ian y frunció el ceño al oír a Wthyr. Era horrible escucharlo llamarla esposa. Sabía que aquello terminaría en golpes. Conocía a Ian bien y lo poco que sabía de Wthyr, bueno, era un molesto. Hasta ella le pegaría sino fuera a romperse la mano en el proceso. Oh, vamos si lo sabía -No lo amenaces- Le espetó y se acercó a Wthyr, empujándolo por el pecho para empezar a sacarlo de la habitación o eso intentaba -No necesito esto ahora mismo. Si te vas a comportar de esta manera eres bienvenido a irte- Le dijo y conectó mentalmente con Ian. “Ignóralo, no es el momento” -Es el padre de mi hijo y mi ex esposo, vas a tener que hacerte la idea de que Ian nunca va a salir de mi vida- Buscó conectar con su mirada e inspiró profundo -Cumpliré con mi palabra- Lo haría, porque tenía terror de las consecuencias que podría tener.
Suspiré con pesar por enésima vez, resignándome a no tener respuesta todavía sobre el resultado. Habría que esperar al menos unas horas para ver la evolución de Aedan. Luego alcé la mirada hacia Catherine, compartiendo su desesperación porque era la misma que sentía yo. Tenía las ojeras marcadas, y cara de cansancio.
- ¿Te hicieron daño? - pregunté alarmado cuando dijo que le hicieron mil cosas, imaginando que incluso podían haber llegado a alguna clase de coacción o tortura. Incluso forzarla. Yo no era el único que lo estaba pasando mal, ella había tenido que seguir con aquella farsa a pesar de estar sufriendo y con incertidumbre por lo de Aedan.
El imbécil de Wthyr se atrevió a entrar en la habitación, interrumpiendo ese intento de acercamiento para tocar la mano de ella. Sí, había venido a provocar. A regodearse. A imponer sus normas sin sentido. Antes de darme cuenta ya había saltado de la silla en la que estaba sentado, empujándola hacia atrás para abalanzarme hacia Wthyr. Catherine ya se había interpuesto para defenderme, pero a pesar de sus palabras no podía permitir que el otro se creyese con derecho a tratarme de ese modo.
- ¡NO! ¡se está riendo de nosotros! ¿Quién se cree que es? ¡le voy a cerrar la boca de una puta vez! - Si cedíamos ante él, cada vez se creería con derecho a más. Era inadmisible, por mucho que ahora estuviese casado con ella. Aparté a Catherine echándola a un lado, pegándole un puñetazo a Wthyr en toda la cara para empujarlo fuera de la habitación. Acabé lanzándolo contra el suelo, tirándome sobre él para comenzar a darle un golpe tras otro.
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Ataque físico: 25 dado + 72 stat + 10 habilidad + 5 lican= 112 a Wthyr
- ¿Te hicieron daño? - pregunté alarmado cuando dijo que le hicieron mil cosas, imaginando que incluso podían haber llegado a alguna clase de coacción o tortura. Incluso forzarla. Yo no era el único que lo estaba pasando mal, ella había tenido que seguir con aquella farsa a pesar de estar sufriendo y con incertidumbre por lo de Aedan.
El imbécil de Wthyr se atrevió a entrar en la habitación, interrumpiendo ese intento de acercamiento para tocar la mano de ella. Sí, había venido a provocar. A regodearse. A imponer sus normas sin sentido. Antes de darme cuenta ya había saltado de la silla en la que estaba sentado, empujándola hacia atrás para abalanzarme hacia Wthyr. Catherine ya se había interpuesto para defenderme, pero a pesar de sus palabras no podía permitir que el otro se creyese con derecho a tratarme de ese modo.
- ¡NO! ¡se está riendo de nosotros! ¿Quién se cree que es? ¡le voy a cerrar la boca de una puta vez! - Si cedíamos ante él, cada vez se creería con derecho a más. Era inadmisible, por mucho que ahora estuviese casado con ella. Aparté a Catherine echándola a un lado, pegándole un puñetazo a Wthyr en toda la cara para empujarlo fuera de la habitación. Acabé lanzándolo contra el suelo, tirándome sobre él para comenzar a darle un golpe tras otro.
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Ataque físico: 25 dado + 72 stat + 10 habilidad + 5 lican= 112 a Wthyr
Dados
Raza
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puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque' :
'Ataque' :
La escena entre esos dos me resultó repelente. En realidad esperaba la reacción de él, pero precisamente por eso merecía más la pena. El tipo se encendía rápido, no era capaz de resistir a lo que él llamaba provocación. Era verdad, después de todo ya no tenía derechos sobre ella. Lo miré con suficiencia y sin descruzar los brazos, haciendo un sonido de desaprobación al verle levantarse así de la silla.
- Cuidado. - le advertí nuevamente, aunque fue Catherine la primera que intervino. Probablemente quisiese evitar que el loco del otro hiciese una idiotez. Seguro que lo hacía. Era un básico.
- Eso es lo que va antes de la amenaza. Sabías cuál era la condición para venir. El que debería largarse es él. Ya ha salido de tu vida, sólo que aún no os dais cuenta. No podemos arriesgarnos a estropear la unión. Ni siquiera sabemos aún si ha funcionado. - entorné los ojos con desconfianza a pesar de que dijo que cumpliría su palabra. No...todavía no confiaba en ella. Estaba seguro de que me clavaría un puñal por la espalda de no ser porque me necesitaba para anular la maldición.
- Asúmelo, Catherine. El padre de tu hijo es historia. - fue lo último que le dije antes de recibir aquel derechazo de Ian que me empujó fuera de la habitación. No me esperaba que un golpe pudiese tumbarme, pero lo hizo. La nariz comenzó a sangrarme en un instante mientras el muy bestia se abalanzó sobre mí para comenzar con los puñetazos. Llevé la mano a su cuello como si lo estuviese estrangulando, pero en realidad trataba de ralentizar su flujo sanguíneo para que su pulso cayese hasta límites de dejarlo inconsciente.
-------------------------
AT.M: dado 10 + 56 stat + 10 hab. + 10 colgante Pendragon= 86 a IAN
DEF.F: dado 15 + 30 stat + 10 hab.= 55
PS: 200 -57= 143 (SB siguiente post)
daño: 112-55= 57
- Cuidado. - le advertí nuevamente, aunque fue Catherine la primera que intervino. Probablemente quisiese evitar que el loco del otro hiciese una idiotez. Seguro que lo hacía. Era un básico.
- Eso es lo que va antes de la amenaza. Sabías cuál era la condición para venir. El que debería largarse es él. Ya ha salido de tu vida, sólo que aún no os dais cuenta. No podemos arriesgarnos a estropear la unión. Ni siquiera sabemos aún si ha funcionado. - entorné los ojos con desconfianza a pesar de que dijo que cumpliría su palabra. No...todavía no confiaba en ella. Estaba seguro de que me clavaría un puñal por la espalda de no ser porque me necesitaba para anular la maldición.
- Asúmelo, Catherine. El padre de tu hijo es historia. - fue lo último que le dije antes de recibir aquel derechazo de Ian que me empujó fuera de la habitación. No me esperaba que un golpe pudiese tumbarme, pero lo hizo. La nariz comenzó a sangrarme en un instante mientras el muy bestia se abalanzó sobre mí para comenzar con los puñetazos. Llevé la mano a su cuello como si lo estuviese estrangulando, pero en realidad trataba de ralentizar su flujo sanguíneo para que su pulso cayese hasta límites de dejarlo inconsciente.
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AT.M: dado 10 + 56 stat + 10 hab. + 10 colgante Pendragon= 86 a IAN
DEF.F: dado 15 + 30 stat + 10 hab.= 55
PS: 200 -57= 143 (SB siguiente post)
daño: 112-55= 57
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El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
La pregunta de Ian hizo que mirara hacia Wthyr un instante y después bajara la mirada -En los rituales no- Murmuró, muy bajito, porque no quería seguir hablando del tema, pero no tenía sentido tampoco mentirle. Tampoco quería darle detalles así que simplemente negó con la cabeza, indicándole que no hablaría más, que lo dejara.
-No se va a largar porque es su hijo también. ¿Tú te irías? - Le preguntó y su ceño se frunció negando con la cabeza. Con lo controlador que era estaba segura de que no. Aunque lo siguiente en sus palabras le revolvieron el estómago. No, no sabían si había funcionado. Ella se había visto la marca. Aedan también la tenía. Miró por encima del hombro a su bebé. ¿Eso significaba más rituales? ¿Había hecho algo mal? Se humedeció los labios con duda, confusión y miedo.
Volvió la mirada hacia él cuando mencionó que Ian era historia. No, claro que no. No quería creerlo porque entonces…Entonces eso implicaría que estaba sola, realmente sola. De pronto, Ian gritó y la apartó para ir a por Wthyr. Una parte de ella estaba alarmada por lo que estaba ocurriendo pero verlo caer ante la fuerza de Ian…Eso… Por Morgana, eso le encantó. ¿Tanto tenía ganas de pegarle ella misma que verlo a Ian hacer aquello le había dado satisfacción? Pues parecía que sí. Miró a Chloe un momento, como pidiéndole disculpas y fue tras ellos.
Sin embargo, cuando salió y vio a Wthyr moviendo su mano hacia Ian pero sin golpearlo físicamente le recorrió un frío mortal por la espina dorsal. Un miedo muy racional -¡NO, WTHYR, NO! ¡PARA! ¡POR FAVOR! - La imagen del vikingo explotando, el chasquido, el baño de sangre; todo vino a su mente con tanta rapidez que empezó a temblar bruscamente. Su magia empezó a reaccionar, pero no tenía control sobre ella. Los zarcillos de oscuridad abandonaban su cuerpo para luego volver y enroscarse en sus piernas, iban y venían sin saber hacia donde dirigirse...Como si quisieran salvar a Ian pero, al mismo tiempo, supieran que no era posible -¡IAN PARA!- Porque si seguía, Wthyr seguiría atacándolo y no…No podía soportarlo, no. Empezó a llorar con más fuerza porque no sabía defenderlo de esa magia de sangre, no sabía cómo ayudarlo, cómo protegerlo -Wthyr…Si…Si nunca le haces daño a Ian- Empezó y su mente trabajó cuán rápido pudo, pero le quedaba tan poco por entregar, tan poco con qué negociar -Viviré en Avalon, viviré en Avalon contigo-
-No se va a largar porque es su hijo también. ¿Tú te irías? - Le preguntó y su ceño se frunció negando con la cabeza. Con lo controlador que era estaba segura de que no. Aunque lo siguiente en sus palabras le revolvieron el estómago. No, no sabían si había funcionado. Ella se había visto la marca. Aedan también la tenía. Miró por encima del hombro a su bebé. ¿Eso significaba más rituales? ¿Había hecho algo mal? Se humedeció los labios con duda, confusión y miedo.
Volvió la mirada hacia él cuando mencionó que Ian era historia. No, claro que no. No quería creerlo porque entonces…Entonces eso implicaría que estaba sola, realmente sola. De pronto, Ian gritó y la apartó para ir a por Wthyr. Una parte de ella estaba alarmada por lo que estaba ocurriendo pero verlo caer ante la fuerza de Ian…Eso… Por Morgana, eso le encantó. ¿Tanto tenía ganas de pegarle ella misma que verlo a Ian hacer aquello le había dado satisfacción? Pues parecía que sí. Miró a Chloe un momento, como pidiéndole disculpas y fue tras ellos.
Sin embargo, cuando salió y vio a Wthyr moviendo su mano hacia Ian pero sin golpearlo físicamente le recorrió un frío mortal por la espina dorsal. Un miedo muy racional -¡NO, WTHYR, NO! ¡PARA! ¡POR FAVOR! - La imagen del vikingo explotando, el chasquido, el baño de sangre; todo vino a su mente con tanta rapidez que empezó a temblar bruscamente. Su magia empezó a reaccionar, pero no tenía control sobre ella. Los zarcillos de oscuridad abandonaban su cuerpo para luego volver y enroscarse en sus piernas, iban y venían sin saber hacia donde dirigirse...Como si quisieran salvar a Ian pero, al mismo tiempo, supieran que no era posible -¡IAN PARA!- Porque si seguía, Wthyr seguiría atacándolo y no…No podía soportarlo, no. Empezó a llorar con más fuerza porque no sabía defenderlo de esa magia de sangre, no sabía cómo ayudarlo, cómo protegerlo -Wthyr…Si…Si nunca le haces daño a Ian- Empezó y su mente trabajó cuán rápido pudo, pero le quedaba tan poco por entregar, tan poco con qué negociar -Viviré en Avalon, viviré en Avalon contigo-
Historia. Él si que iba a ser historia como dijese más gilipolleces. Con el primer puñetazo le había partido la nariz, pero después de ese seguí con más por toda la cara y la cabeza de manera brutal, sin contenerme y sin pensar siquiera en las consecuencias o en si vendría alguien para detenernos y sacarnos de allí a patadas por el jaleo que estábamos armando. - ¡El único que sobras aquí eres tú! ¡no tienes ningún derecho! - se creía que por ese maldito ritual cambiaba todo, que yo iba a desaparecer así como así. Se iba a arrepentir de querer jugar con nosotros, de intentar manejarnos a su antojo.
Intenté evitar que su mano llegase a agarrar mi cuello, pero dio igual. Comenzó a hacerme algo, aunque no hubiese contacto. Un mareo repentino hizo que mis golpes se ralentizasen y que se me empezase a nublar la vista, teniendo que sacudir la cabeza para tratar de espabilarme. Ya estaba haciendo otra vez sus mierdas de sangre. Los gritos de fondo de Catherine me hicieron distraerme, girándome hacia ella de manera repentina cuando la escuché llorar con esa impotencia. Me quité de encima de Wthyr echándome a un lado, tratando de ponerme en pie para ir hacia ella. Me apoyé en la pared para no caerme, llevando la mano hacia la nariz porque había empezado a gotear sangre a pesar de que no me había golpeado. Lo de irse a vivir a Ávalon me pareció una aberración nacida de la desesperación del momento.
- Catherine, ¡no!...¿Qué haces? no le prometas nada. No le tengo miedo, no tienes que prometer nada por mí, puedo encargarme yo. Mira cómo le he dejado la cara con cuatro golpes... - sólo tenía que ser más rápido y dañarlo antes de que pudiese usar su magia. - Que se joda. Nunca le va a querer nadie, sólo sabe obligar.
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AF: dado 10 + 72 stat + 10 habilidad + 5 lican= 97 a WTHYR
DF: dado 5+ 55 stat= 60
daño: 86-60= 26
PS: 200 - 26= 174 (SB siguiente post)
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Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
Evidentemente no respondí a la primera pregunta de Catherine, pues sería reconocer que ella tenía razón. Yo no me iría. Pero ese no era el caso. Todos los golpes que vinieron después me dieron la razón. El indeseable de su ex marido era incapaz de aceptar su posición de inferioridad, y de que había pasado su tiempo. Sus puñetazos estaban comenzando a aturdirme, así que no le daría tregua para que aquello no fuese a más. Traté de zafarme de él, despistándolo de ese modo mientras que con la otra mano libre hacia un movimiento como de cerrar el puño, tratando de provocarle hemorragias internas variadas para que no tuviese tantas ganas de pegar. Ignoré deliberadamente las peticiones de la Descendiente cuando pidió que me detuviese, aunque al final fue él quien se apartó de encima de mí. Por fin tuve tiempo de frenar los sangrados que me había provocado, aunque estaba seguro de que me había roto algo.
- Se ha abalanzado como la bestia que es. Ya lo has visto.- me puse en pie muy dignamente, recolocándome la ropa y fingiendo que no me dolían aquellos golpes. Mi cara no decía lo mismo. Le eché una mirada de desdén al licántropo, que debía estar sufriendo en esos momentos las consecuencias de mi magia sobre él. Después entorné ligeramente los ojos con un gesto calculador en mi rostro ante la oferta de Catherine, venirse a vivir a Ávalon si no le hacía daño a él. Si YO no le hacía daño. No me gustaba prometer cosas que no estaba seguro de cumplir, pero era un buen momento para aprovecharse de su desesperación. Así me quitaría el estorbo de encima. Cómo no, quiso impedir que aceptase y se pavoneó de que no me tenía miedo. - Qué atrevida es la ignorancia. Te crees que tu fuerza física es suficiente...ni siquiera te he visto usar magia. Eres una vergüenza para los magos. - me acerqué más a él después de que soltase ese comentario que pretendía ser hiriente. Y qué, ya tenía asumido que no iba a quererme, que era todo obligación. Lo tenía aceptado, se lo había dicho a Shyvanna. Decidí acercarme para susurrarle algo en voz baja, algo que probablemente le hiciese más daño del que pretendía hacerme a mí con la otra frase.
- Dudo que contigo disfrutase tanto como lo ha hecho conmigo esta noche...créeme. - tras eso me aparté con una media sonrisa jactante en el dolorido rostro, acercándome a Catherine para "aceptar" su oferta. - Tranquila, no le dañaré mientras vivas en Ávalon con tu hijo, pero como se atreva a acercarse lo más mínimo o a molestar en nuestro matrimonio...bueno, ya viste lo que sucede con quien reta a los Pendragon. - y era una advertencia muy clara. Decidí que iría a cualquier otro sitio del hospital para que me curasen lo que me había hecho el imbécil ese, pero antes eché un vistazo al interior de la habitación, donde estaba el niño. - Puedes llevártelo allí cuando mejore un poco. Te espero abajo en un rato.- me di media vuelta sin dar tiempo a mucha réplica, dirigiéndome a otra planta para que me atendiesen.
----------------------
AT.M: dado 30 + 56 stat + 10 hab. + 10 colgante Pendragon= 106 a IAN
DEF.F: dado 5 + 30 stat + 10 hab.= 45
daño: 97 - 45= 52
PS: 143 - (20 SB +52)= 71 (y frena sangrado brutal con su poder)
- Se ha abalanzado como la bestia que es. Ya lo has visto.- me puse en pie muy dignamente, recolocándome la ropa y fingiendo que no me dolían aquellos golpes. Mi cara no decía lo mismo. Le eché una mirada de desdén al licántropo, que debía estar sufriendo en esos momentos las consecuencias de mi magia sobre él. Después entorné ligeramente los ojos con un gesto calculador en mi rostro ante la oferta de Catherine, venirse a vivir a Ávalon si no le hacía daño a él. Si YO no le hacía daño. No me gustaba prometer cosas que no estaba seguro de cumplir, pero era un buen momento para aprovecharse de su desesperación. Así me quitaría el estorbo de encima. Cómo no, quiso impedir que aceptase y se pavoneó de que no me tenía miedo. - Qué atrevida es la ignorancia. Te crees que tu fuerza física es suficiente...ni siquiera te he visto usar magia. Eres una vergüenza para los magos. - me acerqué más a él después de que soltase ese comentario que pretendía ser hiriente. Y qué, ya tenía asumido que no iba a quererme, que era todo obligación. Lo tenía aceptado, se lo había dicho a Shyvanna. Decidí acercarme para susurrarle algo en voz baja, algo que probablemente le hiciese más daño del que pretendía hacerme a mí con la otra frase.
- Dudo que contigo disfrutase tanto como lo ha hecho conmigo esta noche...créeme. - tras eso me aparté con una media sonrisa jactante en el dolorido rostro, acercándome a Catherine para "aceptar" su oferta. - Tranquila, no le dañaré mientras vivas en Ávalon con tu hijo, pero como se atreva a acercarse lo más mínimo o a molestar en nuestro matrimonio...bueno, ya viste lo que sucede con quien reta a los Pendragon. - y era una advertencia muy clara. Decidí que iría a cualquier otro sitio del hospital para que me curasen lo que me había hecho el imbécil ese, pero antes eché un vistazo al interior de la habitación, donde estaba el niño. - Puedes llevártelo allí cuando mejore un poco. Te espero abajo en un rato.- me di media vuelta sin dar tiempo a mucha réplica, dirigiéndome a otra planta para que me atendiesen.
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AT.M: dado 30 + 56 stat + 10 hab. + 10 colgante Pendragon= 106 a IAN
DEF.F: dado 5 + 30 stat + 10 hab.= 45
daño: 97 - 45= 52
PS: 143 - (20 SB +52)= 71 (y frena sangrado brutal con su poder)
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
Demasiado tarde. Había visto a los Pendragon actuar en cuestión de segundos. Fue acercándose hasta ellos susurrando un “no” repetidas veces, como un bucle en su cabeza hasta que Ian la miró y finalmente salió de encima de Wthyr. Pero estaba sangrando, Catherine observó el hilo carmesí salir de su nariz y se llevó la mano a la boca para contener el gemido de dolor y tristeza que le atravesaba.
“Puede explotar gente con el pensamiento, Ian”, le dijo mentalmente y compartió con él el gore espectáculo del que había sido testigo y todas las sensaciones que eso le provocaba. Compartió con él el vívido terror de no saber cómo protegerle de esa magia porque no la entendía, no sabía cómo funcionaba e incluso siendo lo que era ahora, lo más poderosa que había sido en su vida; aún no tenía suficiente para poder defenderlo. “No tengo otra forma de protegerte”.
Volvió la vista hacia Wthyr cuando se acomodó la ropa observando su rostro con el ceño fruncido, ignoró sus palabras -Basta- Porque Ian podría no ser un mago de los más poderosos, pero no había necesitado eso para salir adelante. Su vida había sido distinta y Catherine lo respetaba enormemente por eso. A diferencia de ella, Ian podía vencer un centinela con sus propias manos mientras ella sólo miraba en una esquina sangrando. No, nunca subestimaría el poder de su esposo. Ex…esposo -No seas imbécil- Le soltó, pero entonces se acercó a él para decirle aquella frase tan …tan… Catherine lo miró como si de pronto tuviera 7 cabezas y un millón de ojos. ¿Cómo podía ser tan…hijo de la gran puta?
-Tenemos custodia compartida. Aedan vivirá con quien decidamos. No es tu hijo y no puedes decidir nada sobre él- No le gustaba demasiado la idea de que se fuera a Avalon con ella porque no confiaba en los Pendragon. La advertencia hizo que le recorriera un escalofrío y respiró profundo observándolo irse. Se acercó a Ian una vez se fue y empezó a limpiarle la sangre de la nariz con la manga, luego empezó a revisarlo a ver qué le había hecho -Te hizo algo, sé que te hizo algo- Le dijo, nerviosa pero no veía heridas, no veía problemas lo que quería decir… -Ian… Lo he visto, sé que puede explotar gente…Lo siento. Escúchame…Escúchame- Le pidió sosteniendo su cara con sus manos. “Tienes que irte de Ouroboros, tienes que desaparecer…No quiero que Aedan esté cerca de ellos. Si por ello tengo que alejarme, lo haré. No quiero que respire en tu nuca. Shyvanna también amenazó con matarte si me veía cerca de ti. No confío en nadie”. Pegó su frente a la de él, apretándolo contra ella. “En Avalon estaré incomunicada, pero le he dicho a Gio que me dé un espejo comunicador a ver si así puedo hablar contigo y en caso… en caso de urgencia…”. Compartió con él las dos formas de entrar a Avalon, la de los Pendragon y la propia. “La sangre de Aedan debe servir. Sino, pediré a Chloe que me saque un poco. Por favor, ten cuidado, si manipularon tu mente pueden leerla. Así que mantén tu oclumancia siempre arriba”, estaba temblando, pero aún así debía seguir hablando con él.
No obstante, Chloe salió de la habitación para avisar que Aedan había despertado. Catherine se separó de Ian, para luego cogerle de la mano y e ir hacia allí -Wthyr le hizo algo, Chloe, revísalo, por favor- Le pidió a su cuñada, aunque sabía que estaba exigiéndole mucho. Fueron acercándose a la camilla y la mirada violeta de su pequeño se posó en ellos. Catherine alargó la mano y le acarició la mejilla con suavidad -Hola mi amor- Murmuró con cariño, Aedan le respondió con un sonidito de reconocimiento. Al menos su latido se oía más fuerte y eso la hizo sentir más tranquila, como si todo lo que hubiese soportado era suficiente. Y lo volvería a hacer, todo. Miró a Ian con una sonrisa de esperanza, breve, sí; porque sabía lo que sería el futuro. Le pasó una mano por el cabello a su bebé y después se giró hacia Ian, le cogió las manos y le dejó un beso en cada palma -Necesitas descansar- Ignoró su propio cansancio aunque seguramente Wthyr pediría que se fueran a Avalon, ella no lo iba a permitir. Retrasaría lo suficiente, diría que tenia que preparar la mudanza, los papeles del Consejo, lo que sea -Acuéstate un rato, yo me quedo con él- Esperaba que su “esposo” entendiera que “rato” estaba sujeto a la interpretación.
“Puede explotar gente con el pensamiento, Ian”, le dijo mentalmente y compartió con él el gore espectáculo del que había sido testigo y todas las sensaciones que eso le provocaba. Compartió con él el vívido terror de no saber cómo protegerle de esa magia porque no la entendía, no sabía cómo funcionaba e incluso siendo lo que era ahora, lo más poderosa que había sido en su vida; aún no tenía suficiente para poder defenderlo. “No tengo otra forma de protegerte”.
Volvió la vista hacia Wthyr cuando se acomodó la ropa observando su rostro con el ceño fruncido, ignoró sus palabras -Basta- Porque Ian podría no ser un mago de los más poderosos, pero no había necesitado eso para salir adelante. Su vida había sido distinta y Catherine lo respetaba enormemente por eso. A diferencia de ella, Ian podía vencer un centinela con sus propias manos mientras ella sólo miraba en una esquina sangrando. No, nunca subestimaría el poder de su esposo. Ex…esposo -No seas imbécil- Le soltó, pero entonces se acercó a él para decirle aquella frase tan …tan… Catherine lo miró como si de pronto tuviera 7 cabezas y un millón de ojos. ¿Cómo podía ser tan…hijo de la gran puta?
-Tenemos custodia compartida. Aedan vivirá con quien decidamos. No es tu hijo y no puedes decidir nada sobre él- No le gustaba demasiado la idea de que se fuera a Avalon con ella porque no confiaba en los Pendragon. La advertencia hizo que le recorriera un escalofrío y respiró profundo observándolo irse. Se acercó a Ian una vez se fue y empezó a limpiarle la sangre de la nariz con la manga, luego empezó a revisarlo a ver qué le había hecho -Te hizo algo, sé que te hizo algo- Le dijo, nerviosa pero no veía heridas, no veía problemas lo que quería decir… -Ian… Lo he visto, sé que puede explotar gente…Lo siento. Escúchame…Escúchame- Le pidió sosteniendo su cara con sus manos. “Tienes que irte de Ouroboros, tienes que desaparecer…No quiero que Aedan esté cerca de ellos. Si por ello tengo que alejarme, lo haré. No quiero que respire en tu nuca. Shyvanna también amenazó con matarte si me veía cerca de ti. No confío en nadie”. Pegó su frente a la de él, apretándolo contra ella. “En Avalon estaré incomunicada, pero le he dicho a Gio que me dé un espejo comunicador a ver si así puedo hablar contigo y en caso… en caso de urgencia…”. Compartió con él las dos formas de entrar a Avalon, la de los Pendragon y la propia. “La sangre de Aedan debe servir. Sino, pediré a Chloe que me saque un poco. Por favor, ten cuidado, si manipularon tu mente pueden leerla. Así que mantén tu oclumancia siempre arriba”, estaba temblando, pero aún así debía seguir hablando con él.
No obstante, Chloe salió de la habitación para avisar que Aedan había despertado. Catherine se separó de Ian, para luego cogerle de la mano y e ir hacia allí -Wthyr le hizo algo, Chloe, revísalo, por favor- Le pidió a su cuñada, aunque sabía que estaba exigiéndole mucho. Fueron acercándose a la camilla y la mirada violeta de su pequeño se posó en ellos. Catherine alargó la mano y le acarició la mejilla con suavidad -Hola mi amor- Murmuró con cariño, Aedan le respondió con un sonidito de reconocimiento. Al menos su latido se oía más fuerte y eso la hizo sentir más tranquila, como si todo lo que hubiese soportado era suficiente. Y lo volvería a hacer, todo. Miró a Ian con una sonrisa de esperanza, breve, sí; porque sabía lo que sería el futuro. Le pasó una mano por el cabello a su bebé y después se giró hacia Ian, le cogió las manos y le dejó un beso en cada palma -Necesitas descansar- Ignoró su propio cansancio aunque seguramente Wthyr pediría que se fueran a Avalon, ella no lo iba a permitir. Retrasaría lo suficiente, diría que tenia que preparar la mudanza, los papeles del Consejo, lo que sea -Acuéstate un rato, yo me quedo con él- Esperaba que su “esposo” entendiera que “rato” estaba sujeto a la interpretación.
Permanecí apoyado contra la pared con una mano para no caerme, llevando la otra de nuevo a la nariz porque no dejaban de caer goterones al suelo. Aún así no pensaba cerrar la boca ante sus provocaciones, bastante había aguantado al verle allí. - Pues esta vergüenza de mago te ha dejado más feo de lo que ya eras, gilipollas. - su siguiente frase fue más rastrera, y esa sí que me jodió por el modo en que lo dijo, porque no quería imaginarme a la persona que amaba con él y mucho menos pensar que era cierto lo que él decía. Apreté los dientes haciendo un intento de engancharlo de nuevo antes de que se alejase, pero mis movimientos fueron demasiado lentos por el mareo que tenía encima. No quise mirarla a ella por si su mirada me confirmaba que lo que el otro tipo había dicho era cierto. Además, aunque fuese un golpe bajo, ese era el menor de mis problemas ahora. No cuando Aedan seguía sin mejorar.
Catherine se encargó de mandarme las imágenes mentales de lo que podían hacer con la magia de sangre, un espectáculo gore y cruel, lo suficiente para advertirme de que ni siquiera había usado todo su poder conmigo. Entendí que estuviese asustada, pero...
"Que no necesito que me protejas, no de ese modo ni haciendo todo lo que diga el otro"
El otro soltó aquella amenaza antes de marcharse, sacándome un gruñido de rabia y exasperación. Ojalá le hubiese hecho más daño y hubiese sido más rápido. Giré la cabeza a regañadientes cuando Catherine se acercó a mí para ver lo que me habían hecho, todo con la puñetera magia de sangre. Todavía me sentía raro, y sabía que me había hecho algo porque no era normal sangrar sin que te golpeasen. - Me pides que huya de aquí como si fuésemos nosotros los que tuviesen que esconderse... - no es que tuviese pensando vivir en Ouroboros ahora que la tierra era segura, pero Aedan sí tenía derecho de vivir allí. - No lo entiendes...si seguimos por este camino nos equivocaremos sin marcha atrás. - Yo ya había vivido muchos años escondiéndome en la base de la Resistencia, no quería algo similar para Aedan, ni para mí. Eso no era libertad. Encima ella estaría incomunicada en Ávalon, perfecto para que le comiesen la cabeza y se aprovechasen. Sabía lo que no quería, pero tampoco tenía ni idea de qué hacer para solucionar la situación. Estaba agotado y no pensaba con claridad.
Las palabras de Chloe fueron lo único que lograron que me moviese con rapidez hacia la habitación, Aedan había despertado. El peso en el pecho se aflojó un poco al verle con los ojos abiertos, acercándome a él para cogerle la mano con sumo cuidado. ¿Significaba eso que todo había funcionado y que Aedan mejoraba porque habían logrado anular la maldición? - Ey, pequeñajo. Pronto estarás bien, ya verás.- Chloe intentó acercarse a mí para revisarme como había dicho Catherine, pero no pudo porque un superior la llamó al orden. Le hizo un gesto para que fuese a hablar con ella, haciéndola salir un momento del cuarto. Ahora le caería una bronca por nuestra culpa y probablemente viniesen a llamarme la atención. Por eso intenté aprovechar hasta que viniesen. Miré a Catherine con tristeza cuando me cogió las manos, negando con la cabeza. - No soy el único aquí que lo necesita. - escuché la voz de Chloe en el pasillo, con su supervisor diciendo que eso era inadmisible en una UCI. - La Catherine que yo conozco no se resignaría a aceptar una vida así. Tú siempre encuentras la manera. Lo harás ahora también.- fueron las últimas palabras que pude decirle antes de que nos sacaran de la habitación y de la UCI a los tres, Chloe incluida por no haber actuado a tiempo. A partir de ahora las visitas tendrían que ser de uno en uno.
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DF: dado 15+ 55 stat= 70
daño: 106-70=36
PS: 174 - (36 + 20SB)= 118
Catherine se encargó de mandarme las imágenes mentales de lo que podían hacer con la magia de sangre, un espectáculo gore y cruel, lo suficiente para advertirme de que ni siquiera había usado todo su poder conmigo. Entendí que estuviese asustada, pero...
"Que no necesito que me protejas, no de ese modo ni haciendo todo lo que diga el otro"
El otro soltó aquella amenaza antes de marcharse, sacándome un gruñido de rabia y exasperación. Ojalá le hubiese hecho más daño y hubiese sido más rápido. Giré la cabeza a regañadientes cuando Catherine se acercó a mí para ver lo que me habían hecho, todo con la puñetera magia de sangre. Todavía me sentía raro, y sabía que me había hecho algo porque no era normal sangrar sin que te golpeasen. - Me pides que huya de aquí como si fuésemos nosotros los que tuviesen que esconderse... - no es que tuviese pensando vivir en Ouroboros ahora que la tierra era segura, pero Aedan sí tenía derecho de vivir allí. - No lo entiendes...si seguimos por este camino nos equivocaremos sin marcha atrás. - Yo ya había vivido muchos años escondiéndome en la base de la Resistencia, no quería algo similar para Aedan, ni para mí. Eso no era libertad. Encima ella estaría incomunicada en Ávalon, perfecto para que le comiesen la cabeza y se aprovechasen. Sabía lo que no quería, pero tampoco tenía ni idea de qué hacer para solucionar la situación. Estaba agotado y no pensaba con claridad.
Las palabras de Chloe fueron lo único que lograron que me moviese con rapidez hacia la habitación, Aedan había despertado. El peso en el pecho se aflojó un poco al verle con los ojos abiertos, acercándome a él para cogerle la mano con sumo cuidado. ¿Significaba eso que todo había funcionado y que Aedan mejoraba porque habían logrado anular la maldición? - Ey, pequeñajo. Pronto estarás bien, ya verás.- Chloe intentó acercarse a mí para revisarme como había dicho Catherine, pero no pudo porque un superior la llamó al orden. Le hizo un gesto para que fuese a hablar con ella, haciéndola salir un momento del cuarto. Ahora le caería una bronca por nuestra culpa y probablemente viniesen a llamarme la atención. Por eso intenté aprovechar hasta que viniesen. Miré a Catherine con tristeza cuando me cogió las manos, negando con la cabeza. - No soy el único aquí que lo necesita. - escuché la voz de Chloe en el pasillo, con su supervisor diciendo que eso era inadmisible en una UCI. - La Catherine que yo conozco no se resignaría a aceptar una vida así. Tú siempre encuentras la manera. Lo harás ahora también.- fueron las últimas palabras que pude decirle antes de que nos sacaran de la habitación y de la UCI a los tres, Chloe incluida por no haber actuado a tiempo. A partir de ahora las visitas tendrían que ser de uno en uno.
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DF: dado 15+ 55 stat= 70
daño: 106-70=36
PS: 174 - (36 + 20SB)= 118
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa' :
'Defensa' :
Ingresó a la habitación de Aedan después de que le dieran el permiso. Seguía dormido así que había poco que hacer más que sólo mirarlo y admirarlo. Catherine aprovechó ese momento para agradecer a Sean, ignorando la irritación que sintió a eso de ser impulsiva. Todo el mundo se lo decía. Caprichosa, egocéntrica, impulsiva, rebelde… Metió una mano en el cabello de Aedan y lo peinó un poco.
-Sólo trato de ser la mejor mamá del mundo- Le susurró a su pequeño y se inclinó para besarle la frente -Es difícil… Pero me perdonarás ¿Verdad? – Le preguntó, pero sabía que no le respondería. Apenas si su respiración cambió ante su toque. Le acomodó las mantas y lo acurrucó mientras seguía acariciándole el oscuro cabello -Estoy haciendo esto para que cuando tú decidas tener familia seas feliz de vivir como quieras- Le dijo y se controló lo suficiente para que las lágrimas no abandonaran sus ojos.
Recordó a Wthyr. ¿Cómo podía haber soportado la pérdida de dos hijos? -Lo de nosotros va a ser natural, mi amor. ¿De acuerdo? El orden natural de las cosas. Te lo prometo- No, no iba a enterrarlo. No iba a ser otro funeral, se negaba. Iba a ser Aedan la que la enterrara a ella, como se suponía que el ciclo de la vida correspondería. Se quedó allí, con él, hasta que tuvo que irse para lo de la mudanza sintiendo que se le partía el corazón en el proceso.
-Sólo trato de ser la mejor mamá del mundo- Le susurró a su pequeño y se inclinó para besarle la frente -Es difícil… Pero me perdonarás ¿Verdad? – Le preguntó, pero sabía que no le respondería. Apenas si su respiración cambió ante su toque. Le acomodó las mantas y lo acurrucó mientras seguía acariciándole el oscuro cabello -Estoy haciendo esto para que cuando tú decidas tener familia seas feliz de vivir como quieras- Le dijo y se controló lo suficiente para que las lágrimas no abandonaran sus ojos.
Recordó a Wthyr. ¿Cómo podía haber soportado la pérdida de dos hijos? -Lo de nosotros va a ser natural, mi amor. ¿De acuerdo? El orden natural de las cosas. Te lo prometo- No, no iba a enterrarlo. No iba a ser otro funeral, se negaba. Iba a ser Aedan la que la enterrara a ella, como se suponía que el ciclo de la vida correspondería. Se quedó allí, con él, hasta que tuvo que irse para lo de la mudanza sintiendo que se le partía el corazón en el proceso.
Ya había transcurrido prácticamente un mes desde el ingreso de Aedan, y poco a poco iba recuperándose y encontrándose mejor. El proceso había sido lento porque la maldición era muy dañina y le había dejado muy debilitado, así que cada pequeño avance que tenía era muy importante. Apenas me había marchado del hospital en todo ese tiempo, excepto para lo imprescindible. Para ese momento ya se habían enterado todos los de mi entorno, y había tenido que lidiar con mi padre para que no hiciese ninguna de las suyas. Nadie tenía más ganas de matar a Wthyr que yo, y aún así me aguantaba porque no debía hacerlo. Apenas me había cruzado con Catherine durante las visitas a Aedan, era como si intentase esquivarme para que el otro no sospechase nada ni volviese a atacarme. Aquello era tan deprimente que no quería ni pensarlo, y tampoco me comunicaba demasiado mentalmente excepto para intercambiar información sobre Aedan y saber si ella estaba bien.
En general habían sido unas semanas bastante mierderas, pero al menos ya podía ir a recoger al niño porque le daban el alta. Permanecí junto a su cama mientras los médicos le habían las últimas revisiones y chequeos, fijándose en la marca de su pecho. Estaba bastante más limitada y no tenía el mismo aspecto horrible, así que sospechaba que los intentos de Catherine habían tenido éxito. Aún así me recomendaron que vigilase al crío, que siguiese cuidándolo en casa para que recobrase fuerzas y que le diese algunas pociones que nos darían antes de salir. Él había aguantado tanto y se había portado tan bien para su edad que no dejaba de sorprenderme. Decidí enviarle un patronus a Catherine para informarle de que nos íbamos, me daba igual que le llegase estando delante del lagarto imbécil.
[Van a darle el alta a Aedan. Nos iremos a tierra, supongo que ya imaginas donde. Seguiremos en contacto, cuídate.]
Finalmente le dieron el visto bueno para llevármelo, así que comencé a vestirlo. No tardó en preguntar por su mamá, por lo que suspiré con resignación antes de inventarme algo. - Está haciendo cosas, luego viene con nosotros, ¿vale? - lo alcé en brazos para llevarlo, aún estaba flojo para andar más de unos pasos. - Vamos a ir a otra casa...te he comprado juguetes nuevos. Y también estarás con el abuelo. - le di un par de besos en la mejilla y sonrió un poco, más conforme con lo que le decía. Tras eso y después de coger las pociones nos desaparecimos de allí, abandonando Ouroboros. Esperaba que fuese para una larga temporada.
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PS: 103 (1 de 2 hasta regeneración)
En general habían sido unas semanas bastante mierderas, pero al menos ya podía ir a recoger al niño porque le daban el alta. Permanecí junto a su cama mientras los médicos le habían las últimas revisiones y chequeos, fijándose en la marca de su pecho. Estaba bastante más limitada y no tenía el mismo aspecto horrible, así que sospechaba que los intentos de Catherine habían tenido éxito. Aún así me recomendaron que vigilase al crío, que siguiese cuidándolo en casa para que recobrase fuerzas y que le diese algunas pociones que nos darían antes de salir. Él había aguantado tanto y se había portado tan bien para su edad que no dejaba de sorprenderme. Decidí enviarle un patronus a Catherine para informarle de que nos íbamos, me daba igual que le llegase estando delante del lagarto imbécil.
[Van a darle el alta a Aedan. Nos iremos a tierra, supongo que ya imaginas donde. Seguiremos en contacto, cuídate.]
Finalmente le dieron el visto bueno para llevármelo, así que comencé a vestirlo. No tardó en preguntar por su mamá, por lo que suspiré con resignación antes de inventarme algo. - Está haciendo cosas, luego viene con nosotros, ¿vale? - lo alcé en brazos para llevarlo, aún estaba flojo para andar más de unos pasos. - Vamos a ir a otra casa...te he comprado juguetes nuevos. Y también estarás con el abuelo. - le di un par de besos en la mejilla y sonrió un poco, más conforme con lo que le decía. Tras eso y después de coger las pociones nos desaparecimos de allí, abandonando Ouroboros. Esperaba que fuese para una larga temporada.
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PS: 103 (1 de 2 hasta regeneración)
Habían transcurrido ya varios días desde el fracaso de las conversaciones en el hospital de la Paz, lugar en el que Benjamin había acabado quemado e intoxicado. Desde entonces había permanecido cerca de él, doblando turno para poder estar al tanto de su evolución y participar en el tratamiento, además de seguir haciendo sanaciones mágicas. Llevarlo de urgencia a la UCI le había salvado, teniendo que ser un intubado un par de días hasta que por fin logramos que respirase por sí mismo. Los análisis indicaban que se había intoxicado, así que aplicamos tratamiento antidótico (con oxígeno y antídotos intravenosos) de las principales sustancias tóxicas del humo de los incendios: el CN y CO. En ambos casos, la necesidad de oxígeno a concentraciones al 100%. Al menos había progresado bastante en los últimos días, y le habíamos bajado el nivel de oxígeno en la mascarilla que llevaba puesta.
Esa tarde fui hacia su cama para revisarle los goteros que tenía puestos y sus constantes vitales, además de quitarle por fin los vendajes especiales. Entre eso y mis sanaciones ya no tenía ni rastro de las quemaduras, según fui viendo conforme le quitaba las vendas de uno de los brazos. No entendía cómo había acabado tan mal, ni que no se hubiese protegido lo más mínimo de la explosión. Ya era la segunda vez que me lo hacía, y no me gustaba sentirme culpable de que otros acabasen mal por protegerme. Lo había estado viendo desde pequeña, y esperaba que eso empezase a cambiar ya. - La próxima vez te voy a llevar envuelto en plástico de burbujas, ya verás. Y cada vez que hagas algo que no debes me voy a poner a reventar burbujas para fastidiarte. - comencé a hablarle en voz baja para no molestar a los demás pacientes, siguiendo con el proceso de quitarle las vendas. Suspiré algo cansada, alternando la mirada entre el vendaje y su rostro de tanto en tanto. - Seguro que te medio mueres como excusa porque de verdad no querías quedar... no estaría mal que te despertases ya. -
Esa tarde fui hacia su cama para revisarle los goteros que tenía puestos y sus constantes vitales, además de quitarle por fin los vendajes especiales. Entre eso y mis sanaciones ya no tenía ni rastro de las quemaduras, según fui viendo conforme le quitaba las vendas de uno de los brazos. No entendía cómo había acabado tan mal, ni que no se hubiese protegido lo más mínimo de la explosión. Ya era la segunda vez que me lo hacía, y no me gustaba sentirme culpable de que otros acabasen mal por protegerme. Lo había estado viendo desde pequeña, y esperaba que eso empezase a cambiar ya. - La próxima vez te voy a llevar envuelto en plástico de burbujas, ya verás. Y cada vez que hagas algo que no debes me voy a poner a reventar burbujas para fastidiarte. - comencé a hablarle en voz baja para no molestar a los demás pacientes, siguiendo con el proceso de quitarle las vendas. Suspiré algo cansada, alternando la mirada entre el vendaje y su rostro de tanto en tanto. - Seguro que te medio mueres como excusa porque de verdad no querías quedar... no estaría mal que te despertases ya. -
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